No sé exactamente donde vivió nuestro padre paúl tardajeño en su convento de Villafranca del Bierzo. Pero fue muy querido en Villafranca. Tenía una mente privilegiada además de ser un hombre firme y de mucha fe. Gran matemático, inventor, profesor al que sus alumnos querían por lo bien que sabía llegar a ellos en unas veladas cientifico-literarias en que se imponía estar despiertos, tener la mente abierta para aprender y saber. Que a lo mejor hoy no somos así porque lo que ha primado es fabricar borregos en serie. Y así nos va, que a las personas íntegras las relegamos al último puesto porque manda el que sabe más triquiñuelas para la maldad y la falsedad.
De haber seguido con un nivel cultural como el que se profesaba en los buenos colegios de entonces ahora hubiera mas progreso de lo que hay en realidad. En algunos sitios, nulo.
Vivimos en el pasado una época de mucha ignorancia y ahora no nos podemos vanagloriar de lo contrario tampoco.
Si yo comparo mi tierra con ésta puede que hubiera habido un abismo. Pero no se que ha pasado para que la cultura no se haya extendido y si haya prosperado la barbarie y la corrupción en la época actual.
Por poner un ejemplo en mis pueblos, de difícil acceso, no había ni jueces, ni secretarios, algunas veces, que pudieran dar fe del nacimiento de una persona. Y los libros judiciales de Tardajos (Burgos), que conozco no les faltaba el más mínimo detalle.
Así, si eso sucedía de esa manera, ya no cabe hablar de educación. Que ni la educación franquista, llegara a los pueblos del alto Tajo. Mis padres no fueron nunca al colegio. Ni los de derechas, ni los de izquierdas. Vamos, un abismo e imperaba sálvese quien pueda. Después de la contienda se que mi padre asistió a cursos de formación de adultos que se impartían a quienes estuvieran interesados en aprender algo. Las mujeres, nada.
Y sin embargo, Mariano Díez Tobar, se formó en un colegio paúl de Sigüenza. Cuando lo supe me quedé de piedra. Se educó en la tierra que para los suyos no tuvo nunca colegios en tiempos de mis padres. Y Mariano fue contemporáneo de mi abuelo Antonio Benito que emigró a Francia, aunque algo mayor lo que todavía da más puntos a esta tierra que a la mía. Mi abuelo volvió a cumplir el servicio militar y se quedó hasta que la Guerra Civil lo hizo de nuevo marchar a Francia, pero con las manos vacías, después de haber conseguido su casa y tener su familia consolida, la guerra le arrebató todo, hasta su vida, porque ya no volvió jamás en persona. Sí su espíritu, que siempre estuvo con nosotros allá donde íbamos. En su libro de nacimiento no había una sola firma de nadie que testificara, lo que indica la pobreza que imperaba en el Alto Tajo de entonces.
Pero la certificación de bautismo de Mariano era completa y está expuesta en los foro-ciudad. com, después de haberla copiado a mano en Burgos, la transcribí para que quedase constancia de que esa personalidad vivió porque si no nadie lo sabría.
Esto me indica que la sociedad de entonces era muy compleja. La cultura estaba en manos de los religiosos pero que ni los familiares ni sus vecinos se interesasen por ellos me da grima. Mariano no vivió la Guerra Civil porque es anterior a mi abuelo y nació en Tardajos en 1868, y murió en León en el 1926 impartiendo ejercicios espirituales a unas monjas, hijas de la Caridad. En el foro-ciudad tengo un error, porque pone 1968 que nació y 1926 en que muere, se ve claro que está equivocado, pero no se como se puede corregir para que no haya ninguna duda.
En definitiva, que en la sociedad de entonces, había culturas y saberes paralelos. Los del pueblo, que se transmitían a sí mismos de generación en generación; y los de las altas esferas y estamento religiosos. No confluyeron nunca en mi tierra ni a lo mejor en España y de ahí quizás pudo surgir toda la ruptura social y la guerra. La ignorancia no solo está en las clases bajas sino que es ignorancia si no se comparte entre todos. Es ignorancia también que los seres no se entiendan porque no tengan nada en común unos con otros y vivan de forma paralela y cuando surge un problema es imposible comunicarse unos con otros porque no tienen el mismo lenguaje ni los mismos valores.
Mariano Díez Tobar tuvo en la época en que vivió que elegir entre la fe y la ciencia porque eran materias bien distintas por aquellos tiempos. Y hoy que parece que toda la enseñanza es pública tampoco funciona pues a la vista está la indiferencia y el fracaso escolar que existe. No hemos puesto en valor lo que había entonces y lo de ahora se nos escapa también porque no prima el saber realmente. Gentes de muchos títulos dejan mucho que desear, y después de todo lo que se exige poco ha cambiado si comparamos el índice de incultos de hoy en día. Apabulla.
De haber seguido con un nivel cultural como el que se profesaba en los buenos colegios de entonces ahora hubiera mas progreso de lo que hay en realidad. En algunos sitios, nulo.
Vivimos en el pasado una época de mucha ignorancia y ahora no nos podemos vanagloriar de lo contrario tampoco.
Si yo comparo mi tierra con ésta puede que hubiera habido un abismo. Pero no se que ha pasado para que la cultura no se haya extendido y si haya prosperado la barbarie y la corrupción en la época actual.
Por poner un ejemplo en mis pueblos, de difícil acceso, no había ni jueces, ni secretarios, algunas veces, que pudieran dar fe del nacimiento de una persona. Y los libros judiciales de Tardajos (Burgos), que conozco no les faltaba el más mínimo detalle.
Así, si eso sucedía de esa manera, ya no cabe hablar de educación. Que ni la educación franquista, llegara a los pueblos del alto Tajo. Mis padres no fueron nunca al colegio. Ni los de derechas, ni los de izquierdas. Vamos, un abismo e imperaba sálvese quien pueda. Después de la contienda se que mi padre asistió a cursos de formación de adultos que se impartían a quienes estuvieran interesados en aprender algo. Las mujeres, nada.
Y sin embargo, Mariano Díez Tobar, se formó en un colegio paúl de Sigüenza. Cuando lo supe me quedé de piedra. Se educó en la tierra que para los suyos no tuvo nunca colegios en tiempos de mis padres. Y Mariano fue contemporáneo de mi abuelo Antonio Benito que emigró a Francia, aunque algo mayor lo que todavía da más puntos a esta tierra que a la mía. Mi abuelo volvió a cumplir el servicio militar y se quedó hasta que la Guerra Civil lo hizo de nuevo marchar a Francia, pero con las manos vacías, después de haber conseguido su casa y tener su familia consolida, la guerra le arrebató todo, hasta su vida, porque ya no volvió jamás en persona. Sí su espíritu, que siempre estuvo con nosotros allá donde íbamos. En su libro de nacimiento no había una sola firma de nadie que testificara, lo que indica la pobreza que imperaba en el Alto Tajo de entonces.
Pero la certificación de bautismo de Mariano era completa y está expuesta en los foro-ciudad. com, después de haberla copiado a mano en Burgos, la transcribí para que quedase constancia de que esa personalidad vivió porque si no nadie lo sabría.
Esto me indica que la sociedad de entonces era muy compleja. La cultura estaba en manos de los religiosos pero que ni los familiares ni sus vecinos se interesasen por ellos me da grima. Mariano no vivió la Guerra Civil porque es anterior a mi abuelo y nació en Tardajos en 1868, y murió en León en el 1926 impartiendo ejercicios espirituales a unas monjas, hijas de la Caridad. En el foro-ciudad tengo un error, porque pone 1968 que nació y 1926 en que muere, se ve claro que está equivocado, pero no se como se puede corregir para que no haya ninguna duda.
En definitiva, que en la sociedad de entonces, había culturas y saberes paralelos. Los del pueblo, que se transmitían a sí mismos de generación en generación; y los de las altas esferas y estamento religiosos. No confluyeron nunca en mi tierra ni a lo mejor en España y de ahí quizás pudo surgir toda la ruptura social y la guerra. La ignorancia no solo está en las clases bajas sino que es ignorancia si no se comparte entre todos. Es ignorancia también que los seres no se entiendan porque no tengan nada en común unos con otros y vivan de forma paralela y cuando surge un problema es imposible comunicarse unos con otros porque no tienen el mismo lenguaje ni los mismos valores.
Mariano Díez Tobar tuvo en la época en que vivió que elegir entre la fe y la ciencia porque eran materias bien distintas por aquellos tiempos. Y hoy que parece que toda la enseñanza es pública tampoco funciona pues a la vista está la indiferencia y el fracaso escolar que existe. No hemos puesto en valor lo que había entonces y lo de ahora se nos escapa también porque no prima el saber realmente. Gentes de muchos títulos dejan mucho que desear, y después de todo lo que se exige poco ha cambiado si comparamos el índice de incultos de hoy en día. Apabulla.