Pedro Sánchez presume en Nueva York de un Gobierno «fuerte»: «Voy a aguantar hasta 2020»
El presidente del Gobierno compara su caída y ascenso al poder con quienes sufrieron la dureza de la crisis económica.
Javier Ansorena.
Corresponsal en Nueva York.
Actualizado:
26/09/2018 09:11h.
En plena crisis de su Gobierno, con rumores de la dimisión de una tercera ministra en poco más de cien días, Pedro Sánchez presumió de la fortaleza de su Ejecutivo durante su visita a Nueva York. El presidente del Gobierno intervino en una charla en el Council on Foreign Relations, uno de los ‘think tank’ de política internacional más prestigiosos del país, donde aseguró que goza de «un Gobierno fuerte y un apoyo parlamentario fuerte», más que en el anterior Ejecutivo, lo que está permitiendo la aprobación de grandes reformas.
En medio de la tormenta política que vive su Gobierno, con la ministra de Justicia, Dolores Delgado, reprobada por el Senado, y acosado por revelaciones periodísticas como el plagio de su tesis doctoral, Sánchez aseguró que no piensa convocar elecciones, a pesar de tener un Gobierno en clara minoría. «Cuando leo algunos periódicos que dicen ‘debes convocar elecciones, porque el poder y la acción política del Gobierno va a sufrir’ y cosas así digo: Quien sufre realmente es la oposición, no el Gobierno”, dijo sobre la estabilidad de su Ejecutivo. «Voy a aguantar hasta 2020», proclamó.
«No se aproxima una crisis de Gobierno», aseguró después a los periodistas en una conversación informal en la residencia del embajador ante la ONU, donde trató de mostrar tranquilidad ante las informaciones que relacionan a Delgado con el ex comisario José Villarejo, encarcelado por una trama de coacciones. «Vamos a superar esto», dijo sobre el acoso a su ministra, de la que se conocieron grabaciones de una comida -en la que también participó el ex juez Baltasar Garzón- que demuestran esa relación con Villarejo. «Parece que ya no se puede comer con alguien», reaccionó Sánchez.
El líder del Ejecutivo restó importancia a las exigencias de Pablo Iglesias, su principal apoyo para su Gobierno en minoría, de que Delgado dimita, en la que sería la tercera salida de un ministro en su corto paso por la Moncloa. «Es otro partido político», aseguró sobre las críticas de Iglesias.
Antes, durante su intervención, el presidente del Gobierno consideró incluso que la historia de su caída -fue destituido como secretario general por el PSOE en 2014- y resurgimiento -volvió a tomar control del partido y lideró una moción de censura exitosa al ex presidente Mariano Rajoy- debe quedar para la posteridad. «En el futuro voy a escribir un libro sobre esta experiencia», dijo, en un momento en el que se cuestiona la doble autoría de un libro basado en su controvertida tesis doctoral. Más allá de eso, comparó su declive y ascenso con el de los millones de españoles afectados por la última crisis económica. «Sufrí como muchos españoles en esa crisis. Me caí y me levanté», dijo.
Sánchez inició su intervención con retraso, después de sufrir los atascos que plagan Manhattan en días de lluvia. Se encontró con un auditorio con muchos huecos, en el que abundaron las preguntas sobre Cataluña. «La crisis catalana no se va a resolver en un par de años. Vamos a estar con ello unos cuantos años», advirtió, mientras culpó a otros del deterioro del clima político en la región: los partidos del centro-derecha, dijo en referencia al PP y Ciudadanos, «tienen que dejar de usar a Cataluña para hacer oposición al Gobierno»; y los independentistas «necesitan entender que tiene que reconstruir la coexistencia». Su fórmula es «ley y diálogo» y se comprometió una vez más a fortalecer «el autogobierno” de Cataluña.
El presidente del Gobierno compara su caída y ascenso al poder con quienes sufrieron la dureza de la crisis económica.
Javier Ansorena.
Corresponsal en Nueva York.
Actualizado:
26/09/2018 09:11h.
En plena crisis de su Gobierno, con rumores de la dimisión de una tercera ministra en poco más de cien días, Pedro Sánchez presumió de la fortaleza de su Ejecutivo durante su visita a Nueva York. El presidente del Gobierno intervino en una charla en el Council on Foreign Relations, uno de los ‘think tank’ de política internacional más prestigiosos del país, donde aseguró que goza de «un Gobierno fuerte y un apoyo parlamentario fuerte», más que en el anterior Ejecutivo, lo que está permitiendo la aprobación de grandes reformas.
En medio de la tormenta política que vive su Gobierno, con la ministra de Justicia, Dolores Delgado, reprobada por el Senado, y acosado por revelaciones periodísticas como el plagio de su tesis doctoral, Sánchez aseguró que no piensa convocar elecciones, a pesar de tener un Gobierno en clara minoría. «Cuando leo algunos periódicos que dicen ‘debes convocar elecciones, porque el poder y la acción política del Gobierno va a sufrir’ y cosas así digo: Quien sufre realmente es la oposición, no el Gobierno”, dijo sobre la estabilidad de su Ejecutivo. «Voy a aguantar hasta 2020», proclamó.
«No se aproxima una crisis de Gobierno», aseguró después a los periodistas en una conversación informal en la residencia del embajador ante la ONU, donde trató de mostrar tranquilidad ante las informaciones que relacionan a Delgado con el ex comisario José Villarejo, encarcelado por una trama de coacciones. «Vamos a superar esto», dijo sobre el acoso a su ministra, de la que se conocieron grabaciones de una comida -en la que también participó el ex juez Baltasar Garzón- que demuestran esa relación con Villarejo. «Parece que ya no se puede comer con alguien», reaccionó Sánchez.
El líder del Ejecutivo restó importancia a las exigencias de Pablo Iglesias, su principal apoyo para su Gobierno en minoría, de que Delgado dimita, en la que sería la tercera salida de un ministro en su corto paso por la Moncloa. «Es otro partido político», aseguró sobre las críticas de Iglesias.
Antes, durante su intervención, el presidente del Gobierno consideró incluso que la historia de su caída -fue destituido como secretario general por el PSOE en 2014- y resurgimiento -volvió a tomar control del partido y lideró una moción de censura exitosa al ex presidente Mariano Rajoy- debe quedar para la posteridad. «En el futuro voy a escribir un libro sobre esta experiencia», dijo, en un momento en el que se cuestiona la doble autoría de un libro basado en su controvertida tesis doctoral. Más allá de eso, comparó su declive y ascenso con el de los millones de españoles afectados por la última crisis económica. «Sufrí como muchos españoles en esa crisis. Me caí y me levanté», dijo.
Sánchez inició su intervención con retraso, después de sufrir los atascos que plagan Manhattan en días de lluvia. Se encontró con un auditorio con muchos huecos, en el que abundaron las preguntas sobre Cataluña. «La crisis catalana no se va a resolver en un par de años. Vamos a estar con ello unos cuantos años», advirtió, mientras culpó a otros del deterioro del clima político en la región: los partidos del centro-derecha, dijo en referencia al PP y Ciudadanos, «tienen que dejar de usar a Cataluña para hacer oposición al Gobierno»; y los independentistas «necesitan entender que tiene que reconstruir la coexistencia». Su fórmula es «ley y diálogo» y se comprometió una vez más a fortalecer «el autogobierno” de Cataluña.