A veces las personas tienen sueños, y consideran que un Estado de Derecho es simplemente una entelequia ilusoria que haría sonreír a todo ser viviente que habita en dicho Estado, pues bien amigos todos, nuestra Carta Magna, obliga y desde luego obliga a todos a cumplir con las leyes y acatarlas aunque nos nos venga demasiado bien en muchas ocasiones. No podemos quejarnos cuando precisamente somos los propios ciudadanos los que elegimos a aquellas personas que nos representan, sin duda no son infalibles, pero yo me pregunto y os pregunto a vosotros/as, ¿Quien es aquel ser que no comete errores?. ¿Acaso vosotros?, pues nada como estamos inmersos en una Monarquía Parlamentaria donde el poder reside en el pueblo, no existe nada más sencillo que lo proclaméis a cuatro voces pero cuidado con el convencimiento de que seréis competentes en todo tipo de materia y que además complaceréis a todos los ciudadanos sin excepción. Pido mis disculpas pero ¡No os parece que es una labor ardua la que hacen los Gobiernos!, yo personalmente no la querría para mí por mucho oro y moro que me ofrecieran. Aún quisiera atreverme a deciros que esta recesión económica, no solo depende de nosotros, y nos guste o no, la opción de estar formando parte de la Unión Europea, os puedo asegurar como docta en el asunto que es lo mejor que podía sucedérnos. Un saludo cordial Gloria Ana.
Y qué me puedes decir de aquellos ciudadanos que, en gran mayoría, entre la que me encuentro, no nos sentimos atraídos por ningún candidato a representarnos, ¿no podemos quejarnos? y si podemos ¿cómo? si la constitución que dices obliga a cumplir las leyes y acatarlas porque no es revisada para que contemple una votación de los que creen que ningún candidato los va a representar bien; hoy por hoy, estos ciudadanos se limitan en la mayoría de las consultas a no votar y estas abstenciones suelen rondar el 40% del censo electoral.
saludos
saludos