OPINIÓN.
EDITORIALES/TRIBUNAS.
El socialcomunismo busca votos hasta debajo de las piedras.
OKDIARIO - ACTUALIZADO: 20/07/2021 08:03.
Un documento del PSOE, elaborado el 28 de junio de 2021, recoge un apartado en el que, bajo el título «En relación a la Participación política de las personas migrantes», se baraja la posibilidad de «realizar una reforma constitucional que posibilite el derecho de sufragio en las elecciones municipales de las personas extranjeras residentes en España”. Sin limitación de ningún país, ni exigencia de reciprocidad de voto en sus países para los españoles, lo que, evidentemente, supondría una ventana abierta para que cualquier persona no nacionalizada, con un mero permiso de residencia, independientemente de su país de procedencia pudiese votar en España. Cierto es que la reforma afectaría sólo a los municipales, pero en el viejo ideario socialcomunista está que se extienda al resto de procesos electorales.
Hasta ahora se trata de un derecho limitado a determinados extranjeros. Según la legislación española, y tal y como lo determina la Junta Electoral Central, en las elecciones municipales gozan del derecho de sufragio activo los extranjeros residentes en España cuyos respectivos países permitan el voto a los españoles en dichas elecciones, en los términos de un Tratado. La intención del Gobierno es hacerlo extensible a ciudadanos de todas las nacionalidades.
A nadie se le oculta que el socialcomunismo busca nuevos graneros de votos, de modo que la reforma constitucional no tiene como objetivo la plena integración de los inmigrantes, sino pescar en nuevos caladeros electorales. Si a ello se le añade el hecho de que el Gobierno pretende también reducir el tiempo general de residencia exigido para que los inmigrantes puedan lograr la nacionalidad española, se ampliaría aún más el grupo con derecho a sufragio. La izquierda busca nuevas bolsas de votantes y parece haber encontrado la solución. Es una reforma constitucional y por tanto necesita el más amplio consenso, pero lo van a vender como una fórmula para que los inmigrantes encuentren en España un país de acogida sin discriminación alguna por razones de nacionalidad. Están en horas bajas y necesitan sacar votos hasta de debajo de las piedras.
EDITORIALES/TRIBUNAS.
El socialcomunismo busca votos hasta debajo de las piedras.
OKDIARIO - ACTUALIZADO: 20/07/2021 08:03.
Un documento del PSOE, elaborado el 28 de junio de 2021, recoge un apartado en el que, bajo el título «En relación a la Participación política de las personas migrantes», se baraja la posibilidad de «realizar una reforma constitucional que posibilite el derecho de sufragio en las elecciones municipales de las personas extranjeras residentes en España”. Sin limitación de ningún país, ni exigencia de reciprocidad de voto en sus países para los españoles, lo que, evidentemente, supondría una ventana abierta para que cualquier persona no nacionalizada, con un mero permiso de residencia, independientemente de su país de procedencia pudiese votar en España. Cierto es que la reforma afectaría sólo a los municipales, pero en el viejo ideario socialcomunista está que se extienda al resto de procesos electorales.
Hasta ahora se trata de un derecho limitado a determinados extranjeros. Según la legislación española, y tal y como lo determina la Junta Electoral Central, en las elecciones municipales gozan del derecho de sufragio activo los extranjeros residentes en España cuyos respectivos países permitan el voto a los españoles en dichas elecciones, en los términos de un Tratado. La intención del Gobierno es hacerlo extensible a ciudadanos de todas las nacionalidades.
A nadie se le oculta que el socialcomunismo busca nuevos graneros de votos, de modo que la reforma constitucional no tiene como objetivo la plena integración de los inmigrantes, sino pescar en nuevos caladeros electorales. Si a ello se le añade el hecho de que el Gobierno pretende también reducir el tiempo general de residencia exigido para que los inmigrantes puedan lograr la nacionalidad española, se ampliaría aún más el grupo con derecho a sufragio. La izquierda busca nuevas bolsas de votantes y parece haber encontrado la solución. Es una reforma constitucional y por tanto necesita el más amplio consenso, pero lo van a vender como una fórmula para que los inmigrantes encuentren en España un país de acogida sin discriminación alguna por razones de nacionalidad. Están en horas bajas y necesitan sacar votos hasta de debajo de las piedras.
¿Y qué culpa tienen los inmigrantes de lo que hace su país? Es como si en el país al que pertenece un inmigrante encarcelasen a los homosexuales y nosotros justificásemos por ello encarcelarlos.