Un joven de 23 años denuncia al SUMMA 112 por negarse dos veces a atenderle cuando sufría un infarto.
Los servicios de Emergencias de la Comunidad de Madrid rechazaron auxiliarle hasta en dos ocasiones, una de ellas solicitada por la Policía Nacional.
S. S.
@abc conocer.
Madrid.
Actualizado:
05/02/2018 02:29h.
El pasado 18 de septiembre de 2017 un joven llamado Daniel Caballero sufrió un ataque cardiaco cuando se disponía a coger el metro en el barrio de Quintana (Madrid). Una vez que notó que algo no funcionaba bien decidió volver a su domicilio pero no fue capaz de pasar del portal y subir a su casa. Ahí comenzó la negligencia del servicio de Emergencias de la Comunidad de Madrid, SUMMA 112, que se negó hasta en dos ocasiones a atenderle. Ahora, la víctima ha denunciado a esta institución ante la justicia por un presunto delito de omisión del deber de socorro.
Los hechos ocurrieron entre las 12.45 y las 13.15 horas del día indicado. Al llegar a la entrada de su edificio, el joven de 23 años no tuvo más remedio que lanzarse al suelo por un fuerte dolor en el centro del pecho y uno de los brazos, además de por la dificultad que tenía para respirar. La conserje de la finca llamó al 112 para explicar lo que ocurría y solicitar una ambulancia de inmediato. Pero su sorpresa llegó cuando un médico del SUMMA le dijo textualmente: «No vamos a ir», al tiempo que le indicaron que el afectado podía dirigirse por sus propios medios al centro de salud más cercano.
También a la Policía
Según consta en la denuncia, la negativa de los servicios de Emergencias autonómicos se repitió de nuevo minutos más tarde cuando una patrulla de la Policía Nacional pidió por su radio interna una ambulancia al 112. Dos agentes se personaron en el lugar de los hechos, todavía con el joven tendido en el suelo sin poder moverse y los mismos síntomas. Uno de ellos solicitó al SUMMA atención médica para Daniel mientras el otro permanecía con él y le ayudaba a subir en ascensor a su casa para mayor comodidad. La respuesta, idéntica: no iban a mandar a nadie para atender este caso.
La situación tuvo que ser solucionada por la patrulla de la Policía. Los agentes, en vista de la gravedad de la situación, tomaron la decisión de llevar al joven ellos mismos al Hospital General Universitario Gregorio Marañón, donde ingresó de urgencia con un infarto agudo de miocardio.
Han transcurrido ya más de cuatro meses desde que esta institución se negó a mandar una ambulancia para atender un infarto, aunque Daniel continúa recordando ese día como si fuera hoy. La víctima de esta negligencia es «consciente» de que, si no hubieran acudido las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, «ahora estaría muerto». Por ello, el joven ha decidido denunciar en los juzgados de Plaza de Castilla la negligencia cometida por el SUMMA.
Daniel Caballero pone en conocimiento de la justicia, en su denuncia, cómo los servicios de Emergencias rechazaron auxiliarle cometiendo, a su parecer, un presunto delito de omisión del deber de socorro. En su escrito, además, adjunta el informe médico de alta del Hospital Gregorio Marañón y las grabaciones de las cámaras de seguridad de su edificio, donde quedó recogida toda la secuencia en vídeo desde que llega con el infarto de corazón a su portal hasta cuando se marcha del mismo ayudado por la Policía.
Los servicios de Emergencias de la Comunidad de Madrid rechazaron auxiliarle hasta en dos ocasiones, una de ellas solicitada por la Policía Nacional.
S. S.
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Madrid.
Actualizado:
05/02/2018 02:29h.
El pasado 18 de septiembre de 2017 un joven llamado Daniel Caballero sufrió un ataque cardiaco cuando se disponía a coger el metro en el barrio de Quintana (Madrid). Una vez que notó que algo no funcionaba bien decidió volver a su domicilio pero no fue capaz de pasar del portal y subir a su casa. Ahí comenzó la negligencia del servicio de Emergencias de la Comunidad de Madrid, SUMMA 112, que se negó hasta en dos ocasiones a atenderle. Ahora, la víctima ha denunciado a esta institución ante la justicia por un presunto delito de omisión del deber de socorro.
Los hechos ocurrieron entre las 12.45 y las 13.15 horas del día indicado. Al llegar a la entrada de su edificio, el joven de 23 años no tuvo más remedio que lanzarse al suelo por un fuerte dolor en el centro del pecho y uno de los brazos, además de por la dificultad que tenía para respirar. La conserje de la finca llamó al 112 para explicar lo que ocurría y solicitar una ambulancia de inmediato. Pero su sorpresa llegó cuando un médico del SUMMA le dijo textualmente: «No vamos a ir», al tiempo que le indicaron que el afectado podía dirigirse por sus propios medios al centro de salud más cercano.
También a la Policía
Según consta en la denuncia, la negativa de los servicios de Emergencias autonómicos se repitió de nuevo minutos más tarde cuando una patrulla de la Policía Nacional pidió por su radio interna una ambulancia al 112. Dos agentes se personaron en el lugar de los hechos, todavía con el joven tendido en el suelo sin poder moverse y los mismos síntomas. Uno de ellos solicitó al SUMMA atención médica para Daniel mientras el otro permanecía con él y le ayudaba a subir en ascensor a su casa para mayor comodidad. La respuesta, idéntica: no iban a mandar a nadie para atender este caso.
La situación tuvo que ser solucionada por la patrulla de la Policía. Los agentes, en vista de la gravedad de la situación, tomaron la decisión de llevar al joven ellos mismos al Hospital General Universitario Gregorio Marañón, donde ingresó de urgencia con un infarto agudo de miocardio.
Han transcurrido ya más de cuatro meses desde que esta institución se negó a mandar una ambulancia para atender un infarto, aunque Daniel continúa recordando ese día como si fuera hoy. La víctima de esta negligencia es «consciente» de que, si no hubieran acudido las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, «ahora estaría muerto». Por ello, el joven ha decidido denunciar en los juzgados de Plaza de Castilla la negligencia cometida por el SUMMA.
Daniel Caballero pone en conocimiento de la justicia, en su denuncia, cómo los servicios de Emergencias rechazaron auxiliarle cometiendo, a su parecer, un presunto delito de omisión del deber de socorro. En su escrito, además, adjunta el informe médico de alta del Hospital Gregorio Marañón y las grabaciones de las cámaras de seguridad de su edificio, donde quedó recogida toda la secuencia en vídeo desde que llega con el infarto de corazón a su portal hasta cuando se marcha del mismo ayudado por la Policía.