No hay más que ver la gráfica para darse cuenta que el Santander tiene una tendencia histórica a la baja. Los que se metieron animados por el calentón de las noticias son responsables de su desdicha. Las manos fuertes que siempre operan con la cabeza fría sin duda no fueron víctimas de dicho calentón y se quedaron con las manos quietas salvo para entrar.