Generalmente a los funcionarios no les conviene así como así cambiarse a la Seguridad Social, principalmente porque en su asistencia del día a día, no existen las molestas listas de espera y en lo cotidiano (radiografías, análisis clínicos, mamografías, densitometrías, etc. etc.) son atendidos en el menor tiempo posible. Y por otra parte, cuando tienen necesidad de operaciones de riego y las clínicas privadas cercanas no poseen los medios adecuados para tales intervenciones, son derivados a los hospitales de la Seguridad Social a cargo de las compañías privadas a que pertenezcan sin ningún coste adicional para los enfermos; este sería un motivo más del deseo de tales compañías de quitarse de encima a enfermos problemáticos.
saludos.
saludos.