..."Cuando se es padre..." Retoques de filosofía barata de saldo callejero. Creo que usted sólo "atiza" a la religión católica, ¿y a las otras? ¿No me dice nada?
Cuando desde pequeño, te inculcan una religión (lo mismo sucede con las ideas políticas) sigues con ella (no todos), es posible que abandones la idea de Dios y todo lo que le rodea, incluso en teoría te haces ateo, no crees en nada, pero cuando llega la hora de la verdad, vuelves al redil, reflexionas y hasta pides perdón por tus pecados. Buscas un sacerdote para tus últimos momentos, ¿por qué? Pues, POR SI ACASO HAY ALGO EN EL MÁS ALLÁ, Y SI NO LO HAY NO PIERDES NADA. No es de extrañar que la gente que en su día fue un fervoroso "amigo de Dios" vuelva la vista hacia Él. Pero no trate usted de que Dios haga milagros para curar una enfermedad. Lo que nos cuentan: DIOS NO ESTÁ OBLIGADO A HACER MILAGROS. Un saludo.
Cuando desde pequeño, te inculcan una religión (lo mismo sucede con las ideas políticas) sigues con ella (no todos), es posible que abandones la idea de Dios y todo lo que le rodea, incluso en teoría te haces ateo, no crees en nada, pero cuando llega la hora de la verdad, vuelves al redil, reflexionas y hasta pides perdón por tus pecados. Buscas un sacerdote para tus últimos momentos, ¿por qué? Pues, POR SI ACASO HAY ALGO EN EL MÁS ALLÁ, Y SI NO LO HAY NO PIERDES NADA. No es de extrañar que la gente que en su día fue un fervoroso "amigo de Dios" vuelva la vista hacia Él. Pero no trate usted de que Dios haga milagros para curar una enfermedad. Lo que nos cuentan: DIOS NO ESTÁ OBLIGADO A HACER MILAGROS. Un saludo.
Claro que es muy cómodo hablar de la fé católico. Sobre todo por
aquellos que la denigran, ya es paradójico.
Y, efectivamente, ¿de las otras religiones qué?.
Cómo dice Angel luego en situaciones extremas siempre llamamos a nuestra
madre y a Dios (! Ay madre.! Ay Dios mio!). Eso es muy común.
Se me vienen ahora a la memoria dos casos concretos de ateos consumados. Y
muchos de sus seguidores aún no se lo creen. Pero la realidad es muy tozuda
porque, en ambos casos, familiares de los dos lo han manifestado públicamente.
Son Ortega y Gasset y Tierno Galván.
El primero de ellos, en sus ultimos momentos, llamó al Padre Félix Garcia y
con él confesó y recibió la unción apostólica. Y el segundo, tambien en sus
momentos postreros, en el hospital, requirió la presencia de un sacerdote
para presentarse limpio ante el Supremo Hacedor.
Bueno, arrepentidos quiere Dios. Son momentos íntimos que hay que respetar.
Pero al ser personajes públicos que con su filosofia de vida y no creencias
arrastraron a muchos de sus seguidores, pues hay que decirlo y reconocerlo.
No pasa nada. Siempre somos los demás los que no queremos reconocer estas
cosas, y normalmente, cómo digo, los que no creen en nada. O dicen no creer,
que esa es otra porque hasta que no llega el momento nunca sabe uno cómo
reaccionar. Cómo los dos casos que expongo.
aquellos que la denigran, ya es paradójico.
Y, efectivamente, ¿de las otras religiones qué?.
Cómo dice Angel luego en situaciones extremas siempre llamamos a nuestra
madre y a Dios (! Ay madre.! Ay Dios mio!). Eso es muy común.
Se me vienen ahora a la memoria dos casos concretos de ateos consumados. Y
muchos de sus seguidores aún no se lo creen. Pero la realidad es muy tozuda
porque, en ambos casos, familiares de los dos lo han manifestado públicamente.
Son Ortega y Gasset y Tierno Galván.
El primero de ellos, en sus ultimos momentos, llamó al Padre Félix Garcia y
con él confesó y recibió la unción apostólica. Y el segundo, tambien en sus
momentos postreros, en el hospital, requirió la presencia de un sacerdote
para presentarse limpio ante el Supremo Hacedor.
Bueno, arrepentidos quiere Dios. Son momentos íntimos que hay que respetar.
Pero al ser personajes públicos que con su filosofia de vida y no creencias
arrastraron a muchos de sus seguidores, pues hay que decirlo y reconocerlo.
No pasa nada. Siempre somos los demás los que no queremos reconocer estas
cosas, y normalmente, cómo digo, los que no creen en nada. O dicen no creer,
que esa es otra porque hasta que no llega el momento nunca sabe uno cómo
reaccionar. Cómo los dos casos que expongo.