Las estaciones del año, al igual que el calendario en general, no han estado siempre tan claras como ahora. En principio se distinguió entre ver, que era el buen tiempo, e hiems o hibernum tempus, que era el mal tiempo, el
invierno. Con la palabra ver se indicaba la estación de la floración y fructificación, especialmente de los cereales. (Vere numerare flores = contar las flores en
primavera, es decir empeñarse en imposibles). Pero con el tiempo se fueron haciendo subdivisiones de esta larga estación.