No he oido nada de estar pasando lo mismo en otras CCAA.
Una sentencia judicial obliga y en el próximo curso se implantarán las de Islam en La Rioja. Ya hay voces de que lo harán otras religiones como por ejemplo la evangélica.
En fin ¿A què se debe esto? ¿No será al nuevo auge que la última reforma de la ley educativa del PP le da a la religión en las escuelas?
¿No habría sido mejor dejar claro que poco a poco irá desapareciendo tambièn la católica?
¿Qué os parece esta noticia?
Aquí os dejo una opinión.
Clase de Islam en el colegio
ALONSO CHÁVARRI
Miércoles, 22 noviembre 2017, 00:01
La reciente sentencia judicial, que obliga a dar clases de Islam en colegios públicos ha levantado mucha polémica y me produce cierta inquietud y me sugiere unas cuantas reflexiones.
En primer lugar, parece sensato que los inmigrantes que llegan a España, y en general a Europa, mantengan sus costumbres y tradiciones, siempre que no sean contrarias a las leyes del país que les acoge y, en especial, no se deben permitir aquellas costumbres que discriminen a la mujer; pero también sería deseable que esta inmigración se fuera integrando en la sociedad y en las costumbres europeas, para que tengamos una sociedad más cohesionada. La experiencia dice que la inmigración hispanoamericana se integra bastante bien, así como la de los países del este, pero no ocurre lo mismo con la inmigración musulmana, en la que no se ve, ni en la primera ni en la segunda generación, esa deseable integración, lo cual lleva, irremisiblemente y por desgracia, al nacimiento de guetos que no son convenientes para nadie.
Llama la atención lo rápido que suelen aprender, o se les enseña, a reclamar sus derechos y libertades, lo cual está muy bien, pero se echa de menos esa misma diligencia para reclamar lo mismo en sus países de origen. Las relaciones internacionales siempre se han regido por la ley de la reciprocidad y, aunque está muy bien que se permitan mezquitas y otros centros religiosos, en Europa, nos deja un mal sabor de boca cuando vemos que no existe esa reciprocidad con las iglesias cristianas en ciertos países árabes.
Ahora, se han solicitado clases de Islam en los centros públicos riojanos y la sentencia judicial lo ha concedido, lo cual va a originar, a medio plazo, gastos y más complejidad organizativa en los centros, pues todas las creencias tendrán el mismo derecho a solicitarlo y a que les sea concedido. Y aunque es bueno para los niños de nuestra civilización cristiana conocer las bases del cristianismo, el Antiguo y el Nuevo Testamento, pues no entenderíamos nuestro origen cultural sin ellos y es bueno saber quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos, tal como se están poniendo las cosas quizá fuera preferible acatar, de una vez, la Constitución, que proclama a España como un país laico y eliminar las clases de Religión de los centros públicos. Las clases de las religiones que vuelvan a iglesias, mezquitas y centros de otras confesiones en forma de catequesis o que los niños elijan centros privados o concertados con su propio ideario religioso.
Y es que con esto de las clases de Islam en los centros públicos, no puedo evitar la sensación, probablemente equivocada, de que estoy contribuyendo con mis impuestos al comienzo de la demolición de la civilización cristiana, que es la mía y a la que no renuncio, al margen de un cierto agnosticismo. Y es una sensación muy desagradable.
Saludos
Una sentencia judicial obliga y en el próximo curso se implantarán las de Islam en La Rioja. Ya hay voces de que lo harán otras religiones como por ejemplo la evangélica.
En fin ¿A què se debe esto? ¿No será al nuevo auge que la última reforma de la ley educativa del PP le da a la religión en las escuelas?
¿No habría sido mejor dejar claro que poco a poco irá desapareciendo tambièn la católica?
¿Qué os parece esta noticia?
Aquí os dejo una opinión.
Clase de Islam en el colegio
ALONSO CHÁVARRI
Miércoles, 22 noviembre 2017, 00:01
La reciente sentencia judicial, que obliga a dar clases de Islam en colegios públicos ha levantado mucha polémica y me produce cierta inquietud y me sugiere unas cuantas reflexiones.
En primer lugar, parece sensato que los inmigrantes que llegan a España, y en general a Europa, mantengan sus costumbres y tradiciones, siempre que no sean contrarias a las leyes del país que les acoge y, en especial, no se deben permitir aquellas costumbres que discriminen a la mujer; pero también sería deseable que esta inmigración se fuera integrando en la sociedad y en las costumbres europeas, para que tengamos una sociedad más cohesionada. La experiencia dice que la inmigración hispanoamericana se integra bastante bien, así como la de los países del este, pero no ocurre lo mismo con la inmigración musulmana, en la que no se ve, ni en la primera ni en la segunda generación, esa deseable integración, lo cual lleva, irremisiblemente y por desgracia, al nacimiento de guetos que no son convenientes para nadie.
Llama la atención lo rápido que suelen aprender, o se les enseña, a reclamar sus derechos y libertades, lo cual está muy bien, pero se echa de menos esa misma diligencia para reclamar lo mismo en sus países de origen. Las relaciones internacionales siempre se han regido por la ley de la reciprocidad y, aunque está muy bien que se permitan mezquitas y otros centros religiosos, en Europa, nos deja un mal sabor de boca cuando vemos que no existe esa reciprocidad con las iglesias cristianas en ciertos países árabes.
Ahora, se han solicitado clases de Islam en los centros públicos riojanos y la sentencia judicial lo ha concedido, lo cual va a originar, a medio plazo, gastos y más complejidad organizativa en los centros, pues todas las creencias tendrán el mismo derecho a solicitarlo y a que les sea concedido. Y aunque es bueno para los niños de nuestra civilización cristiana conocer las bases del cristianismo, el Antiguo y el Nuevo Testamento, pues no entenderíamos nuestro origen cultural sin ellos y es bueno saber quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos, tal como se están poniendo las cosas quizá fuera preferible acatar, de una vez, la Constitución, que proclama a España como un país laico y eliminar las clases de Religión de los centros públicos. Las clases de las religiones que vuelvan a iglesias, mezquitas y centros de otras confesiones en forma de catequesis o que los niños elijan centros privados o concertados con su propio ideario religioso.
Y es que con esto de las clases de Islam en los centros públicos, no puedo evitar la sensación, probablemente equivocada, de que estoy contribuyendo con mis impuestos al comienzo de la demolición de la civilización cristiana, que es la mía y a la que no renuncio, al margen de un cierto agnosticismo. Y es una sensación muy desagradable.
Saludos
Clara, no había oído nada al respecto, pero en esto estoy de acuerdo contigo, estamos dando de lado muchas de nuestras costumbres, y poniendo facilidades para que los demás impongan las suyas, a mi parecer hay un dicho muy acertado, que es allá donde fuertes haz lo que vieres, es el que viene de fuera el que tiene que adaptarse, y no al contrario.
Saludos.
Saludos.
Rosalí esa no es mi opinión. Es la opinión de Alonso Chavarri.
Parece que nadie quiere entrar de veras en el debate. Los que pensais así. ¿Por qué creéis que los Tribunales dictan estas sentencias?
Saludos.
Parece que nadie quiere entrar de veras en el debate. Los que pensais así. ¿Por qué creéis que los Tribunales dictan estas sentencias?
Saludos.
Clara, ya conocemos. Aquí no cambia nadie, menos aún para desdecirse de lo que se dijo ayer: si alguien entra de nuevo, que ya es decir, se encuentra con que para seguir una conversación tiene que rebuscar entre los pequeñitos comentarios de nuestro amigo sanfran
Saludos CLARA
Saludos CLARA
Es verdad Olimpo. sobre todo cuando quieres seguir el hilo de algo, está tan mezclado que es imposible. Pasan mensajes a un lado y a otro pero no sus conversaciones. Es muy enrevesado y aburrido. Y luego están ellos Sanfran y Triana, que nunca entran al trapo de ninguna opinión que planteen los demás y llenan páginas y páginas.
En fin que se necesita cada vez más tiempo y más ganas.
Saludos.
En fin que se necesita cada vez más tiempo y más ganas.
Saludos.
CLARA. No entran al trapo porque siempre dices lo mismo y lo que te conviene manipulando datos No olvides, la corrupción está más en la izquierda.
¿Cómo van a entrar al trapo si hablando de la dictadura española no te apeas en alguna estación. Tú todo seguido. Al menos, cuenta algo de los embalses, mujer. Y entrarán al trapo, yo también
¿Cómo van a entrar al trapo si hablando de la dictadura española no te apeas en alguna estación. Tú todo seguido. Al menos, cuenta algo de los embalses, mujer. Y entrarán al trapo, yo también
Esto sí que habla claramente de la dictadura. Y hay muchísimos casos. Tantos que no terminaríamos de contar en toda la vida ni resumiéndolos. Tú pretendes que hable de las bondades de Franco y a mí no me da la gana. Creo que no tienes autoridad para tanto.
Ya te digo que no terminaría en toda la vida de hablar de sus desmanes y del sufrimiento que causó. Creo que esa gente se lo merece más. Antes que él son las historias y el sufrimiento de nuestros españoles. Contemos todas antes que hablar bien de semejante energúmeno.
La Rioja
Fiestas de La Rioja
Pepe Viyuela filma la historia de su abuelo, un refugiado en un campo francés
El actor riojano Pepe Viyuela./
El actor riojano Pepe Viyuela.
El actor riojano presenta hoy un avance de 'Un viaje hacia nosotros'
LA RIOJA
Lunes, 16 abril 2018, 14:41
Desde que era un niño, en el hogar familiar de Pepe Viyuela flotaba la historia del abuelo republicano que había estado en un campo de refugiados francés, y ahora el actor se ha lanzado por primera vez a la producción de un documental para mostrar que los refugiados «son iguales en todas las épocas», ha relatado en una entrevista con Efe.
Viyuela, que hoy presenta un avance de 'Un viaje hacia nosotros', dirigido por Luis Cintora, en la sección Cinco minutos de cine, el vigésimo primer Festival de Málaga ha relatado que en su familia «había mucho silencio, pero la figura de mi abuelo Gervasio ha estado siempre presente en mi vida, pese a que murió once años antes de que yo naciera».
Un día, cuando tuvo «la edad suficiente», salió del ámbito familiar y empezó a buscar en otros lugares como archivos militares, donde encontró «cosas tangibles y no sólo palabras».
Así supo, por ejemplo, por dónde salió hacia Francia en febrero de 1939 y todo se convirtió en «un regalo al encontrar el rastro del abuelo» y en «un tesoro para la familia, pero el documental abrió nuevas posibilidades».
«Desde lo individual se puede acceder a lo universal, y la vida de alguien absolutamente anónimo a quien no conoce nadie puede servir para hacer reflexionar hoy sobre un problema que nos atañe a todos».
Pepe Viyuela (Logroño, 1963) confiesa que hoy en Málaga «confluyen emociones muy intensas, al hablar del abuelo Gervasio en el Festival, cuando era una persona desaparecida y porque en el fondo quien habla en el documental es él».
Es por tanto «una experiencia casi esotérica, como una güija en la que se ha invocado al abuelo Gervasio y ha venido a Málaga», según el actor, que está convencido de que su abuelo «está muy orgulloso de este proyecto».
El itinerario del abuelo se reconstruye al principio del documental, pasando por Belchite (Zaragoza), en cuya batalla participó, o por trincheras en las que probablemente estuvo, hasta acabar donde estuvo el campo de refugiados «y donde ahora hay un bosque que plantaron las autoridades francesas para olvidar la vergüenza de que allí hubo un campo».
Ese itinerario sirve como «chispa y detonante« para volver al presente y presentar «una realidad actual que está ahí y a la que se le da la espalda, con refugiados que mueren en el Mediterráneo, los campos en Palestina, los kurdos en Irak, los somalís, los afganos o los saharauis».
También cuentan con el testimonio de Luis Ortiz, un superviviente de 101 años que estuvo en el mismo campo de concentración de Gurs, en un barracón contiguo al de su abuelo.
«Oírle hablar fue una experiencia muy emocionante, como oír hablar a mi abuelo, contando cómo era el día a día en el campo, lo que comían, cómo llegaban hasta allí o qué sensaciones tenían».
Todo ello hace ver «una realidad que no ha cambiado, la de la víctima, que es tan terrible como entonces, y que el hecho de vivirla es azaroso, porque podríamos ser cualquiera de nosotros, y cualquiera podría ser el abuelo».
Han optado por «un tono poético y de buceo en la memoria, no de hacer un llamamiento violento ni a la insumisión», para «remover la conciencia desde un lugar tranquilo y ser más hospitalarios con la gente que lo está pasando mal».
«El hecho de recuperar imágenes de mi abuelo como miliciano republicano no es para atacar a los del otro bando, sino que tiene un tono conciliatorio para decir basta ya de guerras, que sólo provocan desgracias y situaciones así».
«El punto de partida y de llegada es que los refugiados son iguales en todas las épocas y que todos podríamos serlo. Esto me ha hecho preguntarme si el abuelo se lo merecía, como los que son refugiados hoy, pero nadie se lo ha ganado a pulso, sino que son víctimas de unas circunstancias que podríamos evitar».
Saludos.
Ya te digo que no terminaría en toda la vida de hablar de sus desmanes y del sufrimiento que causó. Creo que esa gente se lo merece más. Antes que él son las historias y el sufrimiento de nuestros españoles. Contemos todas antes que hablar bien de semejante energúmeno.
La Rioja
Fiestas de La Rioja
Pepe Viyuela filma la historia de su abuelo, un refugiado en un campo francés
El actor riojano Pepe Viyuela./
El actor riojano Pepe Viyuela.
El actor riojano presenta hoy un avance de 'Un viaje hacia nosotros'
LA RIOJA
Lunes, 16 abril 2018, 14:41
Desde que era un niño, en el hogar familiar de Pepe Viyuela flotaba la historia del abuelo republicano que había estado en un campo de refugiados francés, y ahora el actor se ha lanzado por primera vez a la producción de un documental para mostrar que los refugiados «son iguales en todas las épocas», ha relatado en una entrevista con Efe.
Viyuela, que hoy presenta un avance de 'Un viaje hacia nosotros', dirigido por Luis Cintora, en la sección Cinco minutos de cine, el vigésimo primer Festival de Málaga ha relatado que en su familia «había mucho silencio, pero la figura de mi abuelo Gervasio ha estado siempre presente en mi vida, pese a que murió once años antes de que yo naciera».
Un día, cuando tuvo «la edad suficiente», salió del ámbito familiar y empezó a buscar en otros lugares como archivos militares, donde encontró «cosas tangibles y no sólo palabras».
Así supo, por ejemplo, por dónde salió hacia Francia en febrero de 1939 y todo se convirtió en «un regalo al encontrar el rastro del abuelo» y en «un tesoro para la familia, pero el documental abrió nuevas posibilidades».
«Desde lo individual se puede acceder a lo universal, y la vida de alguien absolutamente anónimo a quien no conoce nadie puede servir para hacer reflexionar hoy sobre un problema que nos atañe a todos».
Pepe Viyuela (Logroño, 1963) confiesa que hoy en Málaga «confluyen emociones muy intensas, al hablar del abuelo Gervasio en el Festival, cuando era una persona desaparecida y porque en el fondo quien habla en el documental es él».
Es por tanto «una experiencia casi esotérica, como una güija en la que se ha invocado al abuelo Gervasio y ha venido a Málaga», según el actor, que está convencido de que su abuelo «está muy orgulloso de este proyecto».
El itinerario del abuelo se reconstruye al principio del documental, pasando por Belchite (Zaragoza), en cuya batalla participó, o por trincheras en las que probablemente estuvo, hasta acabar donde estuvo el campo de refugiados «y donde ahora hay un bosque que plantaron las autoridades francesas para olvidar la vergüenza de que allí hubo un campo».
Ese itinerario sirve como «chispa y detonante« para volver al presente y presentar «una realidad actual que está ahí y a la que se le da la espalda, con refugiados que mueren en el Mediterráneo, los campos en Palestina, los kurdos en Irak, los somalís, los afganos o los saharauis».
También cuentan con el testimonio de Luis Ortiz, un superviviente de 101 años que estuvo en el mismo campo de concentración de Gurs, en un barracón contiguo al de su abuelo.
«Oírle hablar fue una experiencia muy emocionante, como oír hablar a mi abuelo, contando cómo era el día a día en el campo, lo que comían, cómo llegaban hasta allí o qué sensaciones tenían».
Todo ello hace ver «una realidad que no ha cambiado, la de la víctima, que es tan terrible como entonces, y que el hecho de vivirla es azaroso, porque podríamos ser cualquiera de nosotros, y cualquiera podría ser el abuelo».
Han optado por «un tono poético y de buceo en la memoria, no de hacer un llamamiento violento ni a la insumisión», para «remover la conciencia desde un lugar tranquilo y ser más hospitalarios con la gente que lo está pasando mal».
«El hecho de recuperar imágenes de mi abuelo como miliciano republicano no es para atacar a los del otro bando, sino que tiene un tono conciliatorio para decir basta ya de guerras, que sólo provocan desgracias y situaciones así».
«El punto de partida y de llegada es que los refugiados son iguales en todas las épocas y que todos podríamos serlo. Esto me ha hecho preguntarme si el abuelo se lo merecía, como los que son refugiados hoy, pero nadie se lo ha ganado a pulso, sino que son víctimas de unas circunstancias que podríamos evitar».
Saludos.