Respondo a Ferisa:
En su momento, el Sindicato Vertical franquista fue tomado desde dentro por los trabajadores de CC, OO, que lo volvieron del reves como un calcetín y ahí dio comienzo el sindicalismo de la Democracia. No lo demolieron, lo aprovecharon. Eran otros tiempos, Marcelino estaba en la cárcel y cuando salió tenía el carisma y el prestigio de un lider limpio capacitado para la tarea de aglutinar el mundo del trabajo. Los sindicatos son necesarios, y, si los "Aparatos" se venden al enemigo es misión irrenunciable de los trabajadores, afiliados o nó, el alcanzar la verdadera democrácia interna. No se puede desdeñar ni subestimar la capacidad corrosiva de la derecha capitalista que va a estar en todo momento dispuesta a comprar y pudrir personas y colectivos. Tampoco debemos olvidar que el movimiento sindical no puede ser muy distinto de los trabajadores a los que representa. Marcelino decía que hay que actuar pegado al terreno. Dicho esto, es cierto que los trabajadores tenemos un problema con la deriva de los sindicatos en el momento presente. Pero, puesto que son necesarias estructuras de personas organizadas, que puedan defender los derechos del mundo del trabajo, creo que el debate que se debe abrir -y es nuestra obligación- es como corregir lo que está mal.
Saludos,
En su momento, el Sindicato Vertical franquista fue tomado desde dentro por los trabajadores de CC, OO, que lo volvieron del reves como un calcetín y ahí dio comienzo el sindicalismo de la Democracia. No lo demolieron, lo aprovecharon. Eran otros tiempos, Marcelino estaba en la cárcel y cuando salió tenía el carisma y el prestigio de un lider limpio capacitado para la tarea de aglutinar el mundo del trabajo. Los sindicatos son necesarios, y, si los "Aparatos" se venden al enemigo es misión irrenunciable de los trabajadores, afiliados o nó, el alcanzar la verdadera democrácia interna. No se puede desdeñar ni subestimar la capacidad corrosiva de la derecha capitalista que va a estar en todo momento dispuesta a comprar y pudrir personas y colectivos. Tampoco debemos olvidar que el movimiento sindical no puede ser muy distinto de los trabajadores a los que representa. Marcelino decía que hay que actuar pegado al terreno. Dicho esto, es cierto que los trabajadores tenemos un problema con la deriva de los sindicatos en el momento presente. Pero, puesto que son necesarias estructuras de personas organizadas, que puedan defender los derechos del mundo del trabajo, creo que el debate que se debe abrir -y es nuestra obligación- es como corregir lo que está mal.
Saludos,