Un análisis muy filosófico Josele, entonces la inteligencia del hombre debe encontrar el equilibrio, una tercera posición, para ello es necesario que los pueblos ejerzan su poder de presión generando un balance entre ambas posiciones sin dejarse arrastrar por el fanatismo ideológico, cosa que solo se puede lograr con la honestidad y la ética, buscando la posición social en la que se encuentre mas comodo y respetando las funciones elegidas por cada uno de los otros. Que el ingeniero comprenda que él puede desarrollar su actividad cómodamente porque un sirviente está cuidando a sus hijos mientras el trabaja y que un operario permite hacer realidad lo que él ha llevado a la práctica sus proyectos tecnicos y el empresario entienda que su empleado es también su cliente y que sin él se acaba su industria y su riqueza. Que el operario y el empleado comprenda que si no existe el empresario, no tiene fuente de ingresos. Nadie es nada sin la existencia del otro. SEPAMOS EQUILIBRAR LAS COSAS
Totalmente de acuerdo. Por eso he intentado explicar que ambos sistemas son racionales, excepto cuando se salen de madre. Creo que ZP (y sus asesores económicos) no supieron ver, inicialmente, la riada que ya tenían encima.
El estímulo al consumo, aplicado en los primeros momentos de la crisis, solo era aplicable bajo esa falacia del "efecto multiplicador de la circulación del dinero" que se aplicó en su día bajo las doctrinas Keynesianas. Eso fué util en los imperios (en su día el británico y posteriormente el americano del norte con el New Deal de Roosvelt). Corresponde a la creación de riqueza mediante robo a las colonias. Y, prescindiendo incluso de la ética, ¿donde estaban nuestras colonias?
Posteriormente la reforma laboral y otras medidas que apoyó la derecha y enfureció a una izquierad ignorante, fue esa corrección y limitación que digo que hay que poner a la tendencia al igualitarismo utópico. Fué ética, aunque no equitativa y por tanto tendente a ese equilibrio que, como Ud dice, es necesario encontrar aplicando ética e inteligencia. No estoy muy seguro de que lo hiciese por conclusiones razonadas, (entonces la hubiese hecho más equitativa) pero en cualquier caso era necesaria en el allí y en el entonces.
El nuevo gobierno va mucho peor. A partir de un desequilibrio económico monumental, con una minoría que no siente la crisis en absoluto (ha aumentado de un modo muy importante la venta de coches y viviendas de lujo (*), y una mayoría en el paro o con sueldos de miseria y empleos que cada quien se pregunta todos los dias si seguirán vigentes al dia siguiente, está aplicando medidas para aumentar mucho más las diferencias, y no entiende que la explosión no se va a producir ni por la acción sindical ni por la presión de la izquierda, sino por las leyes físicas que rigen tanto a la naturaleza como a la sociedad.
Como ingeniero, no puedo describir mejor de lo que hace Ud la filosofía con la que he tratado de vivir mi vida laboral. Para mí era necesario que el operario se sintiese realizado profesional y económicamente, del mismo modo que el empre-sario tenía que tener sus beneficios. Incluso en las relaciones interempresa-liares era siempre mi obsesión no arruinar a ninguna de las partes.
Siempre me procupaba de que nuestros suministradores obtuviesen el beneficio razonable. No siempre se me entendió, porque en la España que me tocó vivir un ingeniero de izquierdas era algo incomprensible.
En cuanto al fanatismo.... ¡NINGUNO! y en frase de un jurista a quien aprecio mucho, tanto personal como intelectualmente, el que quiera buscar la verdad absoluta... que la busque en las Tablas de Logaritmos. Mientras tanto, ética y honestidad como Ud dice muy bien.
Y por supuesto un sistema de represntación política que nos garantice que esta ética e inteligencia se van a respetar, y que los ciudadanos podamos verificarla y exigirla.
(*) Nota: además, como en esto se ve, la falta de ética social de sus planteamientos es incuestionable, aparte de la segura falta de eficacia
Josele
El estímulo al consumo, aplicado en los primeros momentos de la crisis, solo era aplicable bajo esa falacia del "efecto multiplicador de la circulación del dinero" que se aplicó en su día bajo las doctrinas Keynesianas. Eso fué util en los imperios (en su día el británico y posteriormente el americano del norte con el New Deal de Roosvelt). Corresponde a la creación de riqueza mediante robo a las colonias. Y, prescindiendo incluso de la ética, ¿donde estaban nuestras colonias?
Posteriormente la reforma laboral y otras medidas que apoyó la derecha y enfureció a una izquierad ignorante, fue esa corrección y limitación que digo que hay que poner a la tendencia al igualitarismo utópico. Fué ética, aunque no equitativa y por tanto tendente a ese equilibrio que, como Ud dice, es necesario encontrar aplicando ética e inteligencia. No estoy muy seguro de que lo hiciese por conclusiones razonadas, (entonces la hubiese hecho más equitativa) pero en cualquier caso era necesaria en el allí y en el entonces.
El nuevo gobierno va mucho peor. A partir de un desequilibrio económico monumental, con una minoría que no siente la crisis en absoluto (ha aumentado de un modo muy importante la venta de coches y viviendas de lujo (*), y una mayoría en el paro o con sueldos de miseria y empleos que cada quien se pregunta todos los dias si seguirán vigentes al dia siguiente, está aplicando medidas para aumentar mucho más las diferencias, y no entiende que la explosión no se va a producir ni por la acción sindical ni por la presión de la izquierda, sino por las leyes físicas que rigen tanto a la naturaleza como a la sociedad.
Como ingeniero, no puedo describir mejor de lo que hace Ud la filosofía con la que he tratado de vivir mi vida laboral. Para mí era necesario que el operario se sintiese realizado profesional y económicamente, del mismo modo que el empre-sario tenía que tener sus beneficios. Incluso en las relaciones interempresa-liares era siempre mi obsesión no arruinar a ninguna de las partes.
Siempre me procupaba de que nuestros suministradores obtuviesen el beneficio razonable. No siempre se me entendió, porque en la España que me tocó vivir un ingeniero de izquierdas era algo incomprensible.
En cuanto al fanatismo.... ¡NINGUNO! y en frase de un jurista a quien aprecio mucho, tanto personal como intelectualmente, el que quiera buscar la verdad absoluta... que la busque en las Tablas de Logaritmos. Mientras tanto, ética y honestidad como Ud dice muy bien.
Y por supuesto un sistema de represntación política que nos garantice que esta ética e inteligencia se van a respetar, y que los ciudadanos podamos verificarla y exigirla.
(*) Nota: además, como en esto se ve, la falta de ética social de sus planteamientos es incuestionable, aparte de la segura falta de eficacia
Josele
Pues mire Ud. que curioso, dice Ud. El nuevo gobierno va mucho peor. A partir de un desequilibrio económico monumental, con una minoría que no siente la crisis en absoluto (ha aumentado de un modo muy importante la venta de coches y viviendas de lujo" y tenemos nosotros actualmente un gobierno que se dice de izquierda con un titulillo que reza "nacional y popular" con las mismas caracteristicas resultantes que Ud. señala para un gobierno de derecha como el de Rajoy. Si bien dicen que los extremos se tocan, creo yó que no es así verdaderamente en el caso de los partidos políticos y sus dirigentes, no es que "se tocan por sus extremos" son parte de un mismo cuerpo que posee 2 brazos y ambos están moviendose con un unico cerebro. De allí que la afiliacion a una izquierda o una derecha es una fantasía creada por estos políticos faltos de moral y ética en busca de alternarse en el poder, en cuanto a los fines, los mismos