José Antonio López Guerrero, profesor titular de microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid y el doctor César Carballo nos han explicado en laSexta Noche el riesgo de contagio de coronavirus por aerosoles que hay en espacios cerrados y cómo puede reducirse.
En primer lugar, explican qué sucede en un bar. En el primero de los ejemplos imaginamos que estamos cuatro horas, sin mascarilla, sin distancia de seguridad y con el aforo al 50%. En este caso, el riesgo de contagio es muy elevado y se puede producir un contagio masivo entre los comensales.
La situación mejora si tenemos mascarilla y distanciamiento social, pero sigue sin ser óptima porque seguirá habiendo comensales contagiados. Cuando mejora sustancialmente es cuando además añadimos ventilación, ya que pese a que no existe el riesgo cero, es probable que no haya ningún contagio.
Algo parecido ocurre en las viviendas, aunque los expertos no entienden que se estén permitiendo las reuniones sociales con la incidencia acumulada actual. En caso de que la reunión sea de cuatro horas, de seis personas, sin mascarillas, sin distancias y sin ventilación, podríamos infectar a todos los asistentes.
Con mascarilla y distancia social, pese a que reducimos el riesgo, sigue existiendo. Por ello, es importante que antes, durante y después de la reunión con no convivientes se ventile la estancia abriendo las ventanas. López Guerrero aconseja mantener siempre la ventana abierta al menos cuatro dedos.
En primer lugar, explican qué sucede en un bar. En el primero de los ejemplos imaginamos que estamos cuatro horas, sin mascarilla, sin distancia de seguridad y con el aforo al 50%. En este caso, el riesgo de contagio es muy elevado y se puede producir un contagio masivo entre los comensales.
La situación mejora si tenemos mascarilla y distanciamiento social, pero sigue sin ser óptima porque seguirá habiendo comensales contagiados. Cuando mejora sustancialmente es cuando además añadimos ventilación, ya que pese a que no existe el riesgo cero, es probable que no haya ningún contagio.
Algo parecido ocurre en las viviendas, aunque los expertos no entienden que se estén permitiendo las reuniones sociales con la incidencia acumulada actual. En caso de que la reunión sea de cuatro horas, de seis personas, sin mascarillas, sin distancias y sin ventilación, podríamos infectar a todos los asistentes.
Con mascarilla y distancia social, pese a que reducimos el riesgo, sigue existiendo. Por ello, es importante que antes, durante y después de la reunión con no convivientes se ventile la estancia abriendo las ventanas. López Guerrero aconseja mantener siempre la ventana abierta al menos cuatro dedos.