KARINA SAINZ BORGO.
Érase una vez Yolanda Díaz, aquel cuento chino.
Es el mascarón de proa de un gobierno que trata a los ciudadanos como escolares y que jamás rinde cuentas por sus propios errores.
Érase una vez Yolanda Díaz, aquel cuento chino.
Es el mascarón de proa de un gobierno que trata a los ciudadanos como escolares y que jamás rinde cuentas por sus propios errores.