Los EPI de la vergüenza: se rompen, no son impermeables, no cubren el cuello y "no valen para nada".
Los sanitarios estallan contra el material que reciben porque "no sirve". Cinco semanas después, el Gobierno sigue siendo incapaz de protegerles.
Los sanitarios estallan contra el material que reciben porque "no sirve". Cinco semanas después, el Gobierno sigue siendo incapaz de protegerles.