No hay nada por lo que debas pedirme perdón, es muy normal que no seamos coincidentes en nuestra interpretación en este asunto y es cierto que mis argumentos no han sido profundos; sin embargo el resumen que apunto para relacionarlo con lo que ocurrirá al Papa Francisco, está basado en lo mucho que ya hay escrito sobre la actuación del Papa polaco en los países comunistas de la zona del báltico y en este sentido, abusando de google, copio a continuación un pequeño artículo relacionado con esta cuestión, que aunque ya te digo que hay mucho escrito, en este artículo se relaciona un poco la connivencia que hubo entre el Vaticano y el presidente Reagan que tu mencionas:
"El Papa Pablo VI encontró en el entonces Cardenal Wojtyla un importante aliado en la aplicación de las "Ostopolitik", con la cual comenzó el deshielo de las relaciones entre la iglesia católica y los estados comunistas. La postura de Wojtyla fue la defensa de la dignidad y derechos de toda persona humana, así como la defensa del derecho de los fieles a profesar libremente su fe. Su sagacidad y tenacidad le permitieron obtener significativas victorias
El hecho de haber nacido en Polonia y haber conocido los dos sistemas totalitarios que han marcado nuestro siglo, el nazismo de una parte, con los horrores de la guerra y de los campos de concentración, y el comunismo, en su versión de régimen de opresión, por otra parte, le permitió forjarse con un profundo conocimiento de las implicancias y modalidades de un país comunista europeo Es un Papa que conoció desde dentro al sistema soviético con lo cual fue menos dado a mantener la política de pacto resignado de convivencia que había caracterizado a los pontífices anteriores en sus relaciones con los regímenes comunistas.
En los años 80 Wojtyla, ya convertido en Juan Pablo II, provocó un efecto dominó en la política europea. Visitó varias veces su país natal, convirtió el sindicato Solidaridad en un resplandor, puso cristianamente de rodillas a Wojciech Jaruzelski y empujó a Tadeusz Mazowiecki al poder. Su victoria más rotunda, está en haber contribuido decisivamente en la desaparición del comunismo leninista de los mapas geopolíticos y de las opciones políticas y filosóficas posibles. Su papel en el desplome de todo el inmenso aparato político, militar, administrativo y represivo del comunismo, forjado a lo largo de siete décadas, convierten a Juan Pablo II en una de las personalidades políticas más relevantes de este siglo. Con su viaje a Polonia, y su impulso decisivo a los movimientos populares contra la dictadura, se puso en marcha de nuevo la historia en toda una gran región europea en la que, al menos desde los acuerdos de Yalta, había estado paralizada.
Wojtyla encontró a un aliado en Ronald Reagan, con quien compartió el criterio de que era posible acabar con la división de Europa. El que fuera subdirector de la CIA, Vernon Walters, fue nombrado embajador extraordinario por Reagan, y visitó regularmente al Papa para intercambiar con él la información disponible sobre la situación polaca. Walters, católico practicante, desarrolló estrechos lazos de colaboración con la estructura del Vaticano y con el propio Pontífice. Las sanciones de EEUU a Polonia fueron seguidas de una gran operación conjunta que durante años hizo fracasar a las comunistas autoridades polacas en sus intentos por desarticular a Solidaridad. Esta colaboración con Vernon Walters, hombre que durante muchos años apoyó a regímenes tan crueles o más que el polaco, es también característica de este Papa.
Robin Wright citando a Landsbergis, Vytautas líder de Sajudis expresó "La liberación de Lituania y los otros países bálticos es un resultado en gran parte de la política del Papa. La política del Vaticano era muy sutil en métodos y niveles. Su política era muy importante en la balanza de humanidad, y sobre todo, por supuesto, para estas naciones cautivas. Los Estados Unidos representaron el poder físico que desafío a Moscú, pero el Vaticano era la única capital europea que continuó reconociendo la representación diplomática independiente de Lituania,. El resto de Europa aceptó al Báltico como parte del Unión Soviética. Internamente el subsuelo católico, apoyado por el Papa y el Vaticano, fue el instrumento primario de desafío. Nuestra liberación se baso en valores espirituales y virtudes. Nosotros no teníamos ningún brazo, sólo este apoyo y el sentimiento que nosotros tenemos de esta gran cristiana cultura europea."
Todo lo anterior no desvaloriza tu opinión contrapuesta a la mía porque opino que también tu puedes escontrar en google a otros autores con valoraciones que apoyen tu criterio.
saludos.
"El Papa Pablo VI encontró en el entonces Cardenal Wojtyla un importante aliado en la aplicación de las "Ostopolitik", con la cual comenzó el deshielo de las relaciones entre la iglesia católica y los estados comunistas. La postura de Wojtyla fue la defensa de la dignidad y derechos de toda persona humana, así como la defensa del derecho de los fieles a profesar libremente su fe. Su sagacidad y tenacidad le permitieron obtener significativas victorias
El hecho de haber nacido en Polonia y haber conocido los dos sistemas totalitarios que han marcado nuestro siglo, el nazismo de una parte, con los horrores de la guerra y de los campos de concentración, y el comunismo, en su versión de régimen de opresión, por otra parte, le permitió forjarse con un profundo conocimiento de las implicancias y modalidades de un país comunista europeo Es un Papa que conoció desde dentro al sistema soviético con lo cual fue menos dado a mantener la política de pacto resignado de convivencia que había caracterizado a los pontífices anteriores en sus relaciones con los regímenes comunistas.
En los años 80 Wojtyla, ya convertido en Juan Pablo II, provocó un efecto dominó en la política europea. Visitó varias veces su país natal, convirtió el sindicato Solidaridad en un resplandor, puso cristianamente de rodillas a Wojciech Jaruzelski y empujó a Tadeusz Mazowiecki al poder. Su victoria más rotunda, está en haber contribuido decisivamente en la desaparición del comunismo leninista de los mapas geopolíticos y de las opciones políticas y filosóficas posibles. Su papel en el desplome de todo el inmenso aparato político, militar, administrativo y represivo del comunismo, forjado a lo largo de siete décadas, convierten a Juan Pablo II en una de las personalidades políticas más relevantes de este siglo. Con su viaje a Polonia, y su impulso decisivo a los movimientos populares contra la dictadura, se puso en marcha de nuevo la historia en toda una gran región europea en la que, al menos desde los acuerdos de Yalta, había estado paralizada.
Wojtyla encontró a un aliado en Ronald Reagan, con quien compartió el criterio de que era posible acabar con la división de Europa. El que fuera subdirector de la CIA, Vernon Walters, fue nombrado embajador extraordinario por Reagan, y visitó regularmente al Papa para intercambiar con él la información disponible sobre la situación polaca. Walters, católico practicante, desarrolló estrechos lazos de colaboración con la estructura del Vaticano y con el propio Pontífice. Las sanciones de EEUU a Polonia fueron seguidas de una gran operación conjunta que durante años hizo fracasar a las comunistas autoridades polacas en sus intentos por desarticular a Solidaridad. Esta colaboración con Vernon Walters, hombre que durante muchos años apoyó a regímenes tan crueles o más que el polaco, es también característica de este Papa.
Robin Wright citando a Landsbergis, Vytautas líder de Sajudis expresó "La liberación de Lituania y los otros países bálticos es un resultado en gran parte de la política del Papa. La política del Vaticano era muy sutil en métodos y niveles. Su política era muy importante en la balanza de humanidad, y sobre todo, por supuesto, para estas naciones cautivas. Los Estados Unidos representaron el poder físico que desafío a Moscú, pero el Vaticano era la única capital europea que continuó reconociendo la representación diplomática independiente de Lituania,. El resto de Europa aceptó al Báltico como parte del Unión Soviética. Internamente el subsuelo católico, apoyado por el Papa y el Vaticano, fue el instrumento primario de desafío. Nuestra liberación se baso en valores espirituales y virtudes. Nosotros no teníamos ningún brazo, sólo este apoyo y el sentimiento que nosotros tenemos de esta gran cristiana cultura europea."
Todo lo anterior no desvaloriza tu opinión contrapuesta a la mía porque opino que también tu puedes escontrar en google a otros autores con valoraciones que apoyen tu criterio.
saludos.