Eres lo que eres, porque tú quieres. Siempre se puede cambiar. Basta con desearlo. Dios no es vengativo, sino justo. Se dijo y está escrito: "Lo que siembres recogerás! El que siembra cebollas, no puede aspirar a recoger rosas. De nada te sirve el que te hagas la víctima. Él te concedió el libre albedrío, que tú lo utilizas mal, con un cinismo orgulloso y censurable. ¿Quién eres tú para replicar a Dios, insensato?