El País....

El País.

"10 años sin ETA: distensión en Euskadi, bronca en el Congreso". Dice el editorial que hoy se vive plácidamente en el País Vasco, que ya no existen herrico tabernas, ni pintadas, ni homenajes a etarras, nada, un remanso de paz y armonía. "La vida en el País Vasco ha conquistado una forma de civilidad que no tuvo desde la Guerra Civil, ni bajo el franquismo ni bajo la era de ETA. A veces el contraste entre esas nuevas condiciones de vida y la agitación vociferante de la política parece quebrar esa seguridad en el sistema democrático y la convivencia".

"La declaración que leyó Arnaldo Otegi el lunes pasado, en el mismo palacio de Aiete en el que se anunció el fin de ETA, contenía una novedad rotunda, creíble y clarificadora sobre la visión que el entorno más cercano a ETA ha interiorizado 10 años después de su desaparición", dice Pepa Bueno con la emoción que le faltó a Otegi.

E intenta colar, interpretando a su manera lo que dijo Otegi, que "fue un amargo reconocimiento" de "el error irreparable de haber causado un daño". Francamente, este tío es tan desagradable y tan frío que no reflejaba ninguna amargura.