Dios es el ser que existe por sí mismo, infinitamente perfecto y causa de todas las cosas. La Naturaleza de Dios, según Santo Tomás, consiste en que es el único SER SUBSISTENTE, ES DECIR, QUE EXISTE POR SÍ MISMO, sin deber el ser a nadie, ahí radica una prueba de su existenia. "Yo soy el que soy". Esto es lo propio de Dios, ya que todos los demás seres deben su exitencia a otros seres
Al preguntarle Moisés quien era, contestó:"Yo soy el que soy", es decir el que existe. Es el que es. El que exite por sí mismo. EL SER.
Un saludo.
Al preguntarle Moisés quien era, contestó:"Yo soy el que soy", es decir el que existe. Es el que es. El que exite por sí mismo. EL SER.
Un saludo.
Sólo los creyentes "dogmáticos" pueden admitir y publicar que hay pruebas de la existencia de Dios.
saludos.
saludos.
¿No hay pruebas de que Dios existe? Te lo puedo admitir si decimos que por métodos experimentales no hay pruebas de la existencia de Dios, de la misma manera, con métodos experimentales no hay ninguna prueba (no puede haberla) de que Dios no existe. Y eso, sencillamente, porque Dios no es un ser material que cae dentro del campo de los sentidos. Lo mismo que no hay oído que pueda apreciar “la verdad” o “la justicia”, porque no es su campo, sino que hay que acudir a la filosofía, a la metafísica para descubrirlas. Sí que podemos algunas veces, conocer por la experiencia si una cosa es verdadera o es justa, Puedo afirmar por la ciencia experimental que lo que hay en un vaso es agua. Pero eso no es “la verdad” ni “la justicia”.
Según la ley de la estadística matemática, existe una posibilidad, tan real como cualquiera otra de las infinitas posible, de que al sacar de un bombo las bolas numeradas de 1 a 10.000, salgan al azar por orden riguroso, comenzando por la que tiene el número 1 hasta la que tiene el número 10.000. Manteniendo ese mismo criterio, podemos asegurar que si yo meto en un bombo el mismo número de letras que tiene el Quijote, y la arrojo sobre una superficie, me puede venir al azar escrito exactamente el Quijote. El azar, que a los ateos parece tan normal para explicar el universo, es “inmensamente más complejo” que los ejemplos que he puesto.
No sé el alcance de tus conocimientos físicos. Por si acaso me sigues, voy a presentarte unos datos físicos de los que nos habla actualmente la ciencia.
Sabes que la materia es la interacción de las cuatro fuerzas: gravitatoria, electromagnética, la nuclear fuerte y la nuclear débil. Y esto abarca: partículas, energía, vacío físico, espacio y tiempo.
¿Qué ocurriría si alguna de las propiedades de la materia fuese distinta de lo que es? Esto ha sido el objeto de estudio de grandes físicos. Por ejemplo, si la fuerza nuclear fuerte, que es 137 veces más intensa que la electromagnética, fuese diferente, por ejemplo, 138 veces o 136 veces u otra. Los científicos hacen los cálculos y comprueban que no podría haber vida. ¿Qué ocurriría si la fuerza electromagnética, en lugar de ser 1040 (10 elevado a 40 veces) mayor que la gravitatoria entre dos electrones, fuese 1041 (o a cualquier otro índice)? Dicen los científicos: no podría haber vida. ¿Qué ocurriría si el protón, que pesa 1.836 veces más que el electrón, pesase, por ej. 1.900 ó 1.800 veces más u otro? Dicen los científicos: no podría haber vida. Y así, una vez tras otra, por cálculos científicos se llega a la conclusión de que hay un ajuste finísimo de propiedades en el universo, de la materia, ya desde el primer momento, de tal manera que cualquier cambio mínimo lleva consigo el decir: no podría darse vida, y menos vida inteligente que se ha ido preparando evolutivamente durante muchos miles de millones de años.
Todo este ajuste finísimo, ¿crees que no exige un a inteligencia previa?
Por si eso te resulta complicado te voy a poner un ejemplo mucho más asequible:
Un niño, se alimenta de leche materna, luego, de más mayor, de verduras, de miel, de agua, de carne, de frutas… Pues bien, Sin que nosotros tengamos que hacer nada, el organismo toma los alimentos y siguen un proceso de elaboración finísimo, equiparable a una perfectísima fábrica, de modo que de esos alimentos se extraen y distribuyen por el cuerpo la sangre, las hormonas, el oxígeno, el agua, los azúcares, la linfa… cada cosa va perfectamente a su sitio, en sus proporciones exactas, y realiza su función específica. Es todo esto tan complejo que aún estamos lejísimos de hacer nosotros algo semejante (algún día lo conseguiremos, indudablemente, después de intensos estudios de especialistas, con técnica modernísima, después de muchos intentos fallidos…). Es decir, ¿no se te ocurre ni siquiera dudar que haya detrás de todo eso una inteligencia que lo haya organizado? Y eso que no he entrado contemplar los procesos mentales, en la explicación de las capacidades intelectuales del cerebro humano, etc. ¿No te cabe ni la menor duda de que detrás de todo esto hay una inteligencia? A esa inteligencia la llamamos Dios. Del cual, gracias, a su revelación, podemos conocer cosas mucho más profundas e interesantes que todo el conjunto del universo material.
El hombre está dando los primeros pasos elementales de la ciencia. Descubrirá aún muchísimo más. Dominará gran parte del universo, porque Dios así lo ha querido. Y, si sabemos leer el mundo, descubriremos que es el gran libro que nos habla de Dios.
Según la ley de la estadística matemática, existe una posibilidad, tan real como cualquiera otra de las infinitas posible, de que al sacar de un bombo las bolas numeradas de 1 a 10.000, salgan al azar por orden riguroso, comenzando por la que tiene el número 1 hasta la que tiene el número 10.000. Manteniendo ese mismo criterio, podemos asegurar que si yo meto en un bombo el mismo número de letras que tiene el Quijote, y la arrojo sobre una superficie, me puede venir al azar escrito exactamente el Quijote. El azar, que a los ateos parece tan normal para explicar el universo, es “inmensamente más complejo” que los ejemplos que he puesto.
No sé el alcance de tus conocimientos físicos. Por si acaso me sigues, voy a presentarte unos datos físicos de los que nos habla actualmente la ciencia.
Sabes que la materia es la interacción de las cuatro fuerzas: gravitatoria, electromagnética, la nuclear fuerte y la nuclear débil. Y esto abarca: partículas, energía, vacío físico, espacio y tiempo.
¿Qué ocurriría si alguna de las propiedades de la materia fuese distinta de lo que es? Esto ha sido el objeto de estudio de grandes físicos. Por ejemplo, si la fuerza nuclear fuerte, que es 137 veces más intensa que la electromagnética, fuese diferente, por ejemplo, 138 veces o 136 veces u otra. Los científicos hacen los cálculos y comprueban que no podría haber vida. ¿Qué ocurriría si la fuerza electromagnética, en lugar de ser 1040 (10 elevado a 40 veces) mayor que la gravitatoria entre dos electrones, fuese 1041 (o a cualquier otro índice)? Dicen los científicos: no podría haber vida. ¿Qué ocurriría si el protón, que pesa 1.836 veces más que el electrón, pesase, por ej. 1.900 ó 1.800 veces más u otro? Dicen los científicos: no podría haber vida. Y así, una vez tras otra, por cálculos científicos se llega a la conclusión de que hay un ajuste finísimo de propiedades en el universo, de la materia, ya desde el primer momento, de tal manera que cualquier cambio mínimo lleva consigo el decir: no podría darse vida, y menos vida inteligente que se ha ido preparando evolutivamente durante muchos miles de millones de años.
Todo este ajuste finísimo, ¿crees que no exige un a inteligencia previa?
Por si eso te resulta complicado te voy a poner un ejemplo mucho más asequible:
Un niño, se alimenta de leche materna, luego, de más mayor, de verduras, de miel, de agua, de carne, de frutas… Pues bien, Sin que nosotros tengamos que hacer nada, el organismo toma los alimentos y siguen un proceso de elaboración finísimo, equiparable a una perfectísima fábrica, de modo que de esos alimentos se extraen y distribuyen por el cuerpo la sangre, las hormonas, el oxígeno, el agua, los azúcares, la linfa… cada cosa va perfectamente a su sitio, en sus proporciones exactas, y realiza su función específica. Es todo esto tan complejo que aún estamos lejísimos de hacer nosotros algo semejante (algún día lo conseguiremos, indudablemente, después de intensos estudios de especialistas, con técnica modernísima, después de muchos intentos fallidos…). Es decir, ¿no se te ocurre ni siquiera dudar que haya detrás de todo eso una inteligencia que lo haya organizado? Y eso que no he entrado contemplar los procesos mentales, en la explicación de las capacidades intelectuales del cerebro humano, etc. ¿No te cabe ni la menor duda de que detrás de todo esto hay una inteligencia? A esa inteligencia la llamamos Dios. Del cual, gracias, a su revelación, podemos conocer cosas mucho más profundas e interesantes que todo el conjunto del universo material.
El hombre está dando los primeros pasos elementales de la ciencia. Descubrirá aún muchísimo más. Dominará gran parte del universo, porque Dios así lo ha querido. Y, si sabemos leer el mundo, descubriremos que es el gran libro que nos habla de Dios.
Mis conocimientos físicos son básicos, de ahí que mi refutación a cuanto sermoneas parte de tu resumen de que hay un "ajuste finísimo de propiedades en el universo".
En el mejor de los casos, ese "ajuste finísimo de propiedades en el universo", probaría la existencia de un ser necesario, pero no la de un Dios espiritual o personal. Es una prueba a posteriori, fundada en las ideas de orden y finalidad. Es lo que actualmente se llama la teoría del "diseño inteligente". Me extraña que no hayas acudido al tradicional argumento del reloj.
La ciencia cada vez explica mejor lo que hay de orden y aparente finalidad en el universo y cada vez se pone más de manifiesto lo que hay de desorden y de azar. El día que el Sol se extinga, dentro de cinco mil millones de años, el "diseño inteligente" habrá perdido toda verosimilitud.
Por eso, la existencia de Dios sigue siendo pensable en la misma medida (aunque no más) que su inexistencia. En mi opinión, sólo por el hecho de que Dios se adecue tan bien a nuestros deseos, es totalmente lógico pensar que ha sido inventado para satisfacerlos, al menos en forma fantasmal (lo que convierte a la religión en una ilusión).
saludos.
En el mejor de los casos, ese "ajuste finísimo de propiedades en el universo", probaría la existencia de un ser necesario, pero no la de un Dios espiritual o personal. Es una prueba a posteriori, fundada en las ideas de orden y finalidad. Es lo que actualmente se llama la teoría del "diseño inteligente". Me extraña que no hayas acudido al tradicional argumento del reloj.
La ciencia cada vez explica mejor lo que hay de orden y aparente finalidad en el universo y cada vez se pone más de manifiesto lo que hay de desorden y de azar. El día que el Sol se extinga, dentro de cinco mil millones de años, el "diseño inteligente" habrá perdido toda verosimilitud.
Por eso, la existencia de Dios sigue siendo pensable en la misma medida (aunque no más) que su inexistencia. En mi opinión, sólo por el hecho de que Dios se adecue tan bien a nuestros deseos, es totalmente lógico pensar que ha sido inventado para satisfacerlos, al menos en forma fantasmal (lo que convierte a la religión en una ilusión).
saludos.
"... probaria la existencia de un ser necesario..."
Me parece mas apropiado decir: la existencia de un Creador".
"... Dios espiritual o personal."
"? Quien lo puede afirmar... o negar?
Me parece mas apropiado decir: la existencia de un Creador".
"... Dios espiritual o personal."
"? Quien lo puede afirmar... o negar?
Cada uno lo llama como le da la gana, total nadie sabe lo que es, pues nadie se confunde al ponerle un nombre.
saludo.
saludo.