Arcadi: "El máster de Montón solo sirve para trabajar en 'El País'"
Un día plagadito de noticias, Soraya se va, Carmena se queda, otro máster… Ah, y Cataluña, claro.
Pilar Díez -2018-09-11.
El Mundo opta por el portazo de Soraya como noticia principal. "Santamaría se va y deja a Casado sin excusas para relanzar el PP". El editorial reta a Casado. "Ya no tiene excusas para no emprender el decidido camino de renovación que cumpla las expectativas depositadas en él". La información, que firma Lucía Méndez, dice que "la retirada de Soraya Sáenz de Santamaría ha sido recibida por el equipo del presidente del PP con un suspiro de alivio", no sólo, Lucía, no sólo, y que decidió largarse después de constatar "el odio que suscita en el partido y que el sorayismo no existe". Pues vaya chasco, tantos años hablando de los sorayos y resulta que no llegaban ni a la categoría de meigas. Con todo, a Casado no le está resultando nada fácil el arranque de su liderazgo. Al margen de sus propias meteduras de pata, ahora le salta un máster ajeno. "El máster Montón salpica al Gobierno". A El Mundo no le convencieron las explicaciones de la ministra de Sanidad. "Muchas dudas, pocas explicaciones". Aunque el único comentario que merece la pena resaltar sobre esta mastermanía es el que hace Arcadi Espada. "Dice la ministra Montón que no le regalaron el máster. Miente. Un máster titulado Estudios interdisciplinares de género solo se puede regalar. Da igual que una escriba un trabajo de 40 líneas, como ella, o de 1.400 palabras como sus aleladas compañeras de curso. Un máster de esa naturaleza solo sirve para trabajar en El País o para ser ministro: pocas cosas más devaluadas en nuestra época". Toma, ese es mi Arcadi, en plena forma.
El País deja caer en su titular que, como cuenta Ketty Garat en Libertad Digital, Pedro Sánchez le hará una encerrona a Casado cargándose a Montón, qué más le da a él una ministra más que menos. "Tibio respaldo del Gobierno a Montón ante la polémica por su máster". Santamaría se lleva la foto de portada. "Santamaría deja la vida política", se limita a decir. Hay que subrayar lo desagradecido que es el periódico que Soraya salvó de la ruina. Ni un editorial, ni una frase de ánimo, nada de nada. Sólo Javier Casqueiro le hace un perfil bastante frío. "Organizada, persistente, ambiciosa, preparada y trabajadora", "sin una ideología clara, se centró en el poder y rehuyó los conflictos internos que vivía el partido". Y eso que lleva siete artículos de opinión. Dos editoriales, uno para el "malestar sueco" y otro para las propiedades de la Iglesia. El Acento, que firma Jorge Marirrodriga, habla de la "inteligencia artificial". Antonio Elorza le dedica una página a los rohinya, David Trueba al envenenamiento de un antiguo espía y su hija, y Víctor Lapuente lamenta lo mucho que han cambiado los suecos desde que "se desnudaron en nuestra playas antes que nosotros". Y mira ahora, echaditos a perder.
ABC dice que "Soraya deja vía libre a Casado". "Abandona la política, no ejercerá de abogada del Estado, tampoco ficha por la empresa privada y deja la puerta abierta a volver". Pues a eso yo le llamo unas largas vacaciones, no que deja la política. Ignacio Camacho la despide con un par de tortas. "Deja al PP la herencia envenenada de un duopolio mediático que ella ayudó a construir –su otro gran error de miopía política– a la medida de sus adversarios". Bieito Rubido habla del máster de Montón en uno de sus editoriales que le pone las cosas difíciles a Casado. La ministra "tendría que haber dimitido para no dejar en evidencia a su partido (...) Lo que tarde Sánchez en hacer lo que tiene que hacer es aumentar la exposición de la ministra a un juicio público que ya tiene perdido". ¿Pedirá lo mismo ABC a Casado? Rosa Belmonte está con Arcadi y alucina con la vehemencia con que dijo la ministra, licenciada en Medicina, que ella no necesitaba el máster para currar. "Demonios, no me extraña. ¿Quién puede necesitar un máster en Estudios Interdisciplinares de Género? Eso es más inútil que la "g" de gnomo o un cenicero en una moto. Y una demostración del negocio absurdo y sacaperras de muchos estudios superiores". Un consejo a los políticos que quieran mantener su trabajo. Si tiene un máster, quémenlo.
La Razón se ha desplazado a la cárcel a entrevistar a Junqueras, que tenga voz el muchacho el día de la Diada. "Sánchez debe ser valiente y no ser otro Rajoy", dice el golpista. Que pierda cuidado, más que valiente es temerario. Soraya queda desplazada a una columna. "Santamaría deja la política y entierra el marianismo". Triste despedida para el que fue el periódico de Rajoy. Tampoco Marhuenda tiene nada qué decir de Soraya. Sólo Antonio Martín Beaumont le dirige unas palabras de despedida. "Seguirá siendo militante del PP. Un partido en el que muchos nunca la terminaron de ver como una de los suyos". ¿Militante del PP? Lástima que el voto sea secreto, porque me apostaría unas cañas a que Soraya no votará a Casado ni de coña. Ussía habla del asalto podemita a la tele pública. "Lo ha hecho como les gusta. Sin complejos y fusilando la dignidad de centenares de prestigiosos periodistas que no ofrecen sus culos al poder". Es lo único bueno de Podemos, no disimula sus fascistadas. Ya lo dejó claro Pablo Iglesias, él quiere la tele, los servicios sociales que se los quede el PSOE. Al menos ya no engañan a nadie y quien les vote sabe lo que vota. Dictadura pura y dura.
La Vanguardia sale con la Diada, como no podía ser de otra manera. "Otra Diada multitudinaria protestará por los presos". Ya saben, esa manifestación racista que todos los 11-S reúne en Barcelona a miles de fanáticos enloquecidos y cuyos cánticos y consignas ponen los pelos de punta. Como dice La Vanguardia, otra más.
Un día plagadito de noticias, Soraya se va, Carmena se queda, otro máster… Ah, y Cataluña, claro.
Pilar Díez -2018-09-11.
El Mundo opta por el portazo de Soraya como noticia principal. "Santamaría se va y deja a Casado sin excusas para relanzar el PP". El editorial reta a Casado. "Ya no tiene excusas para no emprender el decidido camino de renovación que cumpla las expectativas depositadas en él". La información, que firma Lucía Méndez, dice que "la retirada de Soraya Sáenz de Santamaría ha sido recibida por el equipo del presidente del PP con un suspiro de alivio", no sólo, Lucía, no sólo, y que decidió largarse después de constatar "el odio que suscita en el partido y que el sorayismo no existe". Pues vaya chasco, tantos años hablando de los sorayos y resulta que no llegaban ni a la categoría de meigas. Con todo, a Casado no le está resultando nada fácil el arranque de su liderazgo. Al margen de sus propias meteduras de pata, ahora le salta un máster ajeno. "El máster Montón salpica al Gobierno". A El Mundo no le convencieron las explicaciones de la ministra de Sanidad. "Muchas dudas, pocas explicaciones". Aunque el único comentario que merece la pena resaltar sobre esta mastermanía es el que hace Arcadi Espada. "Dice la ministra Montón que no le regalaron el máster. Miente. Un máster titulado Estudios interdisciplinares de género solo se puede regalar. Da igual que una escriba un trabajo de 40 líneas, como ella, o de 1.400 palabras como sus aleladas compañeras de curso. Un máster de esa naturaleza solo sirve para trabajar en El País o para ser ministro: pocas cosas más devaluadas en nuestra época". Toma, ese es mi Arcadi, en plena forma.
El País deja caer en su titular que, como cuenta Ketty Garat en Libertad Digital, Pedro Sánchez le hará una encerrona a Casado cargándose a Montón, qué más le da a él una ministra más que menos. "Tibio respaldo del Gobierno a Montón ante la polémica por su máster". Santamaría se lleva la foto de portada. "Santamaría deja la vida política", se limita a decir. Hay que subrayar lo desagradecido que es el periódico que Soraya salvó de la ruina. Ni un editorial, ni una frase de ánimo, nada de nada. Sólo Javier Casqueiro le hace un perfil bastante frío. "Organizada, persistente, ambiciosa, preparada y trabajadora", "sin una ideología clara, se centró en el poder y rehuyó los conflictos internos que vivía el partido". Y eso que lleva siete artículos de opinión. Dos editoriales, uno para el "malestar sueco" y otro para las propiedades de la Iglesia. El Acento, que firma Jorge Marirrodriga, habla de la "inteligencia artificial". Antonio Elorza le dedica una página a los rohinya, David Trueba al envenenamiento de un antiguo espía y su hija, y Víctor Lapuente lamenta lo mucho que han cambiado los suecos desde que "se desnudaron en nuestra playas antes que nosotros". Y mira ahora, echaditos a perder.
ABC dice que "Soraya deja vía libre a Casado". "Abandona la política, no ejercerá de abogada del Estado, tampoco ficha por la empresa privada y deja la puerta abierta a volver". Pues a eso yo le llamo unas largas vacaciones, no que deja la política. Ignacio Camacho la despide con un par de tortas. "Deja al PP la herencia envenenada de un duopolio mediático que ella ayudó a construir –su otro gran error de miopía política– a la medida de sus adversarios". Bieito Rubido habla del máster de Montón en uno de sus editoriales que le pone las cosas difíciles a Casado. La ministra "tendría que haber dimitido para no dejar en evidencia a su partido (...) Lo que tarde Sánchez en hacer lo que tiene que hacer es aumentar la exposición de la ministra a un juicio público que ya tiene perdido". ¿Pedirá lo mismo ABC a Casado? Rosa Belmonte está con Arcadi y alucina con la vehemencia con que dijo la ministra, licenciada en Medicina, que ella no necesitaba el máster para currar. "Demonios, no me extraña. ¿Quién puede necesitar un máster en Estudios Interdisciplinares de Género? Eso es más inútil que la "g" de gnomo o un cenicero en una moto. Y una demostración del negocio absurdo y sacaperras de muchos estudios superiores". Un consejo a los políticos que quieran mantener su trabajo. Si tiene un máster, quémenlo.
La Razón se ha desplazado a la cárcel a entrevistar a Junqueras, que tenga voz el muchacho el día de la Diada. "Sánchez debe ser valiente y no ser otro Rajoy", dice el golpista. Que pierda cuidado, más que valiente es temerario. Soraya queda desplazada a una columna. "Santamaría deja la política y entierra el marianismo". Triste despedida para el que fue el periódico de Rajoy. Tampoco Marhuenda tiene nada qué decir de Soraya. Sólo Antonio Martín Beaumont le dirige unas palabras de despedida. "Seguirá siendo militante del PP. Un partido en el que muchos nunca la terminaron de ver como una de los suyos". ¿Militante del PP? Lástima que el voto sea secreto, porque me apostaría unas cañas a que Soraya no votará a Casado ni de coña. Ussía habla del asalto podemita a la tele pública. "Lo ha hecho como les gusta. Sin complejos y fusilando la dignidad de centenares de prestigiosos periodistas que no ofrecen sus culos al poder". Es lo único bueno de Podemos, no disimula sus fascistadas. Ya lo dejó claro Pablo Iglesias, él quiere la tele, los servicios sociales que se los quede el PSOE. Al menos ya no engañan a nadie y quien les vote sabe lo que vota. Dictadura pura y dura.
La Vanguardia sale con la Diada, como no podía ser de otra manera. "Otra Diada multitudinaria protestará por los presos". Ya saben, esa manifestación racista que todos los 11-S reúne en Barcelona a miles de fanáticos enloquecidos y cuyos cánticos y consignas ponen los pelos de punta. Como dice La Vanguardia, otra más.