El Gobierno español se enfrenta a más dificultades que ningún otro en el mundo
El Ejecutivo afronta un cúmulo de tensiones internas y externas de todo tipo, inéditas en otros países, que obstaculizan o ralentizan las soluciones, a pesar de lo cual, hay avances razonables
Por José Mª Pagador -
1 abril, 2020
5990
El gesto constante de preocupación es evidente. RTVE
El gesto constante de preocupación es evidente. RTVE
El gobierno socialista -es decir, los ministros del PSOE liderados por Pedro Sánchez- parece estar encontrando un camino razonable en la lucha contra la epidemia y la crisis económica y social generada, a pesar de los múltiples frentes a los que debe enfrentarse a diario además del sanitario y el económico. En un dificilísimo equilibrio, mantenido a pesar de las formidables tensiones internas y externas -inéditas en otros países-, el gobierno socialista va enfilando el rumbo para afrontar esta crisis sin precedentes.
Mientras la mayoría de los gobiernos del mundo hacen frente a la crisis epidemiológica y económica causada por la COVID-19 desde una posición centrada exclusivamente en el problema, sin tener que enfrentarse a cuestiones secundarias ni distraerse con otro tipo de tensiones, el Gobierno español, además de la gestión de tan colosal embrollo, tiene que guardar un dificilísimo equilibrio, lidiar con dificultades añadidas de todas clases y apagar fuegos en frentes impensables de los que están libres los demás.
Tener que lidiar el presidente, en medio de la crisis, con un gobierno dividido, una oposición sin sentido de Estado, dos populismos a izquierda y a derecha, unas autonomías que tienden a la centrifugación de la gestión y unas belicosas fuerzas independentistas es algo exclusivo de España.
La crítica a la acción gubernamental es un deber de los medios de comunicación. En el nuestro la ejercemos sin cortapisas ni distinción de ideologías. En ocasiones anteriores hemos sido severos en nuestro juicio sobre la gestión del actual gobierno, como antes lo fuimos con los de Aznar, Zapatero y Rajoy. Pero ser crítico implica también ver y valorar lo positivo y hoy tenemos que decir que el gobierno, mejor dicho, los ministros socialistas del gobierno con su presidente al frente, parecen estar encontrando un camino razonable en la lucha contra esta crisis, no solo a pesar de la dimensión gigantesca del problema, sino también -lo que es inaudito y vergonzoso- a pesar de las innumerables tensiones internas y externas a las que debe hacer frente, tensiones añadidas a las propias de la actual emergencia sanitaria, social y económica.
UN CÚMULO DE TENSIONES COMO EN NINGÚN PAÍS
El Ejecutivo afronta un cúmulo de tensiones internas y externas de todo tipo, inéditas en otros países, que obstaculizan o ralentizan las soluciones, a pesar de lo cual, hay avances razonables
Por José Mª Pagador -
1 abril, 2020
5990
El gesto constante de preocupación es evidente. RTVE
El gesto constante de preocupación es evidente. RTVE
El gobierno socialista -es decir, los ministros del PSOE liderados por Pedro Sánchez- parece estar encontrando un camino razonable en la lucha contra la epidemia y la crisis económica y social generada, a pesar de los múltiples frentes a los que debe enfrentarse a diario además del sanitario y el económico. En un dificilísimo equilibrio, mantenido a pesar de las formidables tensiones internas y externas -inéditas en otros países-, el gobierno socialista va enfilando el rumbo para afrontar esta crisis sin precedentes.
Mientras la mayoría de los gobiernos del mundo hacen frente a la crisis epidemiológica y económica causada por la COVID-19 desde una posición centrada exclusivamente en el problema, sin tener que enfrentarse a cuestiones secundarias ni distraerse con otro tipo de tensiones, el Gobierno español, además de la gestión de tan colosal embrollo, tiene que guardar un dificilísimo equilibrio, lidiar con dificultades añadidas de todas clases y apagar fuegos en frentes impensables de los que están libres los demás.
Tener que lidiar el presidente, en medio de la crisis, con un gobierno dividido, una oposición sin sentido de Estado, dos populismos a izquierda y a derecha, unas autonomías que tienden a la centrifugación de la gestión y unas belicosas fuerzas independentistas es algo exclusivo de España.
La crítica a la acción gubernamental es un deber de los medios de comunicación. En el nuestro la ejercemos sin cortapisas ni distinción de ideologías. En ocasiones anteriores hemos sido severos en nuestro juicio sobre la gestión del actual gobierno, como antes lo fuimos con los de Aznar, Zapatero y Rajoy. Pero ser crítico implica también ver y valorar lo positivo y hoy tenemos que decir que el gobierno, mejor dicho, los ministros socialistas del gobierno con su presidente al frente, parecen estar encontrando un camino razonable en la lucha contra esta crisis, no solo a pesar de la dimensión gigantesca del problema, sino también -lo que es inaudito y vergonzoso- a pesar de las innumerables tensiones internas y externas a las que debe hacer frente, tensiones añadidas a las propias de la actual emergencia sanitaria, social y económica.
UN CÚMULO DE TENSIONES COMO EN NINGÚN PAÍS