CRISTO DEL GRAN PODER
(
SEVILLA)
En un tronco de madera
un Ángel lo dibujara
para que Don Juan de Mesa
su bello rostro tallara.
Don Juan le pidió a su Ángel
que su mano dirigiera
Y así Reflejó fielmente
todo el dolor que sufriera.
Ese rostro candoroso
de mirada complaciente,
que el corazón se te encoge
cuando lo miras de frente.
Don Juan de Mesa decía
que aun con los ojos cerrados,
el tallaría la imagen
pues alguien lo había inspirado.
Y le salió realmente
como él lo había pensado,
resignado dulcemente
con el dolor reflejado.
¡Ay Cristo del gran poder!
perdónanos buen Jesús,
que no vuelva a suceder,
¡Que nadie lleve esa cruz!
En las calles Sevillanas
como en las de toda
España,
hay mucho llanto estos días
y muchos ojos se empañan.
Pa. Sa. Ma.