Tenso encontronazo entre Espinosa y Calvo en el Congreso a cuenta del "lenguaje inclusivo"
Iván Espinosa de los Monteros se ha referido a Carmen Calvo como "señora vicepresidente", durante la sesión de control al Gobierno.
Libertad Digital-2021-02-24.
Apenas unas horas después del debate sobre la Ley de violencia intrafamiliar que Vox propuso ayer en el Congreso, la Cámara ha vuelto a acoger un tenso rifirrafe, esta vez entre la vicepresidenta, Carmen Calvo, y el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, a cuenta de las políticas de género.
Calvo reprochaba a Espinosa haberse dirigido a ella de forma reiterada como "vicepresidente", en lugar de utilizar el femenino "vicepresidenta", a lo que Espinosa le respondía: "Les quiero refrescar un concepto que es el participio activo: el ente que influye es influyente, no influyenta".
El portavoz de Vox tiraba después de ironía para responder a la reclamación de Calvo: "Si quiere que utilice el lenguaje inclusivo, lo haré. Socialistas y socialistos, altos cargos y altas cargas, el que preside es presidente y la que vicepreside es vicepresidenta. No nos van a imponer su forma de hablar", remataba Espinosa, que recordaba que ambas formas están aceptadas y, por tanto, empleará las dos.
"Por razones de cortesía voy a contestar esta pregunta a toda la Cámara puesto que soy una mujer vicepresidenta primera del Gobierno", respondía Calvo, a lo que el diputado optaba por arremeter contra ella: "Su profesor de lengua debe estar revolviéndose del dolor. No existe el participio activo masculino y femenino", concluía entre aplausos de su grupo parlamentario.
Iván Espinosa de los Monteros se ha referido a Carmen Calvo como "señora vicepresidente", durante la sesión de control al Gobierno.
Libertad Digital-2021-02-24.
Apenas unas horas después del debate sobre la Ley de violencia intrafamiliar que Vox propuso ayer en el Congreso, la Cámara ha vuelto a acoger un tenso rifirrafe, esta vez entre la vicepresidenta, Carmen Calvo, y el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, a cuenta de las políticas de género.
Calvo reprochaba a Espinosa haberse dirigido a ella de forma reiterada como "vicepresidente", en lugar de utilizar el femenino "vicepresidenta", a lo que Espinosa le respondía: "Les quiero refrescar un concepto que es el participio activo: el ente que influye es influyente, no influyenta".
El portavoz de Vox tiraba después de ironía para responder a la reclamación de Calvo: "Si quiere que utilice el lenguaje inclusivo, lo haré. Socialistas y socialistos, altos cargos y altas cargas, el que preside es presidente y la que vicepreside es vicepresidenta. No nos van a imponer su forma de hablar", remataba Espinosa, que recordaba que ambas formas están aceptadas y, por tanto, empleará las dos.
"Por razones de cortesía voy a contestar esta pregunta a toda la Cámara puesto que soy una mujer vicepresidenta primera del Gobierno", respondía Calvo, a lo que el diputado optaba por arremeter contra ella: "Su profesor de lengua debe estar revolviéndose del dolor. No existe el participio activo masculino y femenino", concluía entre aplausos de su grupo parlamentario.
TRIANA. Muchos políticos necesitan un buen libro de ortografía de la lengua española. Tengo un libro de la Real Academia Española del año 2010. Espinosa de los Monteros tiene toda la razón.
Un saludo.
Un saludo.
Ángel para levantar la mano no hace falta ningún libro.
Muchos solo están para cuando el jefe dice quienes están de acuerdo
y levantan la mano o para hacer palmas y menear la cabeza y reirle
la gracia cundo le dice algo gracioso a la oposición.
NO CREO QUE PARA ESTO SEA NECESARIO UN LIBRO, cualquiera por muy analfaveto que sea sabe hacerlo.
Muchos solo están para cuando el jefe dice quienes están de acuerdo
y levantan la mano o para hacer palmas y menear la cabeza y reirle
la gracia cundo le dice algo gracioso a la oposición.
NO CREO QUE PARA ESTO SEA NECESARIO UN LIBRO, cualquiera por muy analfaveto que sea sabe hacerlo.
UN LIBRO SI ES NECESARIO, al menos para saber que "analfabeto" se escribe con B y poder insultar con propiedad y cultura y no resultar gracioso sin tan siquiera intentarlo.