MANIPULANDO, QUE ES GERUNDIO.

Silencios de plomo. Miedos. En ambientes concretos, la gente, los ciudadanos, no nos atrevemos a opinar sobre temas controvertidos si, lo que estamos pensando, no es acorde con la corriente mayoritaria de los allí presentes.

Si lo hacemos, nos arriesgamos a que nos endilguen una sarta de improperios o nos cuelguen unos cuantos sambenitos siempre descalificativos. Todo ello unido algunas veces a una ojeada preñada del más olímpico de los desprecios y al cambio automático del tema en cuestión.

Resulta, que la información está muy monopolizada por unos pocos a quienes, sólo les interesa que todo sea visto a través del prisma de sus intereses particulares. Nada nuevo por otra parte. A las sociedades, a los pueblos, siempre se les ha manipulado presentándoles ante sus ojos únicamente una parte de una verdad que, casi siempre, era una espesa cortina usada de pantalla para que no se viera el interés último. El buscado por el o los manipuladores de turno.

En estos foros en los que algunos entramos, y escribimos y todo, como si fuéramos auténticos eruditos, (esto último lo digo por mi mismo, que ya llevo tres párrafos y casi me considero un Séneca) vemos como algunos foreros ocultamos o no vemos una parte de la realidad y hacemos hincapié sobre otra más acorde con nuestros intereses o prioridades inmediatas.

Bien es verdad también, que muchas de las cosas que escribimos, nos han sido metidas a macha martillo en nuestro cerebro desde pequeños o, por medio de la televisión, la radio o los periódicos que leemos mas a menudo. Estos poderosos medios de información o, de desinformación, nos ocultan lo que no quieren o no les conviene que sepamos y, nos van guiando hacia el pensamiento unidireccional. Vamos, como al burro al que le colocan la jáquima con sus anteojeras.

Detrás de estas manipulaciones informativas, se ve muchas veces cómo nos manejan emocionalmente y despiertan en nosotros sentimientos que serán negativos o positivos, en función del objetivo buscado.