Mi modesta opinión es que la política no debería ser una profesión sino una etapa en la vida de una persona que tiene la inquietud de mejorar su entorno y el de sus semejantes, que expone sus ideas en una campaña electoral respetuosa, sin mirar a los lados y si resulta elegido, desarrollarlas en una o dos candidaturas, si hace falta, siempre dentro de la moderación y el respeto a los demás que para eso es el administrador y después dejarle el sitio a valores nuevos que surjan. Ese seria mi político ideal, de la ideología que sea.