La vida es una lucha contra el mal, para qué luchar unos con otros.
ARMAS CONTRA SATANÁS
San Pablo nos invita a defendernos del maligno y a luchar como valerosos soldados en esta lucha sin cuartel, que durará toda la vida. Nos dice:
"Revestíos de la armadura de Dios para que podáis resistir las insidias del diablo, ya que nuestra lucha no es contra la sangre y la carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los malos espíritus.
Tomad, pues, la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo y vencido todo, os mantengáis firmes. Estad, pues, alerta, ceñidos vuestros lomos con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia y calzados los pies, prontos a anunciar el Evangelio de la paz. Embrazad en todo momento el escudo de la fe, con el que podáis apagar los dardos encendidos del maligno. Tomad el yelmo de la salvación y la espada del espíritu, que es la Palabra de Dios, con toda suerte de oraciones y plegarias, orando en todo tiempo" (Ef 6,10-18).
ARMAS CONTRA SATANÁS
San Pablo nos invita a defendernos del maligno y a luchar como valerosos soldados en esta lucha sin cuartel, que durará toda la vida. Nos dice:
"Revestíos de la armadura de Dios para que podáis resistir las insidias del diablo, ya que nuestra lucha no es contra la sangre y la carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los malos espíritus.
Tomad, pues, la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo y vencido todo, os mantengáis firmes. Estad, pues, alerta, ceñidos vuestros lomos con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia y calzados los pies, prontos a anunciar el Evangelio de la paz. Embrazad en todo momento el escudo de la fe, con el que podáis apagar los dardos encendidos del maligno. Tomad el yelmo de la salvación y la espada del espíritu, que es la Palabra de Dios, con toda suerte de oraciones y plegarias, orando en todo tiempo" (Ef 6,10-18).