Recuerdo a las brigadas internacionales de la batalla del ebro en Darmós (Tarragona)
Hablar de la guerra no es un tema agradable para nadie y, mucho menos para aquellas personas que tuvieron que enfrentarse a este conflicto, Yo doy gracias a Dios de no haberlo vivido y, no voy a entrar ni mucho menos en este tema que solo conozco por los libros de historia y por lo que me han contado algunas personas que vivieron este conflicto. Yo solo quiero hacer un breve recuerdo a unas personas que según me han contado las gentes mayores del pueblo, formaron por unos meses parte de su vida cotidiana conviviendo con ellos primero con recelo, pero más tarde de lo mas humanamente posible estos eran: (Las brigadas internacionales), concretamente (La brigada Lincoln).
En la retirada estas tropas internacionales, se encontraron con la población de Darmós que, como todos los pueblos del entorno, sus habitantes pasaron los problemas que trae una guerra, en este caso la guerra civil española. Según algunas personas mayores que vivieron este conflicto, cuentan que estas brigadas instalaron sus campamentos por los alrededores del pueblo, fabricando chabolas de piedra y el techo con las ramas de los arboles, mientras que otros compañeros lo hacían excavando cuevas en la timbas. Llegaron sin armas, sucios medio desnudos, sin comida ni dinero. Eran buena gente, venían de diferentes países, que según ellos contaban, tuvieron que abandonar a consecuencia de la fuerte crisis que padecían, y vinieron a España para ayudar a la clase trabajadora.
Los habitantes del pueblo los ayudaron con lo que podían, ofreciéndoles ropa, comida, aseo y otras cosas, aparte de tratarlos con amabilidad, ya que se encontraban a muchos miles de kilómetros de sus casas. Cuando fueron localizadas por sus mandatarios la cosa cambio, ya fueron suministrados con comida, ropa y todos sus enseres personales. Estas personas no olvidaron lo que los habitantes de Darmós hicieron por ayudarles cuando llegaron tan mal trechos a la población, y quisieron agradecer a estas personas con lo poco que tenian y lo más necesario, qué era la comida. Ofreciendo raciones especial mente a los chiquillos que se acercaban al campamento, y ayudaban a las gentes con lo que podían en señal de agradecimiento. Pero cuando ya estaban familiarizados con sus habitantes se tuvieron que desplazar a la población de Marça, pero quedándose allí sus campamentos, que aun algunos se pueden ver, formando ya estos parte de una historia pasada.
Alguno de estos brigadistas americanos ya muy mayores ha vuelto a Darmós, para visitar los lugares en donde estuvieron, y pese a su avanzada edad toda vía recordaron estos sitios en donde vivieron este mal sueño.
Hablar de la guerra no es un tema agradable para nadie y, mucho menos para aquellas personas que tuvieron que enfrentarse a este conflicto, Yo doy gracias a Dios de no haberlo vivido y, no voy a entrar ni mucho menos en este tema que solo conozco por los libros de historia y por lo que me han contado algunas personas que vivieron este conflicto. Yo solo quiero hacer un breve recuerdo a unas personas que según me han contado las gentes mayores del pueblo, formaron por unos meses parte de su vida cotidiana conviviendo con ellos primero con recelo, pero más tarde de lo mas humanamente posible estos eran: (Las brigadas internacionales), concretamente (La brigada Lincoln).
En la retirada estas tropas internacionales, se encontraron con la población de Darmós que, como todos los pueblos del entorno, sus habitantes pasaron los problemas que trae una guerra, en este caso la guerra civil española. Según algunas personas mayores que vivieron este conflicto, cuentan que estas brigadas instalaron sus campamentos por los alrededores del pueblo, fabricando chabolas de piedra y el techo con las ramas de los arboles, mientras que otros compañeros lo hacían excavando cuevas en la timbas. Llegaron sin armas, sucios medio desnudos, sin comida ni dinero. Eran buena gente, venían de diferentes países, que según ellos contaban, tuvieron que abandonar a consecuencia de la fuerte crisis que padecían, y vinieron a España para ayudar a la clase trabajadora.
Los habitantes del pueblo los ayudaron con lo que podían, ofreciéndoles ropa, comida, aseo y otras cosas, aparte de tratarlos con amabilidad, ya que se encontraban a muchos miles de kilómetros de sus casas. Cuando fueron localizadas por sus mandatarios la cosa cambio, ya fueron suministrados con comida, ropa y todos sus enseres personales. Estas personas no olvidaron lo que los habitantes de Darmós hicieron por ayudarles cuando llegaron tan mal trechos a la población, y quisieron agradecer a estas personas con lo poco que tenian y lo más necesario, qué era la comida. Ofreciendo raciones especial mente a los chiquillos que se acercaban al campamento, y ayudaban a las gentes con lo que podían en señal de agradecimiento. Pero cuando ya estaban familiarizados con sus habitantes se tuvieron que desplazar a la población de Marça, pero quedándose allí sus campamentos, que aun algunos se pueden ver, formando ya estos parte de una historia pasada.
Alguno de estos brigadistas americanos ya muy mayores ha vuelto a Darmós, para visitar los lugares en donde estuvieron, y pese a su avanzada edad toda vía recordaron estos sitios en donde vivieron este mal sueño.