Sr. Reyes. Ya veo que para usted el único argumento válido para explicar lo esotérico, es el manido “libre albedrio”. Por supuesto que no le pediré un esfuerzo que pueda ofender su creencia. Puesto que usted lo menciona le recordaré que Juan Pablo II dijo que el Purgatorio no existía y que el Infierno era una metáfora. Lo que me ha llamado enormemente la atención es que usted se nombre mensajero para salvar no se que de mi y pedirme acompañarle en sus veneraciones. Lo que se me ocurre en plan socarrón, es pedirle que la próxima vez que tenga audiencia con El, le haga llegar mis quejas. Dígale que me inquieta sobre manera que su palabra no pueda traspasar las lindes del Paraíso por estar sujeta a vigilancia terrenal. Un saludo