Ciertamente, nunca ha resultado tan fácil no solamente escribir contra Pedro Sánchez sino también un entretenimiento en las tertulias, en las que todo vale, fiel reflejo de lo que sucede en las Cortes, que se han convertido, en todo tipo de insultos, menos en el lugar de la soberanía popular, pues los mismos diputados de la oposición de derechas las han convertido en lo último que se podría esperar.
Haga Pedro lo que haga habrá muchos escribidores y tertulianos que jamás reconocerán algo positivo de su gobierno para con los españoles, siempre darán la vuelta a la tortilla para sacar agua aunque el pozo esté vacío. Es tanta la inquina que se le tiene que hablar de los calificativos que se le aplican daría para un amplio artículo.
Muchos de los que escriben y tertulianos a diario nunca creerán que el paro ha bajado de los tres millones. Bueno, para eso está el Sr. Feijóo, que habla de manipulación de las cifras y se queda tan ancho, como un escribidor o un tertuliano más, y nadie le recuerda los parados cuando gobernaba el PP. Eso es pasado, como diría su presidente; ni tampoco recuerdan que el número de trabajadores no se aproximaba a los más de veinte millones de la actualidad.
Hablar mal de Pedro Sánchez se ha convertido en una especie de deporte nacional, deporte aplaudido por quienes vomitan insultos y otras lindezas, y que son incapaces de reconocer cualquier avance, aunque sea revalorizar las pensiones con el IPC, o la subida del SMI a los mil euros, y ya no digamos el IMV, que sirve para que haya gente que pueda salir del pozo en que se encuentra y hacer una vida más digna.
A Pedro Sánchez se le pinta como a ese ogro que hay que eliminar cuanto antes, y no se cansan de decir que nos va a llevar a la ruina, pero son incapaces de reconocer que la Reforma Laboral está consiguiendo unos resultados espectaculares en cuanto a contratos indefinidos y la bajada del paro, creando trabajo de calidad.
Sería buena una reflexión de lo que habría sido este país con otro gobierno en una situación de pandemia, de un volcán destructor, una guerra en Europa, la nevada Filomena… en donde Pedro Sánchez ha demostrado sensibilidad y capacidad para enfrentarse con soluciones reales, amparando a todos para que nadie se quede atrás, y yendo por Europa proponiendo soluciones que mientras tanto otros se encargaban de intentar boicotearlas, esos otros que se dicen “patriotas”.
Es vomitivo, en ocasiones, ponerse delante del televisor o leer ciertas cuestiones, sin sonrojarse de un tratamiento que no tiene que ver con la realidad, que es una realidad inventada de insultos, que nada tiene que ver con lo que es gobernar, pues en lo que llevamos de democracia, nunca ha habido un gobierno tan activo como el actual, con un trabajo intenso, aprobando leyes y decretos capaces de hacer más fácil la vida de los españoles.
A Pedro Sánchez no se le perdona que a través de una moción de censura cambiara el rumbo de la historia, y no se ha reparado en medios para desde el minuto uno tumbarle, con todo tipo de insultos, todo vale, aunque intente poner medios para aliviar el precio de la luz o de las gasolinas, y provocan a los camioneros o a quien sea necesario, es el objetivo, no importa que salga el presidente de una gran compañía eléctrica y llame tontos a los usuarios. No, hay que seguir con el deporte del insulto a ver si se cansa, hay elecciones y vienen los “míos”, aunque los “míos” sean esos que luego nos engañan, y sino que se lo pregunten a los taxistas de Madrid que están de uñas con la Sra. Ayuso.
Pedro Sánchez, y el gobierno de coalición, están haciendo una labor positiva para la nación, y Sánchez es un presidente reconocido a nivel europeo y mundial, y ahora la UE se fija en las medidas que Portugal y España solicitaron en el tema de la luz y que quieren aplicar, y ya no digamos la propuesta para que a través del sur de España utilizar el gas de paso para el resto de Europa.
No hay tema que Pedro Sánchez se deje en el tintero, y da la cara, cosa que otros no hicieron, y ahí quedó el escaño vacío de un expresidente que no fue siquiera capaz de defenderse en la moción de censura, y que se pasó toda la tarde en el bar para aliviar las penas.
Podría estar escribiendo bastante más de un presidente del que no puedo hablar mal, por mucho que digan si es tal o cual, será tal y cual para unos, pero para otros es alguien que se necesitaba, y que no pasa de los problemas reales, a pesar de los agoreros que aunque vean que es blanco y en botella, dirán que es café.
Alberto González González del periódico El Español
Haga Pedro lo que haga habrá muchos escribidores y tertulianos que jamás reconocerán algo positivo de su gobierno para con los españoles, siempre darán la vuelta a la tortilla para sacar agua aunque el pozo esté vacío. Es tanta la inquina que se le tiene que hablar de los calificativos que se le aplican daría para un amplio artículo.
Muchos de los que escriben y tertulianos a diario nunca creerán que el paro ha bajado de los tres millones. Bueno, para eso está el Sr. Feijóo, que habla de manipulación de las cifras y se queda tan ancho, como un escribidor o un tertuliano más, y nadie le recuerda los parados cuando gobernaba el PP. Eso es pasado, como diría su presidente; ni tampoco recuerdan que el número de trabajadores no se aproximaba a los más de veinte millones de la actualidad.
Hablar mal de Pedro Sánchez se ha convertido en una especie de deporte nacional, deporte aplaudido por quienes vomitan insultos y otras lindezas, y que son incapaces de reconocer cualquier avance, aunque sea revalorizar las pensiones con el IPC, o la subida del SMI a los mil euros, y ya no digamos el IMV, que sirve para que haya gente que pueda salir del pozo en que se encuentra y hacer una vida más digna.
A Pedro Sánchez se le pinta como a ese ogro que hay que eliminar cuanto antes, y no se cansan de decir que nos va a llevar a la ruina, pero son incapaces de reconocer que la Reforma Laboral está consiguiendo unos resultados espectaculares en cuanto a contratos indefinidos y la bajada del paro, creando trabajo de calidad.
Sería buena una reflexión de lo que habría sido este país con otro gobierno en una situación de pandemia, de un volcán destructor, una guerra en Europa, la nevada Filomena… en donde Pedro Sánchez ha demostrado sensibilidad y capacidad para enfrentarse con soluciones reales, amparando a todos para que nadie se quede atrás, y yendo por Europa proponiendo soluciones que mientras tanto otros se encargaban de intentar boicotearlas, esos otros que se dicen “patriotas”.
Es vomitivo, en ocasiones, ponerse delante del televisor o leer ciertas cuestiones, sin sonrojarse de un tratamiento que no tiene que ver con la realidad, que es una realidad inventada de insultos, que nada tiene que ver con lo que es gobernar, pues en lo que llevamos de democracia, nunca ha habido un gobierno tan activo como el actual, con un trabajo intenso, aprobando leyes y decretos capaces de hacer más fácil la vida de los españoles.
A Pedro Sánchez no se le perdona que a través de una moción de censura cambiara el rumbo de la historia, y no se ha reparado en medios para desde el minuto uno tumbarle, con todo tipo de insultos, todo vale, aunque intente poner medios para aliviar el precio de la luz o de las gasolinas, y provocan a los camioneros o a quien sea necesario, es el objetivo, no importa que salga el presidente de una gran compañía eléctrica y llame tontos a los usuarios. No, hay que seguir con el deporte del insulto a ver si se cansa, hay elecciones y vienen los “míos”, aunque los “míos” sean esos que luego nos engañan, y sino que se lo pregunten a los taxistas de Madrid que están de uñas con la Sra. Ayuso.
Pedro Sánchez, y el gobierno de coalición, están haciendo una labor positiva para la nación, y Sánchez es un presidente reconocido a nivel europeo y mundial, y ahora la UE se fija en las medidas que Portugal y España solicitaron en el tema de la luz y que quieren aplicar, y ya no digamos la propuesta para que a través del sur de España utilizar el gas de paso para el resto de Europa.
No hay tema que Pedro Sánchez se deje en el tintero, y da la cara, cosa que otros no hicieron, y ahí quedó el escaño vacío de un expresidente que no fue siquiera capaz de defenderse en la moción de censura, y que se pasó toda la tarde en el bar para aliviar las penas.
Podría estar escribiendo bastante más de un presidente del que no puedo hablar mal, por mucho que digan si es tal o cual, será tal y cual para unos, pero para otros es alguien que se necesitaba, y que no pasa de los problemas reales, a pesar de los agoreros que aunque vean que es blanco y en botella, dirán que es café.
Alberto González González del periódico El Español