El plan de Sánchez paso a paso, según Carrascal.
Crece la violencia en Cataluña sin solución a la vista.
Pilar Díez -2018-08-27.
El Mundo dice que "Los Mossos evitan unirse al Centro Antiterrrorista español". A Rosell le parece muy "triste". "Que los dirigentes separatistas estén dispuestos a perder eficacia en la lucha antiterrorista con tal de sentirse más independientes del Gobierno de España, es triste, pero no sorprende". Sobre todo porque a los Mossos el terrorismo se la trae al pairo, ellos están a otras cosas. "Tampoco sorprende, dada la estrategia de apaciguamiento de Sánchez, que Grande- Marlaska haya ofrecido a Torra la presidencia de la próxima Junta de Seguridad en Barcelona, ni que el ministro del Interior acepte tratar unas supuestas agresiones de policías a independentistas. Pero lo más triste sería que ese encuentro, precedido por tan concesivos gestos de distensión, no sirviera para que el Gobierno lograr de la Generalitat el regreso de la senda de coordinación policial y la protección de los catalanes amedrentados por el uso político de los Mossos". Pues no te quedan tristezas por pasar, Rosell.
El País dice que "Jueces y fiscales fuerzan a La Moncloa a salir en defensa del juez Llarena". Dice el editorial que la demanda de Puigdemont ante la justicia belga "no es jurídica, sino una argucia política que pretende servirse de los tribunales de ese país para arrojar dudas sobre el carácter democrático del Estado español e intentar provocar enfrentamientos o desconfianza entre las fuerzas políticas". Y digo yo: ¿quién es Bélgica para juzgar a Llarena? ¿Por qué no mandamos a freír monas a ese país guarida de forajidos? "Resulta incomprensible que las fuerzas políticas españolas, e incluso algunas instituciones como el CGPJ o la propia Abogacía del Estado no hayan advertido desde el primer instante del problema que plantea la demanda no es de naturaleza jurídica, sino política", dice evitando poner la diana sobre el verdadero responsable, el Gobierno del PSOE. "La respuesta que urge, que es la que se echa en falta, no es la que se refiere a la protección de la jurisdicción española, que ningún Gobierno dejará de asumir, sino la dirigida a desenmascarar la argucia política de Puigdemont y sus abogados". Nada, que no se atreven a interpelar directamente a Sánchez.
ABC dice que "la rebelión de jueces y fiscales obliga a Sánchez a corregir a la ministra Delgado". Dice el editorial que "la indefinición del Gobierno resulta ya desasosegante (…) El Ejecutivo sigue evitando una defensa expresa de Llarena por temor a que el independentismo se ofenda". Sánchez no sabe dónde se está metiendo. "Algo falla en el Gobierno de Sánchez, antaño fiel promotor del 155, cuando ahora hace la vista gorda sobre las agresiones a ciudadanos pacíficos que ejercen su derecho a retirar lazos, o cuando los CDR campan a sus anchas con conductas mafiosas. El separatismo ha ganado espacio con la indolencia de Sánchez" ni se rebajado la tensión ni leches, "muy al contrario, ha envalentonado a los independentistas ", de cuyos votos depende. José María Carrascal desvela el plan de Sánchez. "Primero, alcanzar el poder por los medios que sean, la mentira especialmente. Luego, arruinar el país para que sus ciudadanos, convertidos en súbditos, dependan de la limosna estatal. Por último acabar con las libertades, para que nadie se mueva". Pues va camino de conseguirlo.
La Razón dice que "los CDR lanzan un himno que insta a la violencia por la república catalana". Vamos, lo que han hecho siempre. Dice el editorial que "la violencia verbal explícita de muchos representantes del independentismo que desempeña cargos públicos está llegando a las calles de los pueblos y ciudades de Cataluña" y "la situación tiene todos los visos de ir a peor". Que la cosa iba a acabar a torta limpia se veía venir. "Una vez más, los catalanes no independentistas, que son la mayoría, comprueban la clamorosa ausencia del Estado en el Principado, mientras el separatismo aparenta omnipresencia en las calles a golpe de lazos". No solo de lazos, que le pregunten a la mujer a la que rompió la nariz un fanático lazy de un puñetazo. "De ahí que hayamos de insistir en que sólo la reconstrucción del consenso constitucionalista que hizo posible la derrota del separatismo mantuvo la institucionalidad en la región, con la aplicación del artículo 155, proporciona garantías frente a la reactivación del proceso separatista que prepara la Generalidad para este otoño, que se presume, y es de temer, caliente". Puedes insistir lo que quieras Marhuenda, pero pisa tierra: ya sólo hay una solución para Cataluña y se llama Tabarnia.
La Vanguardia dice que "El gobierno ya busca abogado para Llarena en Bruselas". No comprendo porque Llarena no le hace un corte de mangas a la justicia belga, cómplice de golpistas. Lola García, directora adjunta, ve Cataluña en un callejón sin salida. El apaciguamiento de Sánchez no ha hecho sino empeorar las cosas y "contempla con disgusto que el relato de Torra sigue siendo el de implementar la república y no descarta la unilateralidad". Y para Puigdemont sólo "hay una disyuntiva: referéndum pactado o república por la vía de los hechos, lo que conduce a un periodo de desestabilización. Conclusión: el curso político que empieza será tan complicado como el anterior". Se nota que Puchi lleva tiempo fuera de su tierra. Ni siquiera el referéndum sería ya la solución. Los catalanes están en guerra civil y ya no hay manera de pararlo. La Vanguardia y el conde de Godó tendrán el honor de ser los promotores.
Crece la violencia en Cataluña sin solución a la vista.
Pilar Díez -2018-08-27.
El Mundo dice que "Los Mossos evitan unirse al Centro Antiterrrorista español". A Rosell le parece muy "triste". "Que los dirigentes separatistas estén dispuestos a perder eficacia en la lucha antiterrorista con tal de sentirse más independientes del Gobierno de España, es triste, pero no sorprende". Sobre todo porque a los Mossos el terrorismo se la trae al pairo, ellos están a otras cosas. "Tampoco sorprende, dada la estrategia de apaciguamiento de Sánchez, que Grande- Marlaska haya ofrecido a Torra la presidencia de la próxima Junta de Seguridad en Barcelona, ni que el ministro del Interior acepte tratar unas supuestas agresiones de policías a independentistas. Pero lo más triste sería que ese encuentro, precedido por tan concesivos gestos de distensión, no sirviera para que el Gobierno lograr de la Generalitat el regreso de la senda de coordinación policial y la protección de los catalanes amedrentados por el uso político de los Mossos". Pues no te quedan tristezas por pasar, Rosell.
El País dice que "Jueces y fiscales fuerzan a La Moncloa a salir en defensa del juez Llarena". Dice el editorial que la demanda de Puigdemont ante la justicia belga "no es jurídica, sino una argucia política que pretende servirse de los tribunales de ese país para arrojar dudas sobre el carácter democrático del Estado español e intentar provocar enfrentamientos o desconfianza entre las fuerzas políticas". Y digo yo: ¿quién es Bélgica para juzgar a Llarena? ¿Por qué no mandamos a freír monas a ese país guarida de forajidos? "Resulta incomprensible que las fuerzas políticas españolas, e incluso algunas instituciones como el CGPJ o la propia Abogacía del Estado no hayan advertido desde el primer instante del problema que plantea la demanda no es de naturaleza jurídica, sino política", dice evitando poner la diana sobre el verdadero responsable, el Gobierno del PSOE. "La respuesta que urge, que es la que se echa en falta, no es la que se refiere a la protección de la jurisdicción española, que ningún Gobierno dejará de asumir, sino la dirigida a desenmascarar la argucia política de Puigdemont y sus abogados". Nada, que no se atreven a interpelar directamente a Sánchez.
ABC dice que "la rebelión de jueces y fiscales obliga a Sánchez a corregir a la ministra Delgado". Dice el editorial que "la indefinición del Gobierno resulta ya desasosegante (…) El Ejecutivo sigue evitando una defensa expresa de Llarena por temor a que el independentismo se ofenda". Sánchez no sabe dónde se está metiendo. "Algo falla en el Gobierno de Sánchez, antaño fiel promotor del 155, cuando ahora hace la vista gorda sobre las agresiones a ciudadanos pacíficos que ejercen su derecho a retirar lazos, o cuando los CDR campan a sus anchas con conductas mafiosas. El separatismo ha ganado espacio con la indolencia de Sánchez" ni se rebajado la tensión ni leches, "muy al contrario, ha envalentonado a los independentistas ", de cuyos votos depende. José María Carrascal desvela el plan de Sánchez. "Primero, alcanzar el poder por los medios que sean, la mentira especialmente. Luego, arruinar el país para que sus ciudadanos, convertidos en súbditos, dependan de la limosna estatal. Por último acabar con las libertades, para que nadie se mueva". Pues va camino de conseguirlo.
La Razón dice que "los CDR lanzan un himno que insta a la violencia por la república catalana". Vamos, lo que han hecho siempre. Dice el editorial que "la violencia verbal explícita de muchos representantes del independentismo que desempeña cargos públicos está llegando a las calles de los pueblos y ciudades de Cataluña" y "la situación tiene todos los visos de ir a peor". Que la cosa iba a acabar a torta limpia se veía venir. "Una vez más, los catalanes no independentistas, que son la mayoría, comprueban la clamorosa ausencia del Estado en el Principado, mientras el separatismo aparenta omnipresencia en las calles a golpe de lazos". No solo de lazos, que le pregunten a la mujer a la que rompió la nariz un fanático lazy de un puñetazo. "De ahí que hayamos de insistir en que sólo la reconstrucción del consenso constitucionalista que hizo posible la derrota del separatismo mantuvo la institucionalidad en la región, con la aplicación del artículo 155, proporciona garantías frente a la reactivación del proceso separatista que prepara la Generalidad para este otoño, que se presume, y es de temer, caliente". Puedes insistir lo que quieras Marhuenda, pero pisa tierra: ya sólo hay una solución para Cataluña y se llama Tabarnia.
La Vanguardia dice que "El gobierno ya busca abogado para Llarena en Bruselas". No comprendo porque Llarena no le hace un corte de mangas a la justicia belga, cómplice de golpistas. Lola García, directora adjunta, ve Cataluña en un callejón sin salida. El apaciguamiento de Sánchez no ha hecho sino empeorar las cosas y "contempla con disgusto que el relato de Torra sigue siendo el de implementar la república y no descarta la unilateralidad". Y para Puigdemont sólo "hay una disyuntiva: referéndum pactado o república por la vía de los hechos, lo que conduce a un periodo de desestabilización. Conclusión: el curso político que empieza será tan complicado como el anterior". Se nota que Puchi lleva tiempo fuera de su tierra. Ni siquiera el referéndum sería ya la solución. Los catalanes están en guerra civil y ya no hay manera de pararlo. La Vanguardia y el conde de Godó tendrán el honor de ser los promotores.