DÍA – 16 – 4 – 2020:
Un día más seguimos en casa, con muchísimas ganas de que todo esto termine, tenía la esperanza de poder ir para San Jorge, pero este año no podré disfrutar de esta fiesta tan entrañable para mí, este virus es muchísimo peor que el dragón de San Jorge, a las patas del caballo, con él pudo luchar, pero como luchar con algo que no se ve, en este momento no habría podido salvar a la princesa, según nos cuenta la historia o leyenda, aunque con el paso de los años, todo puede cambiarse, sin querer dañar la historia, que a veces parece un poco fantástica. Este tiempo que nos está tocando vivir, es de dragones sin visibilidad, hacen sus daños sin avisar, y su fuego no le vemos, como en la historia del dragón, no tenemos fuentes de información, que nos dejen convencidos, al ver distintas opiniones, de diferentes entendidos en virus, o peste del presente, ya que tengo entendido, que cada siglo brota una peste distinta, que con el paso de los años, conocemos sus maldades. Que terminan con personas y animales, todavía no sabemos si esta peste del siglo XXI, no se llevará alguna clase de animales caseros o en libertad. Nadie explica nada sobre el asunto, están solo estudiando, sobre las causas que dejan a los humanos mal parados. Que la Madre Naturaleza, nos saque de este infierno actual, y podamos ver el sol desde las calles, sin tener que llevar mascarilla anti peste. Todos esperamos lo mismo, salud suerte y fuerza, para seguir aguantando, estos días en nuestras casas, Un saludo Rosario Fajardo Blanco.
Un día más seguimos en casa, con muchísimas ganas de que todo esto termine, tenía la esperanza de poder ir para San Jorge, pero este año no podré disfrutar de esta fiesta tan entrañable para mí, este virus es muchísimo peor que el dragón de San Jorge, a las patas del caballo, con él pudo luchar, pero como luchar con algo que no se ve, en este momento no habría podido salvar a la princesa, según nos cuenta la historia o leyenda, aunque con el paso de los años, todo puede cambiarse, sin querer dañar la historia, que a veces parece un poco fantástica. Este tiempo que nos está tocando vivir, es de dragones sin visibilidad, hacen sus daños sin avisar, y su fuego no le vemos, como en la historia del dragón, no tenemos fuentes de información, que nos dejen convencidos, al ver distintas opiniones, de diferentes entendidos en virus, o peste del presente, ya que tengo entendido, que cada siglo brota una peste distinta, que con el paso de los años, conocemos sus maldades. Que terminan con personas y animales, todavía no sabemos si esta peste del siglo XXI, no se llevará alguna clase de animales caseros o en libertad. Nadie explica nada sobre el asunto, están solo estudiando, sobre las causas que dejan a los humanos mal parados. Que la Madre Naturaleza, nos saque de este infierno actual, y podamos ver el sol desde las calles, sin tener que llevar mascarilla anti peste. Todos esperamos lo mismo, salud suerte y fuerza, para seguir aguantando, estos días en nuestras casas, Un saludo Rosario Fajardo Blanco.
Bajo el respeto-miedo al coronavirus, manteniendo distancias sociales, sin el abrazo sanador de sentimientos, sin que nuestra vista nos levante en ánimo ante un campo creciendo en ese verdor recordado flores tempraneras, aves anidando, que no afloran a la hora de expresarlo.
Seguimos la mayoría manteniendo distancias, hablando sin vernos o viéndonos distorsionados con voces entrecortadas. Las noticias repetitivas, exageradas en tiempo y léxico, demasiadas falsas interesadas. Este habiente de hartazgo y enfado, es aprovechado como en toda la historia por aquellos que solamente viven del enfrentamiento, de no dejar vivir, debemos hacérselo ver con el respeto que ellos nunca tendrán.
Si nos perdemos la primera parte de la primavera, siempre queda la segunda, cuando el verdor de los campos amarillean y las amapolas son más grandes.
Seguimos la mayoría manteniendo distancias, hablando sin vernos o viéndonos distorsionados con voces entrecortadas. Las noticias repetitivas, exageradas en tiempo y léxico, demasiadas falsas interesadas. Este habiente de hartazgo y enfado, es aprovechado como en toda la historia por aquellos que solamente viven del enfrentamiento, de no dejar vivir, debemos hacérselo ver con el respeto que ellos nunca tendrán.
Si nos perdemos la primera parte de la primavera, siempre queda la segunda, cuando el verdor de los campos amarillean y las amapolas son más grandes.