Ahora que llega la Navidad, se va dando cuenta uno, de la cantidad de mentiras y engaños que tiene nuestra sociedad de consumo. Madrid se viste de luces su zona céntrica, incluido el Barrio de Salamanca. Mientras tanto, los pisos se siguen despropiando a las clases más desfavorecidas. Las calles del centro se llenan de gente, unos para deleitar compras y comidas, y otros para ver como transcurre este final del año, 2013. Los atascos se multiplican, mientras los autobuses circulan a tope de personas. Madrid es hoy por hoy el reflejo de nuestra sociedad. Que siente bajo sus pies el drama del paro. La falta de interés de arreglar la educación, No digamos de la Sanidad Publica, que hasta hace dos días funcionaba bastante bien. Hoy todo lo que el gobierno privatiza, nos resulta mucho más caro y peor. Eso si arreglando la economía a sus amigos del entorno, a cuenta del sufrido ciudadano, como es actualmente la electricidad. Donde los políticos se enchufan en los altos cargos de las compañías.
Todo esto y mucho más lo sabemos la mayoría de la población, pero nos sentimos desbordados, por tantos chupópteros dentro del sistema. Hasta los jubilados se ven cada día peor, y eso se nota cuando se habla con ellos de la economía familiar. No se que solución tiene este mal momento, pero con los corruptos mejor no fiarse de ellos.
Todo esto y mucho más lo sabemos la mayoría de la población, pero nos sentimos desbordados, por tantos chupópteros dentro del sistema. Hasta los jubilados se ven cada día peor, y eso se nota cuando se habla con ellos de la economía familiar. No se que solución tiene este mal momento, pero con los corruptos mejor no fiarse de ellos.
Sr. CANTALAPIEDRA: A LA HIPOCRESIA DEL PUEBLO ESPAÑOL, hipocresía real y verdadera, tentríamos que añadir la ALTANERÍA Y PICARESCA de nuestro pueblo. Por regla general siempre se tendió a vivir del cuento.
Un saludo.
Un saludo.