Ignacio Camacho.
Legislar con los pies.
El primer mandamiento de la soberbia política es el de no rectificar en ningún supuesto y de ninguna manera. El sanchismo le ha añadido a este precepto una doble vuelta de tuerca en los casos en que no tiene más remedio que corregir su propia torpeza, y consiste por una parte en negar la evidencia y por otra en culpar de sus errores a la derecha. Así ha ocurrido con el decreto de restricciones energéticas, cuyas lagunas, errores y carencias manifiestas intenta reparar a posteriori sin cambiar su letra y sin admitir la necesidad de enmiendas en unas medidas repletas de deficiencias, mal concebidas y peor plasmadas en una expresión pésima que complica su ya de por sí endeble seguridad jurídica y técnica
Para que la Ley se cumpla, como dice el presidente con ese afectado empaque que bien podía desplegar frente a los independentistas catalanes. Es menester que el legislador-aunque sea el ejecutivo en su continuo recurso al decreto-ley clarifique antes, y sobretodo que no la enrede después a base de engaños, contradicciones y parches. La calidad de la producción normativa sanchista, es deplorable, como demuestra su frecuente revocación por los tribunales. Los españoles hemos acatado sin rechistar dos confinamienntos inconstitucionales y lo menos que se nos debe es un trato de adultos, no de escolares.
Legislar con los pies.
El primer mandamiento de la soberbia política es el de no rectificar en ningún supuesto y de ninguna manera. El sanchismo le ha añadido a este precepto una doble vuelta de tuerca en los casos en que no tiene más remedio que corregir su propia torpeza, y consiste por una parte en negar la evidencia y por otra en culpar de sus errores a la derecha. Así ha ocurrido con el decreto de restricciones energéticas, cuyas lagunas, errores y carencias manifiestas intenta reparar a posteriori sin cambiar su letra y sin admitir la necesidad de enmiendas en unas medidas repletas de deficiencias, mal concebidas y peor plasmadas en una expresión pésima que complica su ya de por sí endeble seguridad jurídica y técnica
Para que la Ley se cumpla, como dice el presidente con ese afectado empaque que bien podía desplegar frente a los independentistas catalanes. Es menester que el legislador-aunque sea el ejecutivo en su continuo recurso al decreto-ley clarifique antes, y sobretodo que no la enrede después a base de engaños, contradicciones y parches. La calidad de la producción normativa sanchista, es deplorable, como demuestra su frecuente revocación por los tribunales. Los españoles hemos acatado sin rechistar dos confinamienntos inconstitucionales y lo menos que se nos debe es un trato de adultos, no de escolares.
Ay ay ay Ignacio Camacho, si alguna vez hemos visto en algunos gobiernos rectificar y modelar ha sido a Sánchez, si en todo eres tan mentiroso como en esto no mereces la pena, eres un mal periodista.
Claro, como el agua clara.
Uno de los periodistas más valorado en nuestro País.
Uno de los periodistas más valorado en nuestro País.