Propongo una reflexión a Clara. Esta ocurriendo lo siguiente. El Banco Central Europeo (BCE) está dando créditos a nuestros bancos a un interés menor del 1%, con ese dinero nuestros bancos están comprando bonos al propio estado español a un interés que oscila entre el 5 y el 7%. Es decir, están ganando en esas operaciones un diferencial neto entre el 4 y el 6%, SIN RIESGO. ¿Si Vd. tuviera un banco, prestaría dinero a particulares y empresas con los riesgos e incertidumbres del momento actual en cuanto a la recuperación de lo prestado?
Si Vd. poseyera un capital cuya importancia le permitiera montar una factoría o una fábrica al estilo de los procesos industriales normales, conociendo la angustiosa contracción en la capacidad de compra, ¿Asumiría los riesgos de tal empresa teniendo la posibilidad de comprar productos financieros derivados a corto, o bien comprar y vender moneda en distintos puntos del planeta en operaciones fulgurantes que se hacen en milisegundos aprovechando las nuevas herramientas financieras basadas en la informática y la telemática?
Estamos asistiendo en estos momentos a un fenómeno que hace algunas décadas era casi desconocido, o al menos, no tenía el desarrollo que ha adquirido en la actualidad. La financiarización de la economía en detrimento de la llamada economía real. Esto conduce inexorablemente a qué cada vez se necesiten menos trabajadores. El empleo es un bien que cada vez será más escaso, que habrá de repartirse con la mayor equidad posible. He hablado de empleo y no de trabajo, trabajos hay muchos que la sociedad precisa. Ésta situación, ante el fracaso del sistema, que es como una bicicleta en marcha que se ha caido y no somos capaces de enderezar para volver a caminar, deberá de desembocar en la aparición de un nuevo concepto del que ya se empieza a hablar: La Renta Básica, la percepción por todos los ciudadanos de una cantidad determinada por el mero hecho de ser ciudadano de un país, independientemente de cualquier otro status que pudiera tener. Otro concepto al que deberemos acostumbrarnos es al llamado Decrecimiento. Los habitantes de este maltratado planeta no podemos seguir viviendo como lo hemos venido haciendo hasta el presente.
Salud,
Si Vd. poseyera un capital cuya importancia le permitiera montar una factoría o una fábrica al estilo de los procesos industriales normales, conociendo la angustiosa contracción en la capacidad de compra, ¿Asumiría los riesgos de tal empresa teniendo la posibilidad de comprar productos financieros derivados a corto, o bien comprar y vender moneda en distintos puntos del planeta en operaciones fulgurantes que se hacen en milisegundos aprovechando las nuevas herramientas financieras basadas en la informática y la telemática?
Estamos asistiendo en estos momentos a un fenómeno que hace algunas décadas era casi desconocido, o al menos, no tenía el desarrollo que ha adquirido en la actualidad. La financiarización de la economía en detrimento de la llamada economía real. Esto conduce inexorablemente a qué cada vez se necesiten menos trabajadores. El empleo es un bien que cada vez será más escaso, que habrá de repartirse con la mayor equidad posible. He hablado de empleo y no de trabajo, trabajos hay muchos que la sociedad precisa. Ésta situación, ante el fracaso del sistema, que es como una bicicleta en marcha que se ha caido y no somos capaces de enderezar para volver a caminar, deberá de desembocar en la aparición de un nuevo concepto del que ya se empieza a hablar: La Renta Básica, la percepción por todos los ciudadanos de una cantidad determinada por el mero hecho de ser ciudadano de un país, independientemente de cualquier otro status que pudiera tener. Otro concepto al que deberemos acostumbrarnos es al llamado Decrecimiento. Los habitantes de este maltratado planeta no podemos seguir viviendo como lo hemos venido haciendo hasta el presente.
Salud,