Esta es la herencia que nos ha dejado el anterior gobierno socialista, una tasa de paro cercana al 25%, que nos lleva a una ruina sin precedentes en la historia democrática. Nuestro país está al borde de la quiebra, el gobierno entrante tiene que adoptar duras medidas y recortes para intentar salvar la situación, y encima tiene que soportar las duras críticas de la izquierda a las medidas que está obligado a tomar, cuando son estos que ahora critican los mismos que nos han traido la miseria.