Bueno, ya sabes que para que un terreno esté óptimo...

Bueno, ya sabes que para que un terreno esté óptimo para cultivarlo, primero hay que humedecerlo con la lluvia o regadío. Luego, cuando tiene el tempero adecuado, se cava y queda útil para sembrar.

Yo, cuando ponía patatas en mi bancal, como le llamamos por aquí, hacía los rastros en el suelo con el pie, a una distancia determinada, y luego ponía en ellos una hilera de estiércol orgánico. Luego, encima, a un palmo de distancia más o menos, los trozos de tubérculos de simiente con sus correspondientes yemas. Después, montaba el caballón y a esperar. ¡No me veas las matas que salían! Tras regar hasta la mitad los surcos, en su momento las cavaba y al poco tiempo procedía a apolcarlas, es decir, a engrosar los caballones. En su tiempo, me salían ristras de patatas como la cabeza de Ferisa, la del gráfico.
Sembraba rojas y blancas, y así tenía variedad.
Por cierto, que si tú las pones ahora, lo haces más tarde. Debe ser, porque tu clima es más frío que el que tenemos aquí.