A decir de mi admirado André Comte-Sponville, el retorno...

A decir de mi admirado André Comte-Sponville, el retorno de la religión ha adquirido, durante estos últimos tiempos una dimensión espectacular y a veces inquietante. Pensemos ante todo en los países musulmanes. Pero todo parece indicar que Occidente, con formas desde luego diferentes, no se encuentra a resguardo de este fenómeno. ¿Retorno de la espiritualidad?, si fuera así, tendríamos que felicitarnos. ¿Retorno de la fe?, tampoco sería un problema. Pero lo que regresa es el dogmatismo, en muchas ocasiones acompañado por el oscurantismo, el integrismo y, a veces, el fanatismo. Sería una equivocación que le regaláramos el terreno. El combate de la Ilustración sigue vivo, pocas veces ha sido tan urgente, y se trata de un combate por la libertad.

¿Un combate contra la religión? sería equivocarse de adversario. Más bien a favor de la tolerancia, el laicismo y la libertad de creencia o de incredulidad. El alma no pertenece a nadie. Tampoco la libertad.

La humanidad es una: la religión forma parte de ella, del mismo modo que la irreligión, y ni una ni otra se bastan a sí mismas. La espiritualidad es demasiado importante como para dejarla en manos de los fundamentalismos y la tolerancia es un bien demasiado precioso para que la confundamos con la indiferencia. Nada sería más nefasto que dejarnos arrinconar por el fanatismo de la religión que sea; es preferible combatirlo sin confundirlo y sin caer en sus defectos; ese combate se denomina laicismo.

saludos