Muy mal que la muerte de uno de los cónyuges suponga la ruina del que queda. Si la propiedad de la pareja ya estaba liquidada de todo tipo de gravámenes, lease, escrituras, impuestos etc. etc. es muy injusto que el estado te reclame nuevamente volver a pagar después de la desgracia de haber perdido a tu ser más querido. Otra cosa es si el impuesto viene de una herencia, de algún familiar o amigo, en la que tu no has participado, ni directa ni indirectamente, en su creación. Esto tendría que ser estudiado y valorado para ver que no solo recaiga en el heredero por solo llevar su apellido, la sociedad en este tipo de casos también debe participar como un bien común.
Yo tuve que vender una parte de mi patrimonio para poder pagar lo que ya había pagado cuando lo adquirí. Si tuviese que empezar de nuevo no haría el más mínimo sacrificio, me dedicaría a ganarlo y disfrutarlo para que los parásitos que crean estas leyes no se coman el sudor de mi trabajo cada vez que me ocurra una desgracia.
Yo tuve que vender una parte de mi patrimonio para poder pagar lo que ya había pagado cuando lo adquirí. Si tuviese que empezar de nuevo no haría el más mínimo sacrificio, me dedicaría a ganarlo y disfrutarlo para que los parásitos que crean estas leyes no se coman el sudor de mi trabajo cada vez que me ocurra una desgracia.
Así es Juan, estas medidas no estimulan el ahorro, llegas a la conclusión de que es mejor vivir al día.