Si te acostaste con dudas, tu día empieza bien: Lula ha ganado las elecciones en Brasil. La ultraderecha de Bolsonaro ha sido derrotada. ¡Buenos días!
El mártir obra el milagro
Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva pasará a la historia. Fue, dirán, aquel obrero del metal, líder sindical, que fue presidente de Brasil, que transformó la economía del país, “el padre de los pobres”, que luego fue víctima de una conspiración judicial de las élites conservadoras, que acabó en la cárcel. Esa parecía la vida de Lula, con sus luces y sus sombras de corrupción. Pero desde las cenizas de la cárcel salió victorioso, con la condena anulada, convertido a los 77 años en un mártir capaz de volver a ganar unas elecciones que son también una venganza, un rescate. "Intentaron enterrarme vivo y aquí estoy", dijo Lula anoche.
Tras una primera vuelta donde Bolsonaro demostró que estaba más fuerte de lo que parecía, la segunda vuelta ha sido de infarto. La victoria de la izquierda contra la ultraderecha ha sido muy estrecha, casi agónica. El recuento empezó pintando bien para Bolsonaro. A las 22.46h Lula daba el vuelco con el 67% escrutado y de ahí no se bajó. La diferencia entre los dos candidatos nunca antes había sido tan escasa en la historia de las elecciones brasileñas. Tampoco nunca un presidente en el cargo había fracasado al intentar renovar mandato.
Para hacernos una idea del riesgo que corría Brasil y que quizá sigue corriendo: estamos hablando de que el sábado una diputada bolsonarista fue grabada en plena calle empuñando una pistola, persiguiendo a un hombre negro, al que apuntó directamente hasta acorralarlo en un bar. Y no pasa nada. Bolsonaro puede amagar ahora con no reconocer los resultados, después de haber movilizado a la policía en zonas favorables a la izquierda, no se sabe muy bien para qué. Y todo eso ha obtenido el 49% de los votos.
Ha ganado Lula, pero no hay que olvidarse de Brasil.
Con esta victoria se da un hecho sin precedentes: Argentina, Chile, Colombia, Perú y Brasil tienen gobiernos de izquierdas. A México lo podríamos también incluir en la lista. Estamos hablando de mucha población, mucha influencia y mucho poder económico".
El mártir obra el milagro
Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva pasará a la historia. Fue, dirán, aquel obrero del metal, líder sindical, que fue presidente de Brasil, que transformó la economía del país, “el padre de los pobres”, que luego fue víctima de una conspiración judicial de las élites conservadoras, que acabó en la cárcel. Esa parecía la vida de Lula, con sus luces y sus sombras de corrupción. Pero desde las cenizas de la cárcel salió victorioso, con la condena anulada, convertido a los 77 años en un mártir capaz de volver a ganar unas elecciones que son también una venganza, un rescate. "Intentaron enterrarme vivo y aquí estoy", dijo Lula anoche.
Tras una primera vuelta donde Bolsonaro demostró que estaba más fuerte de lo que parecía, la segunda vuelta ha sido de infarto. La victoria de la izquierda contra la ultraderecha ha sido muy estrecha, casi agónica. El recuento empezó pintando bien para Bolsonaro. A las 22.46h Lula daba el vuelco con el 67% escrutado y de ahí no se bajó. La diferencia entre los dos candidatos nunca antes había sido tan escasa en la historia de las elecciones brasileñas. Tampoco nunca un presidente en el cargo había fracasado al intentar renovar mandato.
Para hacernos una idea del riesgo que corría Brasil y que quizá sigue corriendo: estamos hablando de que el sábado una diputada bolsonarista fue grabada en plena calle empuñando una pistola, persiguiendo a un hombre negro, al que apuntó directamente hasta acorralarlo en un bar. Y no pasa nada. Bolsonaro puede amagar ahora con no reconocer los resultados, después de haber movilizado a la policía en zonas favorables a la izquierda, no se sabe muy bien para qué. Y todo eso ha obtenido el 49% de los votos.
Ha ganado Lula, pero no hay que olvidarse de Brasil.
Con esta victoria se da un hecho sin precedentes: Argentina, Chile, Colombia, Perú y Brasil tienen gobiernos de izquierdas. A México lo podríamos también incluir en la lista. Estamos hablando de mucha población, mucha influencia y mucho poder económico".
Y de Economías con mucha tarea por delante. El tiempo, controlará su evolución.