¿Pero os habeís parado a pensar que, para que pueda existir la caridad es condición imperativa e imprescindible que exista la miseria y la desigualdad?
El mecanismo de la caridad es absolutamente perverso. Parte de la postulación teórica de un mundo malformado, imposible de cambiar, que necesita de una manera ambivalente la acción de la caridad que, dentro del universo cristiano permite aliviar simbólicamente al oprimido al que, para nada trata de resolver su situación final porque la necesita y, a la vez, alivia la conciencia del pecador que puede eludir periodicamente la necesaria y definitiva redención de su
condición malvada. No es que la caridad sea un sucedáneo de la justicia social, no, es, --en su planteamiento ideológico, no en la práxis bienintencionada--un evidente mecanismo de obstrucción y amortiguación al activismo reivindicativo que parte --siempre- de la exigéncia de igualdad, no negociable, entre los seres humanos.
Un saludo,
El mecanismo de la caridad es absolutamente perverso. Parte de la postulación teórica de un mundo malformado, imposible de cambiar, que necesita de una manera ambivalente la acción de la caridad que, dentro del universo cristiano permite aliviar simbólicamente al oprimido al que, para nada trata de resolver su situación final porque la necesita y, a la vez, alivia la conciencia del pecador que puede eludir periodicamente la necesaria y definitiva redención de su
condición malvada. No es que la caridad sea un sucedáneo de la justicia social, no, es, --en su planteamiento ideológico, no en la práxis bienintencionada--un evidente mecanismo de obstrucción y amortiguación al activismo reivindicativo que parte --siempre- de la exigéncia de igualdad, no negociable, entre los seres humanos.
Un saludo,