Sí.
Ay ay ay, parece mentira que no me conozcas.
Sí te conozco. ERES MARI.
Jajajajajjja, supongo que eso lo sabes desde el principio, no me refería a eso; es que Mari está castigada, en el rincón de pensar.
Estás castigada porque te metes en todos los jaleos.