Insultante doble moral de Iglesias:
Iglesias representa ahora todo lo que antes odiaba y además, en su indignidad, está encantado. Por eso no va a dar ninguna baza a la investigación de la corrupción.
Iglesias representa ahora todo lo que antes odiaba y además, en su indignidad, está encantado. Por eso no va a dar ninguna baza a la investigación de la corrupción.