Me ha enviado esto un amigo, ¡alucinante!...

Me ha enviado esto un amigo, ¡alucinante!

dinero de los sindicatos

¡20 millones de euros al mes y siguen recibiendo dinero del Estado!

No me ha costado demasiado hacer el cálculo. Según declaran los propios sindicatos, el número de afiliados de UGT es de alrededor de 1.200.000 afiliados. Y el de Comisiones Obreras es más o menos el mismo. Y también son los mismos sindicatos quienes señalan que las cotizaciones de sus afiliados se sitúan en una media de 8 euros al mes.

Eso significa que UGT y CC OO ingresan más de tres mil trescientos millones de pesetas mensuales.

¿Cómo tienen la desfachatez de reclamar más dinero al Estado?

¿Para qué lo quieren?

¿En qué lo están usando?

Pide a Mariano Rajoy que obligue a UGT y a CCOO a auditar sus cuentas y a publicarlas y que un organismo independiente (como el Tribunal de Cuentas) las fiscalice

El documento titulado Cómo se financia Comisiones Obreras, elaborado por el propio sindicato (abajo te dejo un enlace para que puedas comprobarlo tú mismo) reconoce que sus 1.200.000 afiliados proporcionan al sindicato unos ingresos de 118.000.000 euros anuales. Cabe suponer que la contribución del afiliado de UGT será similar a la de sus compañeros de CC OO. Así pues, otros 118 millones de euros para el sindicato de Cándido Méndez.

Te hago los cálculos para que no tengas que molestarte. UGT y Comisiones Obreras ingresan a través de las cotizaciones de sus afiliados:
•Cada año 236 millones de euros.
•Esa cifra quiere decir treinta y nueve mil millones de pesetas. Exactamente 39.267.096.000.
•Cada mes ingresan 19.666.666 euros.
•Cada día 634.408 euros. Es decir, 105 millones y medio de pesetas.

No contentos con estos ingresos multimillonarios, además los sindicatos se aferran al dinero público. Reconocen ellos mismos que las subvenciones son el chocolate del loro de sus ingresos, pero no renuncian a ellas. Dice el documento de CC OO que he mencionado (y que te enlazo abajo):

“El importe de las subvenciones representan menos del 9% de nuestros recursos propios”.

Ese “menos del 9%” significa otra millonada astronómica. Solo en el último año, UGT y CC OO se quedaron con las siguientes cantidades del dinero que todos aportamos a las cuentas del Estado, fíjate qué cifras:
•12 millones de euros directos de los Presupuestos Generales del Estado (6,37 millones para CC OO y algo más de 6,1 millones para UGT).
•4,8 millones de euros por su participación en órganos consultivos.
•172,6 millones de euros en concepto de formación para el empleo.
•Una cantidad cuyo monto total nunca se ha podido averiguar procedente de municipios, comunidades autónomas y diversos organismos de la Administración central.

Total, un mínimo de 189.400.000 euros al año. ¿Sumamos?

+ Los 236 millones de euros de cuotas

+ Más 189 millones del dinero público
Más una cantidad desconocida de otras administraciones.

¿Para qué necesitan tanto dinero?
•Ni UGT, ni CC OO pagan los sueldos a sus delegados sindicales (eso lo hacen las empresas para las que no trabajan: son liberados).
•El dinero que emplean en formación de los trabajadores no sale de sus arcas sino que lo reciben del Estado y de la Unión Europea.
•Las opulentas sedes en las que trabajan sus liberados les fueron cedidas gratis et amore por el Estado.

¿Dónde van a parar los millones de euros que UGT y CC OO ingresan cada día?

Hay algo que no cuadra en las cuentas de los sindicatos, verdaderas máquinas de achicar dinero público:
1. O mienten y no tienen ni una cuarta parte de los afiliados que dicen tener, y por eso necesitan del dinero público para sobrevivir.
2. O mienten y sus afiliados no cotizan un solo céntimo porque eso ya lo hacen los ciudadanos (los que tienen trabajo y los parados, sus afiliados y los que no lo son).

Las cuentas de los sindicatos apestan. Y el Estado no parece hacer nada para ventilar tan oscuras dependencias.

El Tribunal de Cuentas lleva demasiado tiempo callado ante los libros de contabilidad de UGT y CC OO. Es cierto, denunció el mal uso que los sindicatos hacen de los recursos públicos en los cursos del INEM. Pero eso no impide que sigan recibiéndolos a manos llenas. Y de las grandes cifras sindicales, de sus balances, de la gestión económica de sus recursos, ni mu.

Parecía que el Gobierno de Mariano Rajoy iba a encarar con decisión este asunto, pero al final se ha limitado a recortar en tan solo un 20 por ciento las subvenciones a los sindicatos.

Y a la vista de que esta gente que nada entre millones de euros se sigue embolsando el dinero de todos, esa reducción supone una afrenta para los más de cinco millones de parados.
Las cuentas claras. Si reciben mi dinero, que me demuestren que lo necesitan y me expliquen en qué lo emplean:

Pedimos al Gobierno que disponga lo necesario para que se fiscalicen y se hagan públicas las cuentas de UGT y CC OO de al menos los últimos cinco años. Unas cuentas claras, en las que se pueda seguir el destino del último céntimo de las rebosantes cajas de la Unión General de Trabajadores y de Comisiones Obreras.

P. D.- Si quieres conocer más sobre este asunto te recomiendo que leas estos dos documentos:
•La información que ofrecen los propios sindicatos sobre sus cuentas: Cómo se financia Comisiones Obreras
•Los datos sobre afiliados y cotizaciones que ofrece un periódico tan poco sospechoso de antisindicalismo como El País: Crisis de imagen, pero no de afiliados