¡
Hombre! ¿Estás ahí, mozuelo? Me pensaba que la clase de adultos te tenía tan ocupado que ya no te acordabas de mí. Te equivocas, compañero: No he conseguido adeptos, que nunca los he buscado, sino
amigos de buen corazón.
No pierdas el control, ni ofendas, que eso está muy feo, sobre todo en una persona de tu edad.