"Sánchez, Podemos y los separatistas han declarado la guerra civil y quieren echar a Felipe VI"
No por esperado el bofetón alemán a España ha dolido menos.
Pilar Díez -2018-07-13.
El Mundo suelta tortazos a todo Cristo. En el título, al Gobierno. "Sánchez acepta juzgar a Puigdemont por delito menor y Llarena se planta". En el antetítulo, al tribunalcillo alemán. "La Justicia alemana humilla al Tribunal Supremo". En el editorial no oculta el cabreo inmenso, pese a que decisiones anteriores apuntaban maneras. "El proceso de integración judicial en territorio comunitario recibió ayer un varapalo con la decisión del Tribunal Superior de Schleswing-Holstein de limitar la extradición de Puigdemont por el delito de malversación, descartando el de rebelión. Resulta inaudito y lamentable". "El Tribunal Supremo no aceptará la entrega de Puigdemont solo por malversación", qué se han creído los alemanes. Que se lo coman con patatas. No hay que descartar que se dedique a fomentar sediciones en Alemania en vista de lo condescendientes que son con los golpes secesionistas. Francisco Rosell no da crédito al auto del tribunal diciendo que no hubo "perturbación del orden público". Los jueces esos no tiene ni puñetera idea de lo que pasa aquí. ¿Se han enterado los tíos esos de que el propio juez está amenazado? "Asimismo, el hecho de que nieguen que Puigdemont ejerciera de 'líder espiritual' de la asonada secesionista y consideren que éste sólo quería 'negociar' con el Gobierno no puede considerarse más que un insulto a la inteligencia". Es obvia la complicidad con los separatistas. "Mientras el independentismo arremete contra la Justicia española, el Gobierno acepta mansamente juzgar a Puigdemont por un delito menor (…) El Gobierno no puede enmudecer cuando se pone en entredicho el sistema judicial", como hacía Rajoy. "Puigdemont no quería negociar nada. Se alzó contra el orden constitucional, lo que constituye un delito gravísimo que no puede quedar impune". A ver si los jueces alemanes en lugar de echar un pulso a los españoles se informan un poco. El articulista Tsevan Rabtan es partidario de dejarse humillar porque "la euroorden es mucho más importante que Puigdemont". Los alemanes "a lo mejor nos miran por encima del hombro", pero "no deberíamos salirnos de un espacio de seguridad compartido". No nos salimos, Alemania nos ha echado. Federico Jiménez Losantos explica el torrente de cosas sobre Corinna y el Rey con el que nos están bombardeando esta semana algunos medios de comunicación. "El que no vea que los tres pasos para liquidar, con la Corona, el régimen constitucional, son: 1/ sacar a Franco de su tumba; 2/ echar a Felipe VI como heredero de Juan Carlos y de Franco, que es el último obstáculo para la república popular, que, sin pasar por las urnas, ya se ha instalado en el Gobierno, está ciego o no quiere ver". "Sánchez, con Podemos y toda la patulea separatista, ha declaro la guerra civil a la sociedad civil, a nuestra nación. Y como no hay oposición, el ultimo obstáculo es el Rey", atacan al Emérito "para echar a Felipe VI, precisamente porque no lo tienen pillado por la bragueta o el bolsillo". No lo tendrán fácil.
El País anuncia la derrota. "El Supremo pierde la batalla para juzgar a Puigdemont por rebelión". Por un día dejan de lado los lametones a Sánchez y recuperan un poquito de dignidad. Un poquito, eh, no vayan a leer con avidez y se lleven un chasco. "Una errónea aplicación de la euroorden por parte del tribunal alemán somete a la justicia española a una fuerte presión y cuestiona el principio europeo de reconocimiento mutuo de las decisiones judiciales en el seno de la UE". Vamos, que los supremacistas alemanes se identifican con los supremacistas catalanes y creen que nos pueden dar lecciones. "Analizar la documentación aportada por el juez Pablo Llarena y eximir a Puigdemont del delito de rebelión en una extralimitación de su funciones", y así lo ha entendido la fiscalía de Alemania, "que parece comprender mejor que sus jueces la naturaleza de la euroorden", toma hostión a los listillos del land germano. El desbarre alemán "sitúa al sistema judicial español en un callejón sin salida". Alemania "ha desvirtuado ese gran avance europeo que es la euroorden". Alemania se ha cargado algo más. No perdonaremos esta ofensa gratuita.
ABC dice que ni hablar de rendirse, que la justicia española no se dejará pisotear por unos juececillos de poca monta. "Llarena peleará en la UE hasta juzgar a Puigdemont por rebelión". Y si no, que se lo queden por allí esparciendo el veneno nacionalista. Dice el editorial que se trata de una "pésima noticia para nuestra democracia y nuestro sistema judicial", una "victoria moral para el separatismo" y "ofensivo para nuestro sistema de garantías" y para el Supremo. "La decisión de la justicia germana es grave porque no solo desautoriza de forma alarmante a nuestros tribunales sino que asesta un duro golpe a la euroorden. El separatismo intentó dar un golpe de Estado en Cataluña mediante una innegable rebelión contra la leyes de un Estado democrático y de derecho". Y los jueces alemanes lo saben perfectamente, el problema es que respaldan a los golpistas. Carlos Herrera anima a los independentistas alemanes a rebelarse tras el "mamoneo judicial que viene a dictaminar que España es una especie de estado medio africano al que hay que tratar con paternalismo, desprecio y condescendencia". Que nos quieren instruir las causas judiciales, vaya, cuatro pelagatos de un land a nuestro Tribunal Supremo. En justa reciprocidad, España no reconoce autoridad alguna a la justicia alemana. Que se vayan a tomar viento fresco con sus golpistas.
La Razón dice que "el Supremo condena a Puigdemont al exilio". Qué paz. Frente a un sosón y descafeinado editorial de Marhuenda –"las consideraciones de entrega son inaceptables", "es preciso que las autoridades españolas emprendan una labor de comunicación"–, Julio Valdeón pone el dedo en la llaga. Lo del tribunal alemán es una "vergüenza" que "liquida la confianza entre Estados y con ella la euroorden". Hiede a distancia el "prejuicio nacido de la Leyenda Negra y el que infecta a los llamados PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España), más la herencia de la Guerra Civil y un franquismo que no cesa a ojos de quienes parecen limpios de turbulencias históricas provocadas por sus abuelos". Vamos, que Alemania se olvida de Hitler y los nazis, que hicieron bastante más daño que el franquismo.
La Vanguardia dice que "Llarena se plantea renunciar a la extradición de Puigdemont". Dos artículos dan la razón a Federico en su teoría de que van a por el Rey. El de Enric Juliana, que dice que fue el discurso del Rey del 3 de octubre el causante de todo y el de Rahola, que además de cantar "victoria", califica de "bofetada cósmica" a Llarena, a la justicia y al Rey la decisión alemana. " ¿Cómo queda ahora Felipe VI?", se pregunta. " ¿Y cómo mantendrá la fiscalía general el relato de la rebelión?". Pues comiendo, Rahola. España no es una colonia alemana ni está supeditada a lo que decidan unos jueces prejuiciosos, provincianos y chulescos. Que se queden con su Puchi y con su pan se lo coman. En el pecado llevarán la penitencia.
No por esperado el bofetón alemán a España ha dolido menos.
Pilar Díez -2018-07-13.
El Mundo suelta tortazos a todo Cristo. En el título, al Gobierno. "Sánchez acepta juzgar a Puigdemont por delito menor y Llarena se planta". En el antetítulo, al tribunalcillo alemán. "La Justicia alemana humilla al Tribunal Supremo". En el editorial no oculta el cabreo inmenso, pese a que decisiones anteriores apuntaban maneras. "El proceso de integración judicial en territorio comunitario recibió ayer un varapalo con la decisión del Tribunal Superior de Schleswing-Holstein de limitar la extradición de Puigdemont por el delito de malversación, descartando el de rebelión. Resulta inaudito y lamentable". "El Tribunal Supremo no aceptará la entrega de Puigdemont solo por malversación", qué se han creído los alemanes. Que se lo coman con patatas. No hay que descartar que se dedique a fomentar sediciones en Alemania en vista de lo condescendientes que son con los golpes secesionistas. Francisco Rosell no da crédito al auto del tribunal diciendo que no hubo "perturbación del orden público". Los jueces esos no tiene ni puñetera idea de lo que pasa aquí. ¿Se han enterado los tíos esos de que el propio juez está amenazado? "Asimismo, el hecho de que nieguen que Puigdemont ejerciera de 'líder espiritual' de la asonada secesionista y consideren que éste sólo quería 'negociar' con el Gobierno no puede considerarse más que un insulto a la inteligencia". Es obvia la complicidad con los separatistas. "Mientras el independentismo arremete contra la Justicia española, el Gobierno acepta mansamente juzgar a Puigdemont por un delito menor (…) El Gobierno no puede enmudecer cuando se pone en entredicho el sistema judicial", como hacía Rajoy. "Puigdemont no quería negociar nada. Se alzó contra el orden constitucional, lo que constituye un delito gravísimo que no puede quedar impune". A ver si los jueces alemanes en lugar de echar un pulso a los españoles se informan un poco. El articulista Tsevan Rabtan es partidario de dejarse humillar porque "la euroorden es mucho más importante que Puigdemont". Los alemanes "a lo mejor nos miran por encima del hombro", pero "no deberíamos salirnos de un espacio de seguridad compartido". No nos salimos, Alemania nos ha echado. Federico Jiménez Losantos explica el torrente de cosas sobre Corinna y el Rey con el que nos están bombardeando esta semana algunos medios de comunicación. "El que no vea que los tres pasos para liquidar, con la Corona, el régimen constitucional, son: 1/ sacar a Franco de su tumba; 2/ echar a Felipe VI como heredero de Juan Carlos y de Franco, que es el último obstáculo para la república popular, que, sin pasar por las urnas, ya se ha instalado en el Gobierno, está ciego o no quiere ver". "Sánchez, con Podemos y toda la patulea separatista, ha declaro la guerra civil a la sociedad civil, a nuestra nación. Y como no hay oposición, el ultimo obstáculo es el Rey", atacan al Emérito "para echar a Felipe VI, precisamente porque no lo tienen pillado por la bragueta o el bolsillo". No lo tendrán fácil.
El País anuncia la derrota. "El Supremo pierde la batalla para juzgar a Puigdemont por rebelión". Por un día dejan de lado los lametones a Sánchez y recuperan un poquito de dignidad. Un poquito, eh, no vayan a leer con avidez y se lleven un chasco. "Una errónea aplicación de la euroorden por parte del tribunal alemán somete a la justicia española a una fuerte presión y cuestiona el principio europeo de reconocimiento mutuo de las decisiones judiciales en el seno de la UE". Vamos, que los supremacistas alemanes se identifican con los supremacistas catalanes y creen que nos pueden dar lecciones. "Analizar la documentación aportada por el juez Pablo Llarena y eximir a Puigdemont del delito de rebelión en una extralimitación de su funciones", y así lo ha entendido la fiscalía de Alemania, "que parece comprender mejor que sus jueces la naturaleza de la euroorden", toma hostión a los listillos del land germano. El desbarre alemán "sitúa al sistema judicial español en un callejón sin salida". Alemania "ha desvirtuado ese gran avance europeo que es la euroorden". Alemania se ha cargado algo más. No perdonaremos esta ofensa gratuita.
ABC dice que ni hablar de rendirse, que la justicia española no se dejará pisotear por unos juececillos de poca monta. "Llarena peleará en la UE hasta juzgar a Puigdemont por rebelión". Y si no, que se lo queden por allí esparciendo el veneno nacionalista. Dice el editorial que se trata de una "pésima noticia para nuestra democracia y nuestro sistema judicial", una "victoria moral para el separatismo" y "ofensivo para nuestro sistema de garantías" y para el Supremo. "La decisión de la justicia germana es grave porque no solo desautoriza de forma alarmante a nuestros tribunales sino que asesta un duro golpe a la euroorden. El separatismo intentó dar un golpe de Estado en Cataluña mediante una innegable rebelión contra la leyes de un Estado democrático y de derecho". Y los jueces alemanes lo saben perfectamente, el problema es que respaldan a los golpistas. Carlos Herrera anima a los independentistas alemanes a rebelarse tras el "mamoneo judicial que viene a dictaminar que España es una especie de estado medio africano al que hay que tratar con paternalismo, desprecio y condescendencia". Que nos quieren instruir las causas judiciales, vaya, cuatro pelagatos de un land a nuestro Tribunal Supremo. En justa reciprocidad, España no reconoce autoridad alguna a la justicia alemana. Que se vayan a tomar viento fresco con sus golpistas.
La Razón dice que "el Supremo condena a Puigdemont al exilio". Qué paz. Frente a un sosón y descafeinado editorial de Marhuenda –"las consideraciones de entrega son inaceptables", "es preciso que las autoridades españolas emprendan una labor de comunicación"–, Julio Valdeón pone el dedo en la llaga. Lo del tribunal alemán es una "vergüenza" que "liquida la confianza entre Estados y con ella la euroorden". Hiede a distancia el "prejuicio nacido de la Leyenda Negra y el que infecta a los llamados PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España), más la herencia de la Guerra Civil y un franquismo que no cesa a ojos de quienes parecen limpios de turbulencias históricas provocadas por sus abuelos". Vamos, que Alemania se olvida de Hitler y los nazis, que hicieron bastante más daño que el franquismo.
La Vanguardia dice que "Llarena se plantea renunciar a la extradición de Puigdemont". Dos artículos dan la razón a Federico en su teoría de que van a por el Rey. El de Enric Juliana, que dice que fue el discurso del Rey del 3 de octubre el causante de todo y el de Rahola, que además de cantar "victoria", califica de "bofetada cósmica" a Llarena, a la justicia y al Rey la decisión alemana. " ¿Cómo queda ahora Felipe VI?", se pregunta. " ¿Y cómo mantendrá la fiscalía general el relato de la rebelión?". Pues comiendo, Rahola. España no es una colonia alemana ni está supeditada a lo que decidan unos jueces prejuiciosos, provincianos y chulescos. Que se queden con su Puchi y con su pan se lo coman. En el pecado llevarán la penitencia.
TRIANA Hoy toda la prensa viene bien calentita. La comidilla es Puigdemont. Esto es una burla a España. Dejemos correr el tiempo para ver como queda la situación.
Ángel, a la vista está que cuatro pelagatos nos ningunea, creo que tenemos poco peso fuera de nuestro territorio, pues nada que se queden los alemanes con este señor y se lo coman con papas.
Muy bien, que se quede en Alemania y cuando intente volver a España que la policía le detenga y sea juzgado por nuestras leyes.
Ya ves, quitando a los separatistas que se alegran, me parece que hay muchos más que se alegran y no son separatistas.
Ya ves, quitando a los separatistas que se alegran, me parece que hay muchos más que se alegran y no son separatistas.
Exacto, que se quede en ALEMANIA o donde le de la gana, y si pisa en tierra española, detención y a juzgarle por los delitos que se le imputan.
El Presidente Sánchez, no puede hacer otra cosa que respetar las decisiones judiciales, tanto alemanas como españolas, la separación de poderes, debe ser respetada.
El Presidente Sánchez, no puede hacer otra cosa que respetar las decisiones judiciales, tanto alemanas como españolas, la separación de poderes, debe ser respetada.