Un alto porcentaje de personas, frecuentemente vienen...

Un alto porcentaje de personas, frecuentemente vienen definiéndose en cuanto a creencias y religiones con el tópico: "soy católico no practicante".

Esta forma de definirse puede tener multitud de razones subjetivas pero, objetivamente, ésto es una incoherencia. Si la práctica, por ejemplo, de asistir a misa que es la cúspide de la vida del cristiano-católico es omitida, es una contradicción con la afirmación de suponerse católico; es como pregonar: no soy supersticioso porque trae mala suerte. Además es una hipocresía que les sirve de acicate ante su falta de valor para criticar abiertamente el catolicismo que de por sí tienen abandonado.

Esta circunstancia ha preocupado a la autoridad eclesiástica hasta el punto que Juan Pablo II refiriéndose a los "no practicantes" que acuden a la iglesia a contraer matrimonio, aconsejó a los sacerdotes que no los rechacen a no ser ante un acto explicito de repudio a la fe porque "la fe de quien pide desposarse ante la iglesia puede tener grados diversos y es deber primario hacerla descubrir, nutrirse y hacerla madurar".

En mi opinión, estas personas están en un periodo de transición entre el "cristiano-católico" y el "cristiano" que más tarde suele desembocar en que dejan de ser cristianos para sólo creer en algo superior (una energía, dicen a veces) y en que tiene que haber algo después de la muerte, creencias que no son peculiares de ninguna religión ni tampoco del ateísmo.

saludos.