Sánchez pone rumbo a tres años sin elecciones para reconstruir España
El presidente se propone “avanzar” en Catalunya tras los comicios autonómicos
Sánchez pone rumbo a tres años sin elecciones para reconstruir España
JUAN CARLOS MERINO, MADRID
21/06/2020 02:39
“Avanzar unidos será el horizonte de los cuatro años de legislatura que tenemos por delante”, proclamó ayer Pedro Sánchez en la declaración institucional con la que despidió el estado de alarma en España. “Comienza una etapa nueva”, advirtió.
El presidente del Gobierno volvió a recordar así, con estas palabras, que su nuevo mandato apenas tiene cuatro meses de vida –fue investido el pasado enero– y que tiene ahora por delante una larga legislatura de cuatro años. Todo un aviso para navegantes que, en plena marejada provocada por la pandemia del coronavirus y sus consecuencias económicas, laborales y sociales, intentan que el nuevo Gobierno se vaya a pique cuanto antes mejor.
El proyecto político de Sánchez, según advierten sus estrategas en la Moncloa, siempre ha sido de largo recorrido, pese a las acusaciones que recibe de “tacticismo cortoplacista” y de vivir al día y como si no hubiera un mañana. De hecho, ponen como ejemplo, en ninguno de sus planes estaba previsto llegar a la Moncloa en junio del 2018 tras ganar una moción de censura contra Mariano Rajoy. Su objetivo era a largo plazo, entonces con la vista puesta en ganar las elecciones municipales y europeas del 2019. Pero la sentencia de la Gürtel, que señaló al Partido Popular como partícipe a título lucrativo de esta trama de corrupción, se cruzó en el camino y precipitó los tiempos.
Ahora, aseguran sus asesores, el presidente del Gobierno mantiene puestas las luces largas. Y, pese a la imprevista irrupción del coronavirus, que dinamitó todos los planes, y a la ofensiva de Pablo Casado para que no sobreviva a la pandemia, su calendario abarca un mandato de cuatro años. Con un paréntesis de tres años sin elecciones, desde que, tras la cita con las urnas en el País Vasco y Galicia, se celebren los comicios previstos en Catalunya hasta las próximas municipales del año 2023. Un tiempo de “estabilidad” precioso: “Aire limpio”, ansían.
En este plazo sin interferencias electorales es donde, aseguran en la Moncloa, Sánchez podrá afrontar las “grandes transformaciones” que consideran necesarias para reconstruir España y también para avanzar en la resolución del enquistado conflicto político en Catalunya, desde una imprescindible estabilidad política. Entre otras cuestiones.
El líder del PP: una fallida estrategia de tensión
A esta “incomprensión” sobre los tiempos de la nueva legislatura atribuyen en la Moncloa el principal “error estratégico” de Pablo Casado. El líder del PP desató una dura ofensiva de confrontación contra el Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos con la convicción, piensan los socialistas, de que sería flor de un día. Y ahora, advierten, trata de “derrocar” a Sánchez aprovechando la crisis del coronavirus y sus duras consecuencias económicas. “Sin éxito”, aseguran. Al jefe del principal partido de la oposición, piensan, sólo le tocaría recoger velas, moderar su discurso y buscar acuerdos con el Gobierno. “No va a poder mantener esta tensión eternamente”, advierten en la Moncloa sobre Casado. Recuerdan que también Mariano Rajoy emprendió una durísima oposición contra José Luis Rodríguez Zapatero en el 2004, acusándole hasta de haber “traicionado a los muertos” por negociar con ETA, y que en el 2008 hubo de modular su estrategia ante la reelección del líder del PSOE como presidente del Gobierno. Al líder del PP le recetan aprender esta lección.
El diálogo con Catalunya: soluciones tras las elecciones
Una vez superada la grave crisis sanitaria del coronavirus, Sánchez está dispuesto a reactivar el próximo mes de julio la mesa de negociación con la Generalitat, que quedó suspendida tras su primera cita en febrero, para abordar la resolución del “conflicto político” en Catalunya. Ahora bien, en la Moncloa advierten que es precisamente el presidente de la Generalitat, Quim Torra, quien más recelos pone ante la reanudación del diálogo con el Gobierno central. “No quiere”, aseguran. En segundo lugar, y pese a la disposición de Sánchez a reemprender el camino donde quedó aparcado por la pandemia, consideran que será “muy difícil” alcanzar ningún avance de calado en pleno escenario preelectoral en Catalunya. “Nunca se logró ningún gran acuerdo antes de unas elecciones”, advierten. Por eso, fían la consecución de verdaderos pasos adelante en la negociación sobre Catalunya a que se celebre la prevista cita con las urnas autonómicas antes de que concluya este año y se constituya un nuevo Govern de la Generalitat. A partir de entonces, y sin las presiones de nuevas elecciones en el horizonte, será el momento, aseguran en la Moncloa, de poder “avanzar” en las soluciones.
Las elecciones catalanas: ERC, por la mínima; PSC, segundo
Los estrategas de Sánchez en la Moncloa y en Ferraz no se atreven a hacer un pronóstico certero de cuál puede ser el resultado electoral en Catalunya, una vez que Quim Torra decida la fecha de los comicios. Ahora bien, sí coinciden en pronosticar que Esquerra Republicana, en esta ocasión, puede ganar las elecciones. Aunque sea, dicen, “por la mínima”. “Pero se lo tienen que creer”, animan. La sorpresa es que, según confían, el PSC de Miquel Iceta puede ser esta vez la segunda fuerza electoral. Y relegan a la tercera posición, según sus impresiones, a JxCat. “Están en su peor momento, ni siquiera tienen candidato aún”, advierten sobre la formación de Carles Puigdemont. Este podio electoral, en todo caso, podría dar lugar a una nueva recomposición del Govern de la Generalitat.
Los presupuestos: condenados a tener cuentas
La fecha de las elecciones catalanas también puede interferir en la negociación de los presupuestos generales del Estado, que el Gobierno confía en poder presentar en octubre de manera que entren en vigor el primer día del 2021. Es muy pronto para aventurar qué formaciones se incorporarán al acuerdo presupuestario, si podrá sumarse ERC o si Ciudadanos estará dispuesto al pacto. Pero, ante las duras consecuencias económicas de la crisis del coronavirus, en la Moncloa tienen una convicción: “Estamos condenados a tener presupuestos”. No hay otra opción.
El papel de Arrimadas: el techo electoral de Ciudadanos
En la Moncloa siguen muy de cerca la evolución de Ciudadanos en el nuevo escenario político. Aseguran que Albert Rivera cometió un gran error al renunciar a ser, como muchas formaciones liberales en Europa, un “partido bisagra” para formar gobiernos. “Rivera pudo haber sido vicepresidente de por vida, de cualquier gobierno, pero quiso ser presidente y no pudo”, argumentan. Ahora ven a Inés Arrimadas dispuesta a jugar sus propias cartas. Los estrategas de Sánchez auguran un crecimiento del partido naranja. “Nunca recuperarán todo el capital que tuvieron, pero sí van a subir”, pronostican
El presidente se propone “avanzar” en Catalunya tras los comicios autonómicos
Sánchez pone rumbo a tres años sin elecciones para reconstruir España
JUAN CARLOS MERINO, MADRID
21/06/2020 02:39
“Avanzar unidos será el horizonte de los cuatro años de legislatura que tenemos por delante”, proclamó ayer Pedro Sánchez en la declaración institucional con la que despidió el estado de alarma en España. “Comienza una etapa nueva”, advirtió.
El presidente del Gobierno volvió a recordar así, con estas palabras, que su nuevo mandato apenas tiene cuatro meses de vida –fue investido el pasado enero– y que tiene ahora por delante una larga legislatura de cuatro años. Todo un aviso para navegantes que, en plena marejada provocada por la pandemia del coronavirus y sus consecuencias económicas, laborales y sociales, intentan que el nuevo Gobierno se vaya a pique cuanto antes mejor.
El proyecto político de Sánchez, según advierten sus estrategas en la Moncloa, siempre ha sido de largo recorrido, pese a las acusaciones que recibe de “tacticismo cortoplacista” y de vivir al día y como si no hubiera un mañana. De hecho, ponen como ejemplo, en ninguno de sus planes estaba previsto llegar a la Moncloa en junio del 2018 tras ganar una moción de censura contra Mariano Rajoy. Su objetivo era a largo plazo, entonces con la vista puesta en ganar las elecciones municipales y europeas del 2019. Pero la sentencia de la Gürtel, que señaló al Partido Popular como partícipe a título lucrativo de esta trama de corrupción, se cruzó en el camino y precipitó los tiempos.
Ahora, aseguran sus asesores, el presidente del Gobierno mantiene puestas las luces largas. Y, pese a la imprevista irrupción del coronavirus, que dinamitó todos los planes, y a la ofensiva de Pablo Casado para que no sobreviva a la pandemia, su calendario abarca un mandato de cuatro años. Con un paréntesis de tres años sin elecciones, desde que, tras la cita con las urnas en el País Vasco y Galicia, se celebren los comicios previstos en Catalunya hasta las próximas municipales del año 2023. Un tiempo de “estabilidad” precioso: “Aire limpio”, ansían.
En este plazo sin interferencias electorales es donde, aseguran en la Moncloa, Sánchez podrá afrontar las “grandes transformaciones” que consideran necesarias para reconstruir España y también para avanzar en la resolución del enquistado conflicto político en Catalunya, desde una imprescindible estabilidad política. Entre otras cuestiones.
El líder del PP: una fallida estrategia de tensión
A esta “incomprensión” sobre los tiempos de la nueva legislatura atribuyen en la Moncloa el principal “error estratégico” de Pablo Casado. El líder del PP desató una dura ofensiva de confrontación contra el Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos con la convicción, piensan los socialistas, de que sería flor de un día. Y ahora, advierten, trata de “derrocar” a Sánchez aprovechando la crisis del coronavirus y sus duras consecuencias económicas. “Sin éxito”, aseguran. Al jefe del principal partido de la oposición, piensan, sólo le tocaría recoger velas, moderar su discurso y buscar acuerdos con el Gobierno. “No va a poder mantener esta tensión eternamente”, advierten en la Moncloa sobre Casado. Recuerdan que también Mariano Rajoy emprendió una durísima oposición contra José Luis Rodríguez Zapatero en el 2004, acusándole hasta de haber “traicionado a los muertos” por negociar con ETA, y que en el 2008 hubo de modular su estrategia ante la reelección del líder del PSOE como presidente del Gobierno. Al líder del PP le recetan aprender esta lección.
El diálogo con Catalunya: soluciones tras las elecciones
Una vez superada la grave crisis sanitaria del coronavirus, Sánchez está dispuesto a reactivar el próximo mes de julio la mesa de negociación con la Generalitat, que quedó suspendida tras su primera cita en febrero, para abordar la resolución del “conflicto político” en Catalunya. Ahora bien, en la Moncloa advierten que es precisamente el presidente de la Generalitat, Quim Torra, quien más recelos pone ante la reanudación del diálogo con el Gobierno central. “No quiere”, aseguran. En segundo lugar, y pese a la disposición de Sánchez a reemprender el camino donde quedó aparcado por la pandemia, consideran que será “muy difícil” alcanzar ningún avance de calado en pleno escenario preelectoral en Catalunya. “Nunca se logró ningún gran acuerdo antes de unas elecciones”, advierten. Por eso, fían la consecución de verdaderos pasos adelante en la negociación sobre Catalunya a que se celebre la prevista cita con las urnas autonómicas antes de que concluya este año y se constituya un nuevo Govern de la Generalitat. A partir de entonces, y sin las presiones de nuevas elecciones en el horizonte, será el momento, aseguran en la Moncloa, de poder “avanzar” en las soluciones.
Las elecciones catalanas: ERC, por la mínima; PSC, segundo
Los estrategas de Sánchez en la Moncloa y en Ferraz no se atreven a hacer un pronóstico certero de cuál puede ser el resultado electoral en Catalunya, una vez que Quim Torra decida la fecha de los comicios. Ahora bien, sí coinciden en pronosticar que Esquerra Republicana, en esta ocasión, puede ganar las elecciones. Aunque sea, dicen, “por la mínima”. “Pero se lo tienen que creer”, animan. La sorpresa es que, según confían, el PSC de Miquel Iceta puede ser esta vez la segunda fuerza electoral. Y relegan a la tercera posición, según sus impresiones, a JxCat. “Están en su peor momento, ni siquiera tienen candidato aún”, advierten sobre la formación de Carles Puigdemont. Este podio electoral, en todo caso, podría dar lugar a una nueva recomposición del Govern de la Generalitat.
Los presupuestos: condenados a tener cuentas
La fecha de las elecciones catalanas también puede interferir en la negociación de los presupuestos generales del Estado, que el Gobierno confía en poder presentar en octubre de manera que entren en vigor el primer día del 2021. Es muy pronto para aventurar qué formaciones se incorporarán al acuerdo presupuestario, si podrá sumarse ERC o si Ciudadanos estará dispuesto al pacto. Pero, ante las duras consecuencias económicas de la crisis del coronavirus, en la Moncloa tienen una convicción: “Estamos condenados a tener presupuestos”. No hay otra opción.
El papel de Arrimadas: el techo electoral de Ciudadanos
En la Moncloa siguen muy de cerca la evolución de Ciudadanos en el nuevo escenario político. Aseguran que Albert Rivera cometió un gran error al renunciar a ser, como muchas formaciones liberales en Europa, un “partido bisagra” para formar gobiernos. “Rivera pudo haber sido vicepresidente de por vida, de cualquier gobierno, pero quiso ser presidente y no pudo”, argumentan. Ahora ven a Inés Arrimadas dispuesta a jugar sus propias cartas. Los estrategas de Sánchez auguran un crecimiento del partido naranja. “Nunca recuperarán todo el capital que tuvieron, pero sí van a subir”, pronostican