Crear un impuesto sobre los beneficios de las instituciones financieras. Se trata de
pedir un esfuerzo a las empresas que más beneficios han obtenido en el anterior
ciclo expansivo para que ahora contribuyan a financiar medidas encaminadas a
favorecer la creación de empleo, reactivar la economía y salir de la crisis. Este
impuesto además generará incentivos para que las entidades financieras actúen
de forma responsable en la gestión del crédito, no asumiendo riesgos excesivos.
En concreto, proponemos una nueva figura impositiva similar al que se ha
establecido en otros países de nuestro entorno como Suecia, Reino Unido,
Alemania, Francia, Portugal ó Austria, entre otros, y del que existe, por tanto,
experiencia comparada. Un impuesto que deberá implantarse, cuando las
Instituciones financieras hayan finalizado el proceso de reestructuración al que
están sometidas para reforzar su capital y cumplir con los nuevos requisitos
impuestos por los organismos reguladores y supervisores.
pedir un esfuerzo a las empresas que más beneficios han obtenido en el anterior
ciclo expansivo para que ahora contribuyan a financiar medidas encaminadas a
favorecer la creación de empleo, reactivar la economía y salir de la crisis. Este
impuesto además generará incentivos para que las entidades financieras actúen
de forma responsable en la gestión del crédito, no asumiendo riesgos excesivos.
En concreto, proponemos una nueva figura impositiva similar al que se ha
establecido en otros países de nuestro entorno como Suecia, Reino Unido,
Alemania, Francia, Portugal ó Austria, entre otros, y del que existe, por tanto,
experiencia comparada. Un impuesto que deberá implantarse, cuando las
Instituciones financieras hayan finalizado el proceso de reestructuración al que
están sometidas para reforzar su capital y cumplir con los nuevos requisitos
impuestos por los organismos reguladores y supervisores.