Adiós al 'Impuesto de la muerte'
Los británicos entierran una de las medidas más polémicas // En España, el Gobierno está introduciendo cambios más tímidos para incentivar la inversión en fondos de pensiones
Los británicos están a punto de enterrar el llamado impuesto de la muerte. Los pensionistas podrán dejar en herencia a sus familiares todo aquel dinero ahorrado que no hayan gastado antes de su muerte sin necesidad de pagar el polémico 55% de impuesto. Además van a poder usar sus planes de pensiones como una cuenta de ahorro ya que podrán sacar su dinero cuando quieran. Son medidas populistas del Gobierno de Cameron que entrarán en vigor en breve y que persiguen incentivar el ahorro a largo plazo a través de planes privados eliminando trabas.
Hasta ahora los jubilados podían retirar sus fondos pero sólo en una ocasión. De acuerdo a los nuevos planes, podrían hacerlo en varias ocasiones, y no tendrán que pagar impuestos sobre el primer 25% de sus ahorros recuperados. El Ministro de Hacienda, asegura que los ciudadanos podrán tomar ventaja del plan de reforma de pensiones del gobierno para “acceder lo mucho o lo poco que quieran” de sus ahorros. El objetivo de la medida es también reactivar la inversión y el gasto.
Los críticos de la medida creen que esto abre la puerta a que los ciudadanos del país puedan tener problemas de liquidez si se gastan todos sus ahorros rápidamente. Pero los defensores argumentan que las pensiones estatales del gobierno asegurarían que la gente de mayor edad siempre tendrá un ‘colchón de seguridad’ en el que caer si se gastan gran parte de sus ahorros. Una afirmación que contrasta con los problemas estructurales de viabilidad que presentar muchos sistemas de pensiones occidentales.
[También de interés: Cobrar una pension razonable en el futuro, ¿una misión imposible?]
En España, el Gobierno está introduciendo cambios más tímidos para incentivar la inversión en fondos de pensiones. Con el nuevo IRPF va a permitir a los titulares de fondos que puedan retirar al cabo de 10 años su dinero, sin esperar a la jubilación. Además va crear el llamado Plan de Ahorro 5 una cuenta de ahorro (que también podrá adoptar la forma de seguro), donde el ahorrador podrá realizar aportaciones de 5.000 euros anuales que no podrán ser retiradas hasta cinco años después. La gracia es que, a cambio, los intereses generados gozarán de exención fiscal.
Nada va a cambiar sin embargo por ahora en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Es un impuesto parcialmente cedido a las comunidades autónomas, que realizan la recaudación, la gestión y determinadas competencias normativas. Para calcular la cuota tributaria que debe hacerse efectiva, a la base liquidable se le aplica el porcentaje que en su caso haya establecido la Comunidad Autónoma correspondiente, y en su defecto, el que figura en la escala establecida en la ley nacional (que oscila entre 7,65% y el 34%).
Adiós al 'Impuesto de la muerte'
Los británicos entierran una de las medidas más polémicas // En España, el Gobierno está introduciendo cambios más tímidos para incentivar la inversión en fondos de pensiones
Los británicos están a punto de enterrar el llamado impuesto de la muerte. Los pensionistas podrán dejar en herencia a sus familiares todo aquel dinero ahorrado que no hayan gastado antes de su muerte sin necesidad de pagar el polémico 55% de impuesto. Además van a poder usar sus planes de pensiones como una cuenta de ahorro ya que podrán sacar su dinero cuando quieran. Son medidas populistas del Gobierno de Cameron que entrarán en vigor en breve y que persiguen incentivar el ahorro a largo plazo a través de planes privados eliminando trabas.
Hasta ahora los jubilados podían retirar sus fondos pero sólo en una ocasión. De acuerdo a los nuevos planes, podrían hacerlo en varias ocasiones, y no tendrán que pagar impuestos sobre el primer 25% de sus ahorros recuperados. El Ministro de Hacienda, asegura que los ciudadanos podrán tomar ventaja del plan de reforma de pensiones del gobierno para “acceder lo mucho o lo poco que quieran” de sus ahorros. El objetivo de la medida es también reactivar la inversión y el gasto.
Los críticos de la medida creen que esto abre la puerta a que los ciudadanos del país puedan tener problemas de liquidez si se gastan todos sus ahorros rápidamente. Pero los defensores argumentan que las pensiones estatales del gobierno asegurarían que la gente de mayor edad siempre tendrá un ‘colchón de seguridad’ en el que caer si se gastan gran parte de sus ahorros. Una afirmación que contrasta con los problemas estructurales de viabilidad que presentar muchos sistemas de pensiones occidentales.
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En España, el Gobierno está introduciendo cambios más tímidos para incentivar la inversión en fondos de pensiones. Con el nuevo IRPF va a permitir a los titulares de fondos que puedan retirar al cabo de 10 años su dinero, sin esperar a la jubilación. Además va crear el llamado Plan de Ahorro 5 una cuenta de ahorro (que también podrá adoptar la forma de seguro), donde el ahorrador podrá realizar aportaciones de 5.000 euros anuales que no podrán ser retiradas hasta cinco años después. La gracia es que, a cambio, los intereses generados gozarán de exención fiscal.
Nada va a cambiar sin embargo por ahora en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Es un impuesto parcialmente cedido a las comunidades autónomas, que realizan la recaudación, la gestión y determinadas competencias normativas. Para calcular la cuota tributaria que debe hacerse efectiva, a la base liquidable se le aplica el porcentaje que en su caso haya establecido la Comunidad Autónoma correspondiente, y en su defecto, el que figura en la escala establecida en la ley nacional (que oscila entre 7,65% y el 34%).