Buenas noches Enrique;
Veo un relato muy nostálgico, se deslumbra algo de soledad. Aquí estoy yo.
Claro que se puede llorar, pero cada día estoy más con la teoría de no mirar mucho hacia atrás, que el tiempo pasado y los recuerdos ya han sido vividos, creo que en su momento mejor o peor los disfrutamos, posiblemente con el paso del tiempo creemos que los disfrutamos poco, bueno es lo que nos tocó vivir, algo de escasez,
trabajo y una
educación buena en algunos aspectos y en otros muy represiva. Si Enrique, la vida es como la
guerra siempre deja alguna herida por muy bien que te haya ido en la batalla.
En cuanto a la soledad decía D. Miguel de Unamuno que nos enseña a ser buenos de verdad, y nos lo enseña la verdadera soledad y que los grandes solitarios son los que más han derramado su espiritu entre los
hombres, los más sociables.
Enrique tenemos que saborear el presente, no obsesionarnos con los recuerdos del pasado ni con las esperanzas de ese futuro a largo plazo... que está o no está, tu me entiendes. Nada, que añorar el pasado es correr tras el viento.
Un saludo